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Bhagavad-gītā: Capítulo 17 – Las Tres Clases de Fe

En el décimo séptimo capítulo del Bhagavad-gītā (Bhagavad GitaArjuna pregunta a Krishna cuál es la condición de aquellos que no siguen las escrituras, pero que realizan sus ofrendas con verdadera fe. Ante la pregunta, Krishna empieza a hablar sobre los tres tipos de fe, explicando a fondo la naturaleza sátvica tamásica y rajásica.

A continuación, encontrarás los 28 versos, que conforman el décimo séptimo del Bhagavad-gītā (Bhagavad Gita) tal cual fueron traducidos al español, por lo que no encontrarás ninguna nota al pie de página, ni ningún tipo de comentario del mismo. Decidimos subirlo de esta forma, porque creemos que la mejor forma de tener un primer acercamiento a este tipo de textos es con tu interpretación propia; por lo que, sin embargo, recomendamos que, al terminar con la lectura, busques alguna versión comentada que te ayude a profundizar en el texto.

En este caso, la traducción al español fue realizada por Julio Pardilla, y que fue subida a la página de la Sociedad Biosófica (sociedadbiosofica.org). Cabe mencionar que, el portal mencionado no tiene ningún vínculo al PDF original y solo se puede llegar a él a través de una búsqueda de Google. Por otro lado, no encontré ninguna referencia al traductor en ningún lugar; solo una página de Amazon a lo que era el libro del Bhagavad Gita, pero en la que no se puede comprar el libro y en la que no aparece información del mismo. Si quieres consultar la publicación original (con varias notas al pie de página y una introducción muy completa) da clic aquí.

A continuación, encontrarás los 18 capítulos del Bhagavad-gītā traducidos al español.

ARJUNA:

1. Dime, oh Krishna, ¿cuál es la condición de aquéllos que no siguen los preceptos de las escrituras, más realizan sus ofrendas con sincera y fervorosa fe? ¿Cuál es su condición: sáttvica, rayásica o tamásica (de luz, de fuego o de oscuridad)?

KRISHNA:

2. Entre los hombres mortales hay tres clases de fe, de acuerdo con su propia naturaleza, que son: de luz, de fuego y de oscuridad. Te explicaré esto.

3. La fe que tiene cada persona va siempre de acuerdo a su propia naturaleza; esta fe es lo que configura a cada hombre: según su fe, así es el hombre.

4. Aquellos hombres en los que predominan las cualidades sáttvicas adoran a los dioses de la luz. Del mismo modo, los hombres de naturaleza rajásíca, adoran a los dioses del poder y la riqueza. E igualmente, aquéllos cuya naturaleza es preponderantemente tamásica adoran a los espíritus nocturnos, fantasmas y fuerzas elementales.

5. Debido a esto, hay farsantes ostentosos que, motivados por el deseo de poder y sus pasiones, se someten a terribles austeridades que no vienen prescritas por los libros sagrados, y se apartan de la actitud piadosa:

6. En su locura, torturan sus cuerpos y las energías vitales que en él residen, por lo tanto, a Mí, que moro en ellos. Has de saber, oh Arjuna, que sus mentes tienen tendencias demoníacas.

7. Ahora te voy a hablar de los tres tipos de alimentos, de las tres clases de sacrificios, de los tres estados de armonía, y de las tres formas de hacer caridad.

8. Los alimentos puros dan salud, equilibrio mental, vitalidad y vigor para vivir una larga vida; son sabrosos, nutritivos, y dan armonía al cuerpo. El hombre puro sólo come alimentos puros, encontrando su paladar deleite en ellos, y alegría su corazón.

9. Los hombres de naturaleza rajásica prefieren los alimentos rajásicos: agrios, picantes, salados y ardientes. Mas esto les produce pesadez, molestias y enfermedades.

10. Los hombres de naturaleza tamásica, que viven aturdidos por la ignorancia, sienten predilección por los alimentos rancios, desabridos, guardados y viejos, sobras de comida de días anteriores y, en general, alimentos impuros no dignos de ser ofrecidos al Señor.

11. Se puede decir que un sacrificio es puro cuando se hace como una ofrenda de adoración y de acuerdo siempre con la Ley Eterna. Sin apego a sus frutos, cobijando en el corazón el sentimiento de “es mi deber”. Esto es propio de los hombres de naturaleza sáttvica.

12. Mas aquellos sacrificios que se ofrecen solamente para ganar bendiciones materiales, o con expectativas de cualquier tipo de recompensa, como puede ser la egolatría o la ostentación, son sacrificios impuros. Esto es propio de los hombres de naturaleza rajásica.

13. Aquellos sacrificios que van en contra de la Ley Eterna, ofrecidos sin fe ni respeto por las enseñanzas sagradas, en los que no se ofrecen alimentos ni se recitan los cantos debidamente: éste es un sacrificio propio de los hombres de naturaleza tamásica.

14. Veneración por los dioses de la luz, y reverencia hacía los dos veces nacidos, los Maestros y los sabios, al tiempo que pureza, rectitud, castidad y mansedumbre: todos éstos, son atributos que reflejan la armonía en las acciones.

15. Romper el silencio tan sólo para dar Satsang, con palabras nobles, comedidas y hermosas, que traen la paz al Espíritu, al igual que la lectura de los libros sagrados: esto es lo que se puede llamar armonía en las palabras.

16. Paz mental, silencio, autocontrol, trato amable y pureza de corazón: éstos son los atributos de una mente en armonía.

17. A esta Armonía, en sus tres facetas, puede llamársele Pura cuando se conserva permanentemente mediante una fe inamovible, una vez superado el deseo de recompensa y con el alma totalmente sumergida en la Unidad.

18. Mas hay hipócritas que se someten a austeridades por razones egoístas, como el deseo de reputación, fama y honores: estos actos impuros son propios de la naturaleza rajásica. Los resultados así obtenidos, son efímeros y vanos.

19. Cuando debido a la estupidez de una mente ignorante, el autocontrol se confunde con la autotortura, o cuando los poderes con ellos obtenidos se utilizan para herir a otros, ese autocontrol es de naturaleza demoníaca.

20. Una limosna es pura cuando se da por amor y de todo corazón a la persona adecuada en el momento correcto y en el lugar apropiado, al tiempo que, desapegado de toda posible recompensa por esa acción: ésta es la caridad sáttvica.

21. Mas cuando se da una limosna esperando algo a cambio, en forma de recompensa inmediata o bien futura, o simplemente, cuando se da sin sentirlo en el corazón, sino por mera prodigalidad: esta caridad es impura y es propia de la naturaleza rajásica.

22. Cuando se da una limosna para que otros lo vean o como arrogante autohalago, o en un lugar inadecuado, en un momento inapropiado y a una persona que no lo va a usar debidamente: esta caridad es deleznable y propia de la naturaleza tamásica.

23. OM, TAT, SAT, cada una de estas tres palabras expresan el Absoluto, Brahma, del cual surgieron en el principio de los tiempos los Brahmanes, los Vedas y los Sacrificios.

24. Con lo cual, los amantes de Brahman siempre antes de comenzar sus tareas y sacrificios, dar donativos o cumplir con los preceptos ordenados por las escrituras, recuerdan el Santo Nombre (OM).

25. Del mismo modo, los buscadores de la Total Liberación, antes de emprender sus tareas, comienzan recordando la palabra TAT, durante el cumplimiento de sus preceptos o la donación de limosnas, siempre desapegados de los frutos de sus acciones.

26. SAT es Verdad y es bondad. Así pues, toda acción bien hecha nos lleva a SAT como meta única.

27. Todo sacrificio ofrecido con fe constante y fervorosa, toda limosna, o cumplimiento del deber es también SAT. Y lo mismo se puede decir de toda acción dedicada con veneración a Brahman.

28. Mas toda ofrenda, toda limosna, toda disciplina, o toda acción realizada sin fe es ASAT, o sea, nada. Has de saber que todo lo que se hace sin fe es inútil, tanto en este mundo como en el que ha de venir.

A continuación, encontrarás los 18 capítulos del Bhagavad-gītā traducidos al español.

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