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6 formas en las que el Pensamiento Espiritual puede reforzar la opresión y el racismo

A lo largo de la vida he conocido un sinfín de personas “espirituales” que predican el desapego y el pensamiento positivo como una manera de poder alcanzar la plenitud y la felicidad. Pero, la gran mayoría de estas personas (si no es que todas) predican desde el privilegio; son personas que nacieron en cuna de oro y predican mientras viajan a playas o destinos paradisiacos. Gente que no entiende que el predicar con el amor y la paz no resuelve ningún problema real, especialmente cuando tienes que esforzarte para poder continuar a pesar de este sistema.

Navegando en busca de información sobre la espiritualidad y el colonialismo me encontré con un artículo escrito por Virginia Rosenberg para la página Decolonizing Yoga en el que retoma el pensamiento espiritual y el daño que este hace en la sociedad desde un punto de vista del racismo. Después de leerlo me pareció muy prudente todo lo que dice y, además, creo que no solo aplica en el tema del racismo, sino que también entra en el del privilegio. Por lo mismo decidí traducir el texto, para que todas y todos los lectores de habla hispana podamos consultarlo y empaparnos un poco más sobre este tema.

El texto original fue escrito en inglés por Virginia Rosenberg para la página Decolonizing Yoga (publicado el 26 de noviembre de 2016) y puedes encontrarlo en el siguiente link: decolonizingyoga.com/spirituality-reinforce-oppression-and-racism/

6 formas en las que el Pensamiento Espiritual puede reforzar la opresión y el racismo

Hay un problema que acecha en el pensamiento y el diálogo “espiritual”.

Muchas personas que se ven a sí mismas como sanadoras, “semillas estelares” o maestrxs espirituales, están haciendo algo peligroso: difundir la violencia y la agresión bajo la apariencia de amor y luz.

En la conversación generalizada sobre la raza que está teniendo lugar en este momento, muchxs sienten que tienen buenas intenciones. La gente está contribuyendo sin pretender malicia conscientemente. Pero el racismo es complicado. El racismo no es una simple cuestión de “ser racista” o “’ no ser racista “. Es un tema histórico complejo, endémico que vive dentro de nuestra psique colectiva. A veces está en el trasfondo de la conciencia. A veces está en primer plano.

Pero siempre está ahí.

Nadie quiere ser dueño del racismo.

Nadie quiere identificarse con el agresor.

Y, sin embargo, los ideales abusivos impregnan nuestras conversaciones como un lobo con piel de oveja. Parece suceder “accidentalmente”. Inconscientemente. Como un desliz freudiano. Como un cáncer social. Es hora de abordar y corregir estas tendencias encubiertas. Si te importa sanar la disparidad dentro de ti y en el mundo, sigue leyendo.

Puede ser doloroso reconocer el racismo dentro de nosotrxs mismxs. Puede ser un desafío para nuestra identidad, nuestro sentido de estabilidad interior y puede romper nuestros corazones. Puede hacernos caer de rodillas.

Pero debemos estar dispuestxs a mirar.

Porque es más doloroso seguir adelante en la ignorancia, dejando morir a personas inocentes, o vivir con el miedo constante por su supervivencia. Cuanto más tratamos de distanciarnos o protegernos del monstruo del racismo, más profundo se vuelve su control.

En momentos como estos, nuestra identidad y nuestro corazón deben ser desafiados y quebrantados. Nuestros cimientos necesitan retumbar y temblar. Porque este es el camino de abrirse. Este es el camino al verdadero despertar. Es a través del compromiso directo y voluntario que sanamos en la unidad dentro de nosotrxs mismxs y del mundo.

Miremos a nuestra sombra, nuestra mayor maestra. Echemos un vistazo a lo que subyace a la formación de esta nación.

Los Estados Unidos de América (y prácticamente todos los países de América) se construyeron sobre la esclavitud, y la estructura de la sociedad moderna todavía se basa en esas raíces. Esas raíces se han convertido en partes de nosotrxs que operan sutilmente debajo de la superficie.

Vamos a movernos a través de nuestra oscuridad, sentirla y aprender de ella para salir al otro lado:

Juntxs. Enterxs. Intactxs. En solidaridad. En verdadera libertad.

Porque nadie es libre hasta que todos seamos libres.

Maneras en que las comunidades espirituales están participando en la violencia y cómo mejorar:

 1. “Permanecer sin ataduras”: elegir permanecer en silencio

Cuando eliges permanecer en silencio como una forma de ser “neutral” o “desapegadx”, dejas espacio para que los problemas persistan. Esto te debilita a ti y a tu comunidad, dejándonos a todxs en un terreno inestable.

Si alguien matara injustamente a un miembro de tu familia, ¿te gustaría que la gente se callara o se pronunciara en contra?

No hablar de los problemas que nos ocupa es una forma de evitar la responsabilidad. Cuando evitas la responsabilidad, comprometes su poder y refuerzas la injusticia.

Cómo hacerlo mejor:

Habla. Usa tu voz. Decide dónde estás paradx.

Participa en el diálogo. Escribe a tus representantes locales. Deja clara tu posición.

Discute tus experiencias personales con la raza. Habla sobre los eventos actuales. Escucha las perspectivas que comparten lxs demás. Mantente abiertx a aprender más sobre cómo opera el racismo.

2. “Enviando amor y luz”: Distanciándote

Algunas personas tienen la libertad y el privilegio de distanciarse del sufrimiento. Otrxs no lo hacen. Elegir “enviar amor y luz” es demasiado pasivo cuando se necesita una acción amorosa directa. Alejarse del conflicto y esconderse detrás de los privilegios es una táctica de autoconservación. Este acto de complacencia perpetúa la violencia y la muerte innecesaria.

Si tu vecinx se muriera de hambre, y tú lo supieras y tuvieras la capacidad de marcar una diferencia en su destino, ¿elegirías evitar su casa y “enviar amor y luz” desde la comodidad de tu habitación? “

Cuando tenemos capacidad para marcar la diferencia, es nuestra responsabilidad utilizarla de la manera más eficaz posible. Cuando eliges alejarte de la situación, te conviertes en aliadx de la violencia.

Cómo hacerlo mejor:

La oración es asombrosa. Por supuesto, envía amor, envía luz y cultiva la compasión. Pero hazlo de una manera real y eficaz que marque una diferencia palpable en la vida de las personas. Ora en voz alta con otras personas de tu comunidad.

Tus acciones son tu oración. “Reza para que llueva con una azada en la mano”. Aparécete. Defiende lo que sientes que es correcto. Busca lo que la gente necesita y cómo puedes ayudar.

Explora tu rol. Identifica tus contribuciones únicas y utilízalas.

3. “Mantener la vibración alta”: fomentar el entumecimiento

Enfatizar las “vibraciones positivas” versus las “emociones negativas” es otra forma de perpetuar la opresión a través del distanciamiento.

Ten cuidado con dar consejos que provengan del miedo. Decirle a lxs demás que “sean la luz” cuando experimentan reacciones emocionales intensas es desestabilizador y promueve la falsedad y la confusión. Manipular los sentimientos de lxs demás es psicológica y emocionalmente dañino.

Este tipo de consejo nos roba la soberanía interior personal. Nos aleja de una relación auténtica con nuestro sistema de navegación innato y previene la curación. También nos vuelve ineficaces para afrontar la realidad y contribuir a un cambio saludable.

Cómo hacerlo mejor:

Di la verdad. Fomenta la expresión de la emoción y abrázala. Mantente presente con lo que surja, sin intentar controlarlo o cambiarlo.

Honra la ira. La ira aclara. La ira alimenta la acción necesaria. La ira arde como el fuego de la iluminación. Honra la tristeza. La tristeza limpia. La tristeza cultiva la empatía. La tristeza sana nuestro corazón y nos une.

Confía en la inteligencia de las emociones humanas. Las emociones contienen información valiosa. Necesitamos sentirlo para curarlo. Mantén tus emociones y las de lxs demás, y quédate exactamente con lo que son. Esto mantiene tu vibración alta. Esto es desarrollar compasión y fuerza. Expresar verdaderos sentimientos y defender la justicia es difundir luz y positividad.

4. “Enfatizar la perspectiva espiritual”: Negar la realidad

Esto también se conoce como escapismo, negación o sucumbir a la fantasía.

Somos seres humanos. Que seamos seres espirituales no prevalece sobre nuestra humanidad. Accedemos a lo espiritual profundizando en nuestra humanidad.

Refiriéndose a los eventos actuales como un simple “detonante” muestra su distancia de siglos de discriminación. Hablar de los acontecimientos como “una ilusión del mundo material” te mantiene en la ilusión enfermiza de que no necesitas ser un agente de cambio. Retirarte a tu cueva personal segura de “paz interior” puede usarse fácilmente como un método para esconderte.

Cómo hacerlo mejor:

Ocúpate de LO QUE ES. Mantente PRESENTE con REALIDAD. Visualizar la paz mundial es genial. Lo que es aún mejor tomar medidas concretas para desarrollar esa visión en tiempo real. Ver el panorama general y enfatizar la fe puede ser útil, tranquilizador e inspirador. Comparte eso si te parece cierto, pero no dejes que eclipse las realidades vividas alternativas.

Respeta a la humanidad. El tuyo y el de todos. Se testigo de los efectos personales muy reales del racismo y la disparidad. Ponte en el lugar de otra persona. Nombra a las víctimas de la violencia y comunícate con aquellxs que están sintiendo el impacto.

Acepta tus errores, imperfecciones, falibilidades y vulnerabilidades, así como los de lxs demás. Esto te ayudará a asumir la responsabilidad de cómo existe la disparidad en tu vida y a motivar el cambio.

5. “Predicar con el privilegio”: ejercer el derecho como camino

Las personas privilegiadas están construyendo estilos de vida sobre la base de creencias espirituales tipo “Ley de Atracción” y compartiéndolas con insistencia dogmática. Hay un enfoque agresivo, más santo que tú, que prevalece en este comportamiento.

“Creamos nuestra propia realidad.” “Todo sucede por una razón.” “Lo que sacas es lo que atraes”. Estos son pensamientos aislantes, dañinos y que culpan a las víctimas para distribuirlos entre las personas que han sufrido traumas o sufrimientos como resultado de la locura social y la opresión centenaria.

Este tipo de creencias se homogeneizan: asumen un trasfondo de privilegio de experiencia de vida compartida. Tener privilegios se enfatiza como la norma. Adoptar estas creencias refuerza la hegemonía: mantener a quienes tienen privilegios en un estado de dominio sobre los demás. Este pensamiento promueve actitudes de derecho y asume que tener privilegios es la forma “correcta” de ser.

Cómo hacerlo mejor:

Sé humilde. Date cuenta de que hay muchas cosas que no sabes y muchas experiencias que quizás nunca soportarás. Acepta que tu perspectiva es limitada. Infórmate. Sal de tu caja de jabón. Escucha a otros. Conoce a las personas y dónde se encuentran.

Reconoce que es fácil abrazar perspectivas espirituales cuando estás bien alimentadx y regadx, educadx, vives en un ambiente hermoso, tus condiciones de vida son generalmente pacíficas y seguras, y tus amigxs y familiares en su mayor parte mueren de manera natural (es decir, que no se les priva sistemáticamente de recursos ni se los asesina sin sentido). Innumerables personas en la Tierra tienen antecedentes muy diferentes a los tuyos. Evita hacer suposiciones sobre lxs demás o decirles a lxs demás en qué creer.

Reconoce que las cosas que suceden en nuestro mundo no tienen sentido y no es necesario que intentes encontrarle sentido. Nunca culpes a una víctima por su sufrimiento.

6. “Recreando la ‘tribu'”: excluyendo la diversidad de tu zona de confort

Muchas personas espirituales se están uniendo para practicar y estudiar el bienestar a través de cosas como el yoga, la herboristería y la meditación. Reunirse para sanar con otrxs es algo maravilloso. Pero tiende a haber homogeneidad dentro de muchas de estas comunidades: un nivel compartido de privilegio, trasfondo y sistema de creencias.

Una cultura exclusiva puede desarrollarse a partir de estas reuniones, y esto puede limitar el poder curativo.

¿Dónde está la diversidad? ¿A quién se invita a compartir en entornos amorosos y sanadores? ¿Cómo se recibe a personas de diferentes orígenes y sistemas de creencias?

Cómo hacerlo mejor:

Expande tu zona de confort. Genera confianza y practica la sanación dentro de comunidades más amplias más allá de tus grupos familiares.

Crea invitaciones sencillas e intencionales para que personas de diferentes orígenes participen si lo desean. Diversifícate y explora la esfera social en entornos alternativos. Aprenda de profesores de diversos orígenes.

Crea un espacio para comunidades de curación, comunidades de color y género alternativo, comunidades de activistas y diversos rangos de edad para reunirse y compartir historias, perspectivas y necesidades. Busca formas de unir la experiencia, el conocimiento y las habilidades para apoyarse mutuamente en plenitud.

Aquí tienes la oportunidad de practicar lo que predica.

Demuestra compasión. Avanza hacia la construcción de la paz. Ve más allá de la burbuja de la separación espiritual y entra al mundo real.

Creemos una curación REAL, más allá de los límites y en todas las comunidades.

Unidxs, nos levantamos.

#BlackLivesMatter

#LoveAlwaysWins

Sobre la Autora

Virginia Rosenberg es una astróloga intuitiva y artista del movimiento sagrado cuyo trabajo se extiende por todo el mundo. Los extensos viajes internos y externos informan su perspectiva. El principal interés de Virginia es la curación natural de sí mismo y de la sociedad. Su formación académica formal es en estudios poscoloniales y de mujeres / género. Devota de toda la vida de las alquimias del movimiento: danza, yoga y artes marciales internas taoístas, imparte talleres y retiros para la sanación, el recuerdo de uno mismo y la conexión con la comunidad. Visite su sitio web y lea los pronósticos astrológicos mensuales en www.VirginiaRosenberg.com.

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