Hamsa Upanishad (हंसोपनिषद्) – Completo
El Hamsa Upanishad (हंसोपनिषद्), es un texto breve en el que se habla de la importancia de alcanzar el Hamsavidaya, conocimiento del espíritu individual, como antesala para conocer Brahmavidaya o conocimiento del Universo. En otras palabras, habla de la importancia de la introspección del yoga, para poder alcanzar la Unión con el Ser Supremo, o el conocimiento del mismo, y poder librarse de la cadena de renacimientos, es decir, la liberación (Moksha).
A continuación, encontrarás los 21aforismos que conforman el Hamsa Upanishad. Esta traducción al español está basada en la traducción al inglés de Parimal Publications (2004), misma que estuvo disponible de manera abierta en sanskrit.gde.to (ya no existe el portal) y oshogulaab.com. Si quieres conocer el texto íntegro, puedes consultar las versiones que publicaron oshogulaab.com y mundognosis.com, dando clic en el nombre de cada portal.
Hamsa Upanishad
¡Om! Infinito es Aquél (Brahman) e infinito es éste (universo) El infinito proviene del infinito (Luego) al retirar la infinitud del infinito (universo) Sólo queda lo infinito (Brahman). ¡Om, paz en mí, paz alrededor mío, paz en las fuerzas que actúan sobre mí!
1. Gautama interpeló así a Sanatkumara:
Señor, tú conoces todos los dharmas y eres versado en todos los shastras.
Por favor, dime el modo en que puedo lograr el conocimiento del Brahmavidya.
2. Sanatkumara le respondió así:
Oye Gautama este tattva que declaró Parvati luego de haber investigado todos los dharmas y de averiguar la opinión de Shiva.
3. Este tratado acerca de la naturaleza del Hamsa, que otorga el fruto de la bienaventuranza y la salvación, y que es como un tesoro para el yogi, es una ciencia muy mística y no debe revelarse (al vulgo).
4. Explicaremos ahora la naturaleza verdadera del Hamsa y del Paramahamsa, para beneficio de aquel brahmachari (el estudiante célibe o el buscador de Brahman) que tiene los sentidos controlados, que es devoto de su guru, que contempla siempre al Hamsa y que así lo realiza.
5. Este (Hamsa) impregna todos los cuerpos como está el fuego (o el calor) en todas las clases de madera, o como está el aceite en todas las variedades de semillas de sésamo. Después de haberlo conocido de este modo, uno no se cruza con la muerte.
6. Luego de contraer el ano (comprimiéndolo con los talones), de hacer subir el vayu (aire) desde el (Mula-)adhara (chakra), de hacerlo circular tres veces alrededor del Svadhishthana, pasando a Manipuraka, cruzando luego Anahata, después controlando el prana en Vishuddha y llegando finalmente a Ajña, hay que contemplar en el Brahmarandhra (de la cabeza). Luego de haber meditado allí permanentemente en que “Yo soy de tres matras” uno conoce a su Mismidad y queda exento de las formas.
7. Este es el Paramahamsa (el Hamsa supremo o Mismidad superior) que tiene el esplendor de millones de soles y que impregna a todo este mundo.
8. (Este Hamsa cuyo vehículo es buddhi) tiene un óctuple vritti. (Cuando está) en el pétalo oriental, (la persona) tiene inclinación por las acciones virtuosas; en el pétalo sudoeste surgen el sopor y la pereza, etc, en el pétalo sur hay inclinación a la crueldad; en el sudoeste, hay inclinación al pecado; en el oeste, hay inclinación hacia los goces sensuales; en el noroeste surge el deseo de caminar y demás; en el norte surge el deseo de la lujuria; en el noreste aparece el deseo de amasar fortuna; en el medio (o en los espacios entre pétalo y pétalo) hay indiferencia a los placeres materiales. En el filamento (del loto) se genera el estado de vigilia; en el caliz se produce el svapna (estado onírico); en el bija (semilla del cáliz) se genera el su-shupti (estado de sueño profundo); cuando se sale del loto, está turya (el cuarto estado). Cuando el Hamsa se absorbe en el nada (sonido místico) se alcanza el estado allende el cuarto.
9. El nada (que está al final del sonido y más allá de la palabra y de la mente) es semejante a un puro cristal que se extiende desde el (Mula-)adhara hasta el Brahmarandhra. A eso es a lo que se llama Brahman y Paramatman.
(Aquí se enseña la realización del Ajapa Gayatri:)
10. Ahora bien, Hamsa es el rishi; el metro es avyakta gayatri; Paramahamsa es el devata (o divinidad presidente); el bija es “aham”, la shakti es “sa”; “so’ham” es el kilaka (cuña).
11. Así pues, son seis. En un día y una noche hay veintiun mil seiscientos Hamsas (o respiraciones). (¡Salve!) Surya, Soma, Nirañjana (el inmaculado) y Nirabhasa (exento de universo) Que ese incorpóreo y sutil me guíe (o ilumine mi entendimiento).
12. Vaushat a Agni-Soma. Luego vienen los anga-nyasas y los kara-nyasas 2 en el corazón y las demás (sedes).
13. Luego de haber hecho esto, hay que contemplar a Hamsa considerándolo el Atman, en el propio corazón.
14. Agni y Soma son sus alas (derecha e izquierda), el Omkara es su cabeza; el ukara y el bindu son respectivamente los tres ojos y el rostro; Rudra y Rudrani (la esposa de Rudra) son los pies y los brazos, Kala y Agni son sus dos costados. El kanthata 4 se realiza de dos formas (samprajñata y asamprajñata). Después de eso, el estado unmani es el fin del ajapa (mantra).
15. y 16. Después de haber reflexionado así sobre manas por medio de este (Hamsa), se escucha el nada después de haber pronunciado este japa(- mantra) un millón de veces. (Al nada se lo comienza a oír) en diez tipos. El primero es “chini” (como el sonido de esta palabra), el segundo es “chini-chini”; el tercero es un sonido de campana; el cuarto es el de la caracola; el quinto es el del tantiri (laúd); el sexto es el sonido del tala (tambor); el séptimo es el de la flauta; el octavo es el del bheri (tambor); el noveno es el del mridanga (doble timbal) y el décimo es el de las nubes (o sea el trueno).
17. (Con la iniciación dada por un guru) se puede percibir el décimo sin los nueve sonidos anteriores.
18., 19. y 20. En el primer nivel, el cuerpo se vuelve chini-chini; en el segundo, se produce la ruptura (bhanjana) (o afectación) del cuerpo; en el tercero se produce la perforación (bhedana); en el cuarto, se sacude la cabeza; en el quinto, el paladar segrega saliva; en el sexto se logra el néctar; en el séptimo aparece el conocimiento de las cosas ocultas del mundo; en el octavo se oye a Para-vak;en el noveno, el cuerpo se hace invisible y se desarrolla el ojo puro y divino; en el décimo se alcanza a Parabrahman en presencia del Atman.
21. Después, una vez destruida manas, cuando desaparece esa fuente de sankalpa y de vikalpa, por la destrucción de estos dos y cuando quedan quemados virtudes y pecados, entonces brilla cual Sadashiva, de la naturaleza de Shakti, que todo lo penetra, esencia misma del esplendor, inmaculado, eterno, sin tacha y quietísimo Om. Esta es la enseñanza de los Vedas, y así dice el upanishad.
¡Om! Infinito es Aquél (Brahman) e infinito es éste (universo)
El infinito proviene del infinito (Luego) al retirar la infinitud del infinito (universo)
Sólo queda lo infinito (Brahman).
¡Om, paz en mí, paz alrededor mío, paz en las fuerzas que actúan sobre mí!
Así finaliza el Hamsa Upanishad, perteneciente al Shukla-Yajur Veda.
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