Dharana y Dhyana: dos de los ocho miembros del yoga

Ser un yogui/yoguini abarca mucho más que solo tus clases en el estudio. Es un estilo de vida holístico diseñado para acercarte a lo Divino. Pero vivir y mantener el estilo de vida yóguico no se trata solo de cómo elegimos vivir nuestras vidas exteriormente, se trata también de cultivar nuestro mundo interior.

De dónde vienen los conceptos de Dharana y Dhyana

Los Yoga Sutras de Patanjali describen lo que él llama las Ocho Ramas del Yoga, un marco básico sobre cómo vivir una vida más significativa y con un propósito. Los Ocho Miembros nos recuerdan que no hay un solo camino hacia el yoga o la unidad, hay varios. Juntos, los Ocho Miembros crean un sistema por el cual uno puede alcanzar el estado final de samadhi o bienaventuranza. Este es el objetivo final del yogui: existir en un estado de bienaventuranza, aquí y ahora, independientemente de las circunstancias externas.

Dharana y dhyana, los dos últimos miembros antes de alcanzar el samadhi, tratan de crear la experiencia interior necesaria para lograrlo. Cuando el cuerpo se ha limpiado a través de asana y los sentidos se han refinado en pratyahara, el yogui puede volverse hacia adentro. A través de una conciencia continua sostenida, el practicante podrá encontrar un estado expansivo de conciencia.

El significado detrás de Dharana

Dharana es el sexto de los Ocho Miembros de Patanjali. En pocas palabras, dharana es la práctica de la concentración enfocada. Es el refinamiento de la conciencia perceptual interna, que se puede construir a través de la meditación. Sin embargo, dharana no es una meditación ordinaria. Requiere que el yogui ponga toda su atención en un único foco, ya sea un objeto físico, un único punto en el espacio o simplemente tu respiración.

En lugar de que la mente tome el control e inevitablemente encuentre distracción, el o la practicante está completamente absorto en la experiencia interna. Pero lograr este estado de dharana no es tan fácil como parece. Es natural que nuestras mentes salten de una cosa a otra, de una preocupación a otra. La mente del mono. Dharana requiere que permanezcamos totalmente comprometidxs con el momento presente. Al meditar en un solo punto, podemos fomentar nuestra conciencia interna.

El significado detrás de Dhyana

A través del estado continuo de conciencia cultivado durante dharana, podemos preparar nuestras mentes para la práctica conocida como dhyana. Dhyana, el séptimo del camino de ocho ramas de Patanjali, utiliza este estado meditativo para llevar las cosas un paso más allá. Dhyana es la experiencia de abrir la conciencia y, por lo tanto, abrirte a las experiencias más sutiles de la vida. Algo más grande. Esta filosofía asume que aquello a lo que elegimos dedicar toda nuestra atención, en eso nos convertimos. Entonces sigue la lógica, si meditamos en la bondad, nos volvemos amables. Si nos enfocamos en el amor, nos convertimos en amor.

Cómo practicar Dharana

La práctica de dharana tiene que ver con concentrar la mente para prepararla para la meditación. Como el objetivo es canalizar su enfoque hacia un solo punto, puede practicar dharana haciendo algo tan simple como estar atento a la inhalación y exhalación de cada individuo durante su práctica de yoga. Otra forma de practicar dharana es encender una vela y usar la llama parpadeante como punto de enfoque.

No hay límite de tiempo o recomendación de cuánto tiempo hacer esto, depende totalmente de ti y de tu propio nivel de conciencia. Recuerda, esta exploración de la conciencia es un viaje hacia lo desconocido. Callarse y encontrar la quietud puede ser incómodo. Se trata de superar esta incomodidad y permanecer completamente involucradx en la experiencia donde sucede la magia.

Cómo practicar Dhyana

Este miembro es un poco más complicado de describir, ya que será una experiencia diferente para cada yogui individual. Practicar dhyana solo llega cuando uno se ha movido más allá de todas las ilusiones externas, siendo capaz de ver las cosas como realmente son. Al experimentar dharana, es posible que incluso pierda todos los sentidos en su cuerpo físico, se sienta de otro mundo, más liviano y con un hormigueo, todo porque está conectado con lo Divino.

Este tipo de meditación no se trata de pensar o abandonar todos los pensamientos. Se trata de eliminar las obstrucciones a la unidad porque la unidad siempre está aquí. La unidad siempre está disponible para nosotrxs si elegimos abrazarla. De esta forma, dhyana encarna la idea de vivir tu yoga. Cuando nos abrimos de esta manera, podemos abrir el telón de la realidad: finalmente podemos ver que todo es uno y que nada existe fuera del aquí y ahora.