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La paradoja del yoga: cómo el yoga puede causar dolor y tratarlo

El yoga conlleva un riesgo mayor de lo esperado de dolor en la muñeca, el codo y el hombro, posiblemente debido a posturas como la del perro boca abajo, sugiere una nueva investigación.

Pero no todo son malas noticias. El mismo estudio se suma a la creciente evidencia de que el yoga puede ayudar a controlar el dolor lumbar y de cuello.

Estos hallazgos resaltan la compleja relación entre el yoga y el dolor musculoesquelético, la segunda causa más común de discapacidad en todo el mundo.

Nuestros hallazgos no sólo son importantes para las personas que practican yoga o están pensando en practicarlo, sino también para los profesores de yoga y los profesionales de la salud que tratan a pacientes con problemas musculoesqueléticos.

¿Qué hicimos?

Encuestamos a 354 personas que tomaron al menos una clase de yoga el año anterior en un estudio de yoga con dos ubicaciones en los suburbios de la ciudad de Nueva York. Los participantes eran principalmente mujeres (95%) y tenían una edad media de 45 años. El estudio ofrece clases de yoga estilo Vinyasa, yoga Iyengar y yoga prenatal, entre otros.

Los participantes completaron un cuestionario electrónico en línea para que pudiéramos evaluar su dolor musculoesquelético al principio. Luego nos pusimos en contacto con ellos nuevamente un año después para evaluar el efecto del yoga sobre el dolor de huesos, articulaciones y músculos en cualquier región del cuerpo.

En ese momento, les preguntamos sobre el efecto del yoga sobre su dolor (si pensaban que el yoga lo había causado, lo había empeorado, no había tenido ningún efecto o lo había mejorado) y la intensidad del dolor.

Cuando las personas informaron que el yoga causaba dolor, les pedimos que nos dijeran si sintieron el dolor durante la clase de yoga (y en qué posición), dentro de una hora después de la clase de yoga o al día siguiente.

¿Qué encontramos?

Casi el 87% de los participantes informaron dolor musculoesquelético al año. De aquellos que reportaron dolor en al menos una región del cuerpo, la mayoría (66%) dijo que el yoga mejoró su dolor de huesos, músculos y articulaciones, particularmente el dolor de cuello y espalda.

Sin embargo, el 21% dijo que el yoga empeoraba su dolor y más del 10% dijo que el yoga había causado el dolor particularmente en las extremidades superiores (mano, muñeca, codo, hombro). Esto posiblemente se debió a posturas, como la del perro boca abajo, que requieren que pongas peso en esta parte del cuerpo.

Un gran número (44%) dijo que el yoga no afectó su dolor. Como se pidió a los participantes que revisaran todas las regiones del cuerpo donde tenían dolor, algunos participantes pueden haber informado que el yoga ayuda en una región pero causa dolor en otra, por lo que estos números superan el 100%.

Más de la mitad de las lesiones fueron menores, mientras que otras resultaron en un tiempo sin practicar yoga (39%) o dolor que duró más de tres meses (42%). Las personas que padecían dolor musculoesquelético relacionado con el yoga calificaron su dolor entre dos y cinco (en una escala de cero a diez).

Si bien no preguntamos cómo se produjeron estas lesiones, investigaciones anteriores sugieren que el esfuerzo excesivo, la instrucción inadecuada y la técnica deficiente aumentan el riesgo de lesiones.

¿Cómo se compara esto con otras investigaciones?

Nuestro estudio, que muestra que el yoga causa dolor en el 10% de las personas durante un año, tiene tasas de dolor mucho más altas que otros estudios, que anteriormente informaron niveles del 1% y el 2,4%.

Una razón para nuestras cifras más altas podría ser que hicimos un seguimiento de los participantes durante un año, lo que proporciona una estimación más precisa que estudios anteriores que evaluaron a las personas en un momento dado.

Sin embargo, nuestro estudio tiene buenas noticias para las personas que practican yoga, ya que respalda la creencia común de que el yoga puede ayudar con el dolor de cuello y espalda. Nuestro estudio también confirma investigaciones recientes que muestran los efectos beneficiosos del yoga para el dolor lumbar crónico.

Si bien nuestra investigación va en parte hacia la investigación de la compleja relación entre el yoga y el dolor, nuestra muestra fue limitada. Por lo tanto, las investigaciones futuras deben analizar las lesiones causadas por el yoga entre los participantes masculinos y más jóvenes, que pueden ser más típicas de quienes practican yoga en los centros urbanos.

Entonces, ¿cuál es el mensaje final?

  • Las personas deben practicar yoga concienzudamente y ser conscientes de la posibilidad de sufrir lesiones. Deben limitar el tiempo que pasan con el peso en los brazos (como la postura del perro boca abajo), especialmente si tuvieron una lesión previa.
  • Los profesores de yoga deben informar a los participantes sobre la posibilidad de lesiones y animarlos a abandonar posiciones que les resulten incómodas o inseguras. Deberán comunicarse con los fisioterapeutas para modificar las posiciones cuando los participantes se estén recuperando de una lesión.
  • Los pacientes deben discutir con fisioterapeutas y médicos si tienen la intención de practicar yoga y evaluar los posibles riesgos, beneficios y modificaciones que pueden hacer que la práctica de yoga sea más segura.

Nota: Esta nota está basada en la que se publicó Jo Adetunji para theconversation.com en y fue traducida para que el público hispanohablante pueda conocerla. Puedes consultar la nota completa en idioma original (inglés) en https://theconversation.com/the-yoga-paradox-how-yoga-can-cause-pain-and-treat-it-80138

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