Bhagavad-gītā: Capítulo 4 – La Sabiduría
En el cuarto capítulo del Bhagavad-gītā (Bhagavad Gita) Krishna le habla a Arjuna sobre la reencarnación y la naturaleza de los avatares del dios Vishnu (Krishna es uno de ellos); también habla de cómo es que se puede romper el ciclo de los nacimientos y muertes (reencarnación). Define la acción y la inacción, y cómo es que las intenciones deben estar libres de deseo y de codicia, quemando el karma: Un hombre tal, que ha renunciado al fruto de sus acciones, está siempre contento y libre de toda dependencia; y aunque interviene en la acción, él no actúa.
A continuación, encontrarás los 42 versos, que conforman el cuarto capítulo del Bhagavad-gītā (Bhagavad Gita) tal cual fueron traducidos al español, por lo que no encontrarás ninguna nota al pie de página, ni ningún tipo de comentario del mismo. Decidimos subirlo de esta forma, porque creemos que la mejor forma de tener un primer acercamiento a este tipo de textos es con tu interpretación propia; por lo que, sin embargo, recomendamos que, al terminar con la lectura, busques alguna versión comentada que te ayude a profundizar en el texto.
En este caso, la traducción al español fue realizada por Julio Pardilla, y que fue subida a la página de la Sociedad Biosófica (sociedadbiosofica.org). Cabe mencionar que, el portal mencionado no tiene ningún vínculo al PDF original y solo se puede llegar a él a través de una búsqueda de Google. Por otro lado, no encontré ninguna referencia al traductor en ningún lugar; solo una página de Amazon a lo que era el libro del Bhagavad Gita, pero en la que no se puede comprar el libro y en la que no aparece información del mismo. Si quieres consultar la publicación original (con varias notas al pie de página y una introducción muy completa) da clic aquí.
A continuación, encontrarás los 18 capítulos del Bhagavad-gītā traducidos al español.
KRISHNA:
1. Yo revelé este eterno Yoga a Vivasvan, el sol, padre de la luz. Y éste a su vez se lo reveló a Manu, el padre del hombre e hijo de Vivasvan. Y Manu a su vez lo reveló a su hijo, el rey Ikshvaku, el santo.
2. Y así sucesivamente fue revelado de padres a hijos, siguiendo la dinastía de los Rajarsis (reyes santos). Pero sobreviniendo la decadencia, los hombres olvidaron este Conocimiento, hace ya muchísimo muchísimo tiempo.
3. Mas hoy, este Conocimiento eterno te está siendo revelado por Mí. Por tu amor por Mí, y porque soy tu amigo, te revelo este Secreto Supremo.
ARJUNA:
4. Tú naciste después que el sol; el sol ya existía antes que Tú. Por esto, no entiendo que quieres decirme cuando proclamas: “Yo revelé este Yoga a Vivasvan.”
KRISHNA:
5. ¡Oh, Arjuna! Yo he nacido muchas veces y lo mismo tú, Arjuna. Pero Yo recuerdo todas mis vidas pasadas, mientras que tú las has olvidado.
6. A pesar de que nunca nací, pues soy eterno e imperecedero, soy el Señor de todo; por medio de mi maravilloso poder, vengo a este mundo manifiesto.
7. Siempre que el bien decae extinguiéndose poco a poco, predominando en su lugar la maldad y el orgullo, Mi Espíritu se manifiesta en forma humana sobre esta tierra.
8. Para salvar a aquéllos que hacen el bien y destruir a aquéllos que actúan con maldad, para así restablecer el reino de la Verdad, Yo vengo a este mundo era tras era.
9. Aquél que me reconoce como Dios y me adora con sus obras, se liberará del ciclo de nacimientos y muertes después que abandone su cuerpo físico; pues ciertamente viene a Mí.
10. Todos aquéllos que han venido a Mí con confianza, han quedado llenos de mi Espíritu. Y mi paz les ha librado de la esclavitud a las pasiones, los miedos y la ira; purificándose así en el fuego de la sabiduría.
11. Según la manera en que los hombres se abren a Mí, así yo me muestro a ellos. Tal y como me aman, yo les amo. Pues, aunque muchos son los senderos del hombre, finalmente todos llegan a Mí.
12. Aquéllos que buscan placeres y poderes en esta tierra ofrecen sus obras a los dioses de la tierra. Pues las obras que los hombres hacen en este mundo traen rápidamente éxito y poder.
13. El orden de las cuatro castas surgió de Mí, en concordancia a la naturaleza de sus acciones y la condición de su Karma. Pero has de saber que, aunque soy el autor, Yo estoy más allá de las acciones; soy eterno e inmutable.
14. La naturaleza de las acciones no me afectan ni siento preferencia por sus frutos, pues libre estoy de deseos. El que así me reconoce, sabiendo que es verdad, encuentra libertad en su trabajo.
15. Conocedores de estas verdades eran antiguamente los hombres, por lo cual, a través de su trabajo hallaban liberación. Haz tú lo mismo; realiza tu trabajo en esta vida, con el mismo espíritu que aquéllos realizaron el suyo.
16. ¿Qué es la acción? ¿Qué es la inacción? Incluso algunos sabios no ven diferencia entre ambas. Te enseñaré la Verdad que hace que una acción sea pura, y esta Verdad te hará libre.
17. Así sabrás qué es la acción, al tiempo que reconocerás qué es una acción mala. Y también aprenderás una acción que se realiza en silencio: misterioso es el sendero de la acción.
18. El hombre que trabaja en silencio, y que sabe que el silencio es trabajo, sin duda es un iluminado y en su trabajo encuentra paz en verdad.
19. Aquél cuyas intenciones están libres del deseo y la codicia, y que ha quemado ya todo su karma en el fuego del Conocimiento: a tal hombre llaman sabio aquéllos que pueden ver.
20. Un hombre tal, que ha renunciado al fruto de sus acciones, está siempre contento y libre de toda dependencia; y aunque interviene en la acción, él no actúa.
21. Sin esperar nada a cambio, él actúa solamente con su cuerpo, manteniendo su mente bajo control, entregando todo lo que tiene: de este modo, él queda libre de pecado.
22. Él se contenta con cualquier cosa que el destino le depara, pues está más allá de la dualidad de este mundo. Se muestra íntegro tanto en el éxito como en el fracaso, sin ningún síntoma de celos. Sus acciones no le atan.
23. Esto es liberación: Su mente ha encontrado paz en la sabiduría y está libre de toda atadura, sus obras son actos de amor devocional. Las acciones de un hombre así son puras.
24. Quien ve a Dios en todo lo que hace, en verdad llega a Dios. A Dios dirige su adoración, y a Él ofrece su ofrenda: que es Dios mismo, ofrecido en el fuego de Dios.
25. Hay yoguis que ofrecen sus sacrificios a los dioses, pero no hay más alto sacrificio en este mundo, que aquél que ofrece su propia alma para ser consumida en el fuego de Dios.
26. Para experimentar el fuego de la armonía interior, algunos recogen sus sentidos exteriores, valiéndose de la oscuridad. Mientras que otros se valen de la oscuridad para entregarse al fuego de los sentidos externos.
27. Otros incluso entregan su aliento de vida, al igual que sus poderes y capacidades, en el fuego de la unión interna, iluminada por una visión deslumbrante.
28. Otros, fieles a votos austeros, ofrecen sus posesiones y riquezas o mortificaciones o prácticas de yogas, o estudios de las sagradas escrituras, o sus propias capacidades y conocimientos.
29. Algunos ofrecen el aliento de exhalación dentro del aliento de inhalación, y a su vez, el aliento de inhalación dentro del aliento de exhalación, buscando la armonía, y el flujo de su aliento es calmo y transcurre en paz.
30. Y hay otros que regulan su alimento y ofrecen su vida a la vida. Todos ellos saben lo que es el sacrificio, y por medio de él se libran de sus impurezas.
31. A aquéllos que no ofrecen su vida en sacrificio, no les pertenece ni este mundo ni el que haya de venir. Mientras que aquéllos que comen de lo que queda después de las ofrendas, llegan a Brahma.
32. El hombre se entrega en muchas formas de sacrificio y de muchos modos ellos llegan a Brahman. Has de saber que todo sacrificio es una acción santa; sabiendo esto puedes ser libre.
33. El sacrificio del Conocimiento es el más alto de todos los sacrificios materiales. Pues el Conocimiento es la meta a la que conducen todas las acciones santas.
34. Todo aquél que haya visto la Verdad puede ser tu maestro en el Conocimiento. Póstrate ante él y pídeselo. Sé su sirviente.
35. ¡Oh, Arjuna! Cuando lo recibas, este Conocimiento te sacará del mundo de la confusión, dándote clara visión. Verás que todo está en tu corazón, y que tu corazón está en Mí.
36. Aunque fueses el pecador más recalcitrante, si te subes a la barca del Conocimiento, con toda seguridad podrás cruzar el océano de la ilusión y la maldad.
37. Al igual que el fuego reduce todo combustible a cenizas, el fuego del Conocimiento eterno aniquila todo apego a la acción.
38. Porque no hay nada más puro que este Conocimiento. Poniéndonos en contacto con él, también nos haremos puros. El hombre que vive en armonía interior realiza que la Verdad está dentro de él, y ahí la encuentra.
39. Sólo el hombre de fe es el que alcanza el Conocimiento. Pues vive en armonía y su fe es su vida. Quien recibe el Conocimiento y practica este Yoga Supremo, pronto alcanza la paz suprema.
40. Pero el hombre que vive en la duda, careciendo de fe y de Conocimiento, está perdido, pues su mente está confusa. El hombre que vive en la duda no encontrará gozo ni en este mundo ni en el que haya de venir.
41. Aquél que cuida con amor su experiencia interior, que hace que sus acciones sean puras por la práctica del Yoga, y que mediante el Conocimiento destruye sus dudas, estará siempre libre de las ataduras que crean la acción egoísta.
42. Así pues, oh Arjuna, destruye con la espada del Conocimiento las dudas que nacen de la ignorancia que habita en tu corazón. Mediante el Yoga, hazte uno con esta armonía que hay en tu interior. ¡Levántate, gran guerrero, levántate!
A continuación, encontrarás los 18 capítulos del Bhagavad-gītā traducidos al español.
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