Los 6 Errores del Ego en tu Práctica del Yoga

¡Deja el ego afuera de tu tapete! Seguramente tu maestra o maestro de te habrá dicho que te olvides del ego y que no te dejes controlar por él, o algo por el estilo. Esto se debe en gran parte a que, según la filosofía del yoga, debemos de eliminar el ego de nuestras vidas para poder alcanzar la iluminación; pero, más allá de la filosofía ancestral, el ego también te lleva a comentar un sinfín de errores durante tu práctica postural de yoga. ¿Cuáles son? Continúa leyendo y descubre los 6 Errores del Ego en tu Práctica de Yoga (postural)…

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Compararte con otrxs

Cuando practicamos en algún centro de yoga solemos hacerlo al lado personas de todos los niveles. Muchas veces, quedamos impresionados ante las habilidades (casi) circenses de muchxs de nuestrxs compañerxs; y, al ver que, por más que intentamos, no logramos hacer las posturas como esas personas, el ego se resiente y empieza a invadirnos con pensamientos negativos, mismos que podrían llevarnos a frustrarnos.

Intentar posturas para las que no estamos listxs

Es natural que quieras intentar todas las posturas que dicta tu maestra o maestro, o que quieras imitar las posturas que ves en Instagram, o alguna otra red social. Pero, aunque el ego te diga otra cosa, debes tener en cuenta que no podemos ir de 0 a 100 en solo dos clases de yoga. Que, antes de intentar las posturas más avanzadas, debes de preparar a tu cuerpo para intentarlas; si no lo haces, podrías terminar lesionándote seriamente.

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Recuerda que existen diferentes opciones, sencillas y avanzadas, para cada postura y que, si aún no tienes la fuerza o flexibilidad necesaria, puedes usar una variación sencilla, misma que te ayudará a fortalecer y/o movilizar tu cuerpo antes de intentar las versiones más difíciles.

No descansar lo suficiente

Ya viste a tus compañerxs realizar acrobacias impactantes, ya las intentaste (y quizá te lesionaste), y tu ego sigue duro y dale con que debes de alcanzar X o Y postura. Y sabes que puedes lograrla, solo necesitas seguir y seguir y seguir practicando; y claro que lo lograrás, pero el problema en este caso es que, muchas veces, el ego nos hace practicar todo lo posible, sin descanso alguno. Pero, lo que no nos dice el ego es que, el ejercicio en exceso siempre te lleva a lesionarte.

Frustrarte por las posturas

Aunque se dice que, el yoga es una disciplina universal y que todo el mundo puede practicarlo; debes siempre tomar en cuenta que, no todas las posturas se acomodan a todos los tipos de cuerpos. Pero esto es algo que el ego no va a querer aceptar nunca; por lo mismo, nuestro ego nos va a confrontar constantemente con nuestras capacidades, llevándonos a frustrarnos si no logramos realizar alguna postura.

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Olvidarte de respirar

Ok, después de mucho tiempo lograste alcanzar una de esas posturas que siempre anhelaste, o quizá una sencilla que simplemente no nos salía. Pero, para alcanzarla concentraste toda tu fuerza y mente en la postura; el único problema es que, tienes tanto esfuerzo en la postura, que terminas olvidándote de respirar. Y bueno… en una clase de yoga, lo más importante es la respiración; así que, tu práctica no está siendo tan adecuada.

En este caso, tu mente (y tu maestrx) te dirá que relajes un poco la postura para poder mantener una correcta respiración, pero tu ego te dirá que mejor aguantes la respiración y sigas en la postura profunda; a fin de cuentas… ¿quién necesita respirar cuando puedes presumir tu fuerza y flexibilidad?

Abandonar el yoga

Muchas veces, el ego termina venciéndonos. Termina convenciéndonos de que no somos personas aptas para el yoga, ya sea porque no somos flexibles, no tenemos la fuerza necesaria o no hayamos logrado algunas posturas; terminamos creyendo todos los mitos del yoga, que es solo para personas flexibles, para gente que empezó desde joven, etc., etc., etc. Y terminamos frustrándonos. Nos frustramos y abandonamos nuestra práctica.

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Como verás, el ego puede convertirse en tu mayor enemigo cuando realizas tu práctica de yoga postural. Por lo mismo, es importante que aprendas a identificarlo y a confrontarlo para poder disfrutar mejor de tu práctica de yoga. Y no solo debes de aprender a dejar el ego fuera de tu tapete, sino de toda tu vida en general.