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Cómo superar el mal humor cultivando la respiración conciente

El yoga es la danza de cada célula con la música de cada respiración que crea serenidad y armonía interior.” – Debashish Mirdha, MD., neurocirujano y filósofo

Traducción de la nota de publicada por Osmara Aryal para dailycupofyoga.com.

Así que estás de mal humor.
¿Qué haces al respecto?
¿Cuáles son tus formas de superarlo?

Cualquiera que sea la forma que elija para trabajar con tus estados de ánimo, aquí hay una cosa que debe saber:

El mal humor no es “bueno” o “malo”. Es neutral.

Nos proporciona pistas sobre lo que sucede debajo de la superficie de nuestra conciencia.

Son como la punta del iceberg de nuestro mundo interior: el mundo de nuestros pensamientos, sentimientos, creencias, percepciones, miedos, etc.

Un estado de ánimo particularmente malo puede ser como una cinta atrapada en bucle y a toda marcha.

Excepto que la cinta es nuestra mente y tendemos a repetir mucho cuando estamos molestxs/enojadxs/decepcionadxs/abrumadxs/irritadxs… entiendes la idea.

¿Asi que qué hacemos?

Empezamos a respirar.

Nos sintonizamos con la respiración y la usamos para ayudarnos a navegar las aguas de la mente y las emociones.

Los sabios yóguicos saben desde hace miles de años que la respiración es el portal a través del cual podemos transformar el estrés y la ansiedad mientras accedemos a un estado de calma interior y equilibrio arraigado.

Nuestros patrones de respiración están íntimamente ligados a nuestras emociones.

Influye en uno, y también impactarás en el otro.

 Forman lo que se llama el Ciclo Respiración-Emoción:

1- Nuestras emociones, pensamientos y estados de ánimo influyen en nuestros patrones de respiración.

La próxima vez que estés de mal humor, presta atención a tu patrón de respiración. Probablemente notarás que es corto, superficial, errático y/o rápido.

Luego observa tu respiración la próxima vez que te sientas tranquilx, segurx, profundamente concentradx o a gusto. Ten en cuenta que probablemente será más lento, más largo, uniforme y/o más profundo.

2- Nuestros patrones de respiración pueden influir en nuestro estado de ánimo.

Si comenzaras a respirar rápidamente tomando respiraciones cortas y superficiales, es probable que comiences a sentirte despiertx y alerta, o ansiosx y en guardia.

Y así, si empiezas a respirar lenta y profundamente, lo más probable es que empieces a sentirte menos inquietx y más relajadx.

Prestar atención a nuestros patrones de respiración puede decirnos mucho sobre nuestro estado de ánimo.

Muchas veces ni siquiera somos conscientes de que estamos de humor hasta que algo o alguien en el exterior nos lo refleja y es solo entonces que nos damos cuenta.

Podemos estar más quietxs y presentes controlando conscientemente nuestras inhalaciones y exhalaciones, y así es como nace la conciencia.

Y esto también es yoga.

No necesitas usar tu cuerpo o una colchoneta para practicar yoga.

Puedes usar solo tu respiración y esto también es práctica yóguica (sadhana).

El Hatha Yoga Pradipika, un texto yóguico de 500 años de antigüedad, afirma que:

Cuando la respiración divaga, la mente también es inestable. Pero cuando la respiración se calma, la mente también se aquieta y el yogui logra una larga vida”.

Cultivar el hábito de la conciencia de la respiración diaria es tan efectivo para calmar las ondas de la mente que incluso el propio Buda enseñó esta práctica a los monjes.

En particular, el Anapanasati Sutta budista, también conocido como el “Discurso sobre la plena conciencia de la respiración”, detalla las instrucciones de Buda sobre cómo usar la respiración para cultivar la concentración y la atención plena (también conocida como respiración Anapana):

“Inhalando, sé que estoy inhalando.
Exhalando, sé que estoy exhalando.
Inhalando, soy consciente de todo mi cuerpo.
Al exhalar, soy consciente de todo mi cuerpo.
Inhalando, calmo todo mi cuerpo.
Exhalando, calmo todo mi cuerpo”

Prestar atención conscientemente a nuestra respiración significa notarla y observarla sin juzgarla y sin tener la necesidad de cambiarla de ninguna manera.

Solo notando las inhalaciones y exhalaciones.

Estar tan despiertxs, conscientes y presentes que realmente podemos comenzar a sentir las ondas internas que crea nuestra respiración.

Llevar la plena conciencia a la sensación y el sentimiento de la respiración que entra por las fosas nasales y sale de las fosas nasales.

Si surge un pensamiento (¡y lo hará, especialmente si estás de mal humor!), simplemente vuelve a centrar tu atención en la respiración.

Cada vez que la mente divague, traela de vuelta al momento presente, el momento en el que estás respirando tal como es. Aquí y ahora.

Al cultivar este simple hábito diario, podemos comenzar a cambiar la forma en que nos sentimos en este momento, para que eventualmente también podamos cambiar la forma en que percibimos nuestra realidad y nuestras experiencias.

Esto inevitablemente crea cambios empoderadores en nuestro estado de ánimo y temperamento.

Así es como usamos nuestra respiración y nuestra conciencia para superar obstáculos y obstáculos emocionales de manera más rápida, más eficiente y más productiva.

Recuerda:

Cuando la respiración divaga, la mente también es inestable. Pero cuando la respiración se calma, la mente también se aquieta”.

Puedes calmar tu respiración simplemente comenzando a prestarle atención.

Esta simple práctica puede tener poderosos efectos exponenciales si se convierte en un hábito diario.

Que encuentres paz y refugio en tu aliento.

Sat nam.

Nota: Esta nota está basada en la que se publicó Osmara Aryal para dailycupofyoga.com en y fue traducida para que el público hispanohablante pueda conocerla. Puedes consultar la nota completa en idioma original (inglés) en https://dailycupofyoga.com/2019/03/20/how-to-get-over-a-bad-mood-by-cultivating-breath-awareness/

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