Intérpretes Musulmanes del Yoga, de Carl W. Ernst
Aunque no lo creas, el Yoga y el Islam han tenido una relación muy estrecha a lo largo de los siglos; de hecho, la relación entre ambas cosmovisiones/religiones es tan estrecha, que gran parte del conocimiento que tenemos hoy sobre el yoga proviene de textos escritos en persa por diferentes pensadores sufís, practicantes de la dimensión interna y el aspecto espiritual del Islam. Además, la relación que tuvieron ambas disciplinas permitió que ambas cosmovisiones se alimentaran de los conceptos y prácticas de las mismas. De esta forma, el Islam (a través del sufismo) influenció al Yoga, y el Yoga influenció al Islam.
Esta relación entre ambas cosmovisiones se dio gracias a la invasión del Imperio Mongol, y posteriormente del Imperio Mogol[1]. Desde el siglo XVI y hasta mediados del XIX, el imperio islámico Mogol ocupó gran parte del Subcontinente Indio, lo que permitió que los musulmanes conocieran la filosofía del Yoga, y se interesaran en los Siddhis, los poderes sobrenaturales que se adquieren al perfeccionar la práctica del yoga. En aquél entonces, un gran número de pensadores sufís se dedicaron a traducir textos budistas y de yoga al persa, para poder conservar y difundir la filosofía de la India y del Tibet. De hecho, los Upanishads llegaron a occidente gracias a las traducciones persas, que después fueron traducidas al latín.
Tomando en cuenta la relación entre los Musulmanes y los Yoguis, Carl W. Ernst, profesor de Estudios Islámicos en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, realizó se dedicó a estudiar los texto yóguicos que fueron retomados y traducidos al persa por los pensadores sufís. A raíz de la investigación, escribió el ensayo Intérpretes Musulmanes del Yoga (Muslim Interpreters of Yoga), mismo que formó parte de los ensayos que fueron incluidos en el catálogo de la exposición Yoga The Art of Transformation, misma que fue realizada en el Museo Smithsonian y en la que participaron un gran número de académicxs e investigadorxs.
El catálogo fue realizado por Debra Diamond, invitando a varixs académicxs, entre lxs que se encuentran Tamara I. Sears, James Mallinson, Mark Singleton y Carl W. Ernst a escribir sobre el desarrollo del yoga, desde lo más tradicional hasta el yoga moderno. En este caso, la participación de Carl W. Ernst recorre la estrecha relación entre el Yoga y el Islam, enfocándose principalmente al interés que tuvo el Islam, y en especial los sufís, en la filosofía, la práctica y los poderes del yoga. Es un ensayo realmente interesante, pues nos permite entender el cómo es que las culturas empezaron a sincretizar entre ellas, permitiendo que cada una aprenda de la otra.
A continuación, podrás encontrar una traducción al español del ensayo Intérpretes Musulmanes del Yoga, de Carl W. Ernst (da clic en el botón para abrir el PDF). Si deseas leer el texto original, puedes comprar el catálogo impreso (únicamente con entrega en EE.UU.) a través de Amazon.
[1] El imperio Mogol surgió del imperio Mongol, pero este fue un imperio inició gracias a Tamerlán (o Timur Lang) y conquistó gran parte de la India, Pakistán y Bangladés, llegando a poseer zonas de Afganistán, Nepal, Bután y este del Irán. Mientras que, el Imperio Mongol ocupó regiones de China, Mesopotamia, Persia, Europa Oriental, parte de la India, Rusia, entre otros.