Katha Upanishad: Sexto Valli
En el Sexto Valli del Katha Upanishad, mismo que se encuentra en el Segundo Adhyaya (Capítulo), Yama continúa hablando sobre el Karma y el renacimiento; aquí explica que, quienes no conocen la verdadera naturaleza de Atman, o el Ser, regresarán al mundo de la creación (el físico). Y, a raíz de esto, empieza a hablar de la importancia de la práctica de Yoga
A continuación, encontrarás los 19 versos que conforman el Sexto Valli del Katha Upanishad. Esta versión del Katha Upanishad es una versión recopilada en la biblioteca de la del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa, y no se indica quién realizó la traducción de la misma. Si quieres consultar el texto original, puede hacerlo en la página de la biblioteca (bibliotecadigital.ilce.edu.mx ) o dando clic aquí.
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Sexto Valli
2.6.1. “Hay un árbol muy antiguo cuyas raíces crecen hacia arriba y sus ramas hacia abajo; ése en verdad se llama lo Radiante, Brahma, pues él solo es el inmortal. Todos los mundos están contenidos en él, nada va más allá. Esto es.
2.6.2. “El mundo entero, cuando sale de Él, tiembla en su aliento, pues Brahma es un gran terror, como una espada desenvainada. Aquellos que le conocen alcanzan la inmortalidad.
2.6.3. “Del terror de Brahma arde el fuego y el sol; de su terror Indra, Vayu y la muerte escapan corriendo.
2.6.4. “Si un hombre no puede comprender esto antes de que su cuerpo caiga en pedazos, tendrá que tomar otro cuerpo en los mundos de la creación.
2.6.5. “Como en un espejo, así es este cuerpo (donde Brahma puede ser visto claramente); como un sueño, así es visto en el mundo de los Padres; como en el agua, así es visto en el mundo de los Gandharvas; como en la luz y en la sombra, así es visto en el mundo de Brahma.
2.6.6. “Habiendo comprendido que los sentidos son distintos del alma, y que su ascenso y declive a ellos pertenece, el sabio deja de sufrir.
2.6.7. “Más allá de los sentidos está la mente, más allá de la mente está el Ser supremo, más allá del Ser supremo está el Gran Ser, más allá del Grande, el Oculto.
2.6.8. “Más allá del Oculto está la Persona, el omnipresente, completamente imperceptible. Las criaturas que le conocen son liberadas y obtienen la inmortalidad.
2.6.9. “Su forma no puede ser vista, pues nadie puede contemplarle con los ojos. Sólo puede ser conocido con el corazón, que se halla más allá de la sabiduría y la mente. Sólo aquellos que saben esto son inmortales.
2.6.10. “Cuando todos los sentidos y la mente son sometidos, el sabio alcanza el estado supremo.
2.6.11. “Esto, el sujetar firmemente los sentidos y la mente, es lo que se llama Yoga. Quien alcanza la conciencia del Yoga no debe ser negligente, pues el estado de Yoga va y viene como un vagabundo errante.
2.6.12. “El no puede ser alcanzado con la palabra, con la mente o con el ojo. ¿Cómo puede ser percibido excepto por aquel que conoce su Santa Palabra?
2.6.13. “Mediante el Verbo tiene que ser percibido. Cuando el Ser ha sido percibido mediante el Verbo, la realidad se revela a sí misma.
2.6.14. “Cuando cesan todos los deseos que moran en el corazón del mortal, éste se convierte en inmortal y se funde con Brahma.
2.6.15. “Cuando todas las ataduras mundanas son cortadas aquí en la tierra, el mortal alcanza la inmortalidad. Esta es la única enseñanza que el verdadero sabio tiene que aprender; todas las demás enseñanzas, aunque notables, son para aquellos que no han levantado aún todos los velos de la ignorancia.
2.6.16. “Hay ciento un arterias en el corazón, de las cuales una penetra en la corona de la cabeza. Saliendo por ella, el hombre al morir llega al Inmortal.
2.6.17. “La Persona está constantemente asentada en el corazón de los hombres. ¡Que el hombre alcance el verdadero Ser que está en el interior de su cuerpo y medite en él con firmeza! ¡Conozca, pues, a ese Ser como lo Radiante y lo Inmortal!”
2.6.18. Habiendo recibido este Conocimiento enseñado por la Muerte y la meditación en el Yoga, Nachiketa se liberó del sufrimiento y de la muerte y obtuvo el estado de Brahma. Así será con cualquier otro que conozca todo lo que se refiere al Ser.
2.6.19. ¡Qué él proteja a maestro y discípulo! ¡Qué él goce de ambos! ¡Juntos adquiramos la fuerza! ¡Qué se ilumine nuestro Conocimiento! ¡Dejemos nuestras disputas para siempre! ¡Om! ¡Paz! ¡Paz! ¡Paz! ¡Hari, Om.
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