Espiritualidad plástica, magia, capitalismo y apropiación cultural

La espiritualidad está de moda. Basta con entrar a las redes sociales para encontrarte con un sinfín de personas hablando de su espiritualidad, mostrando su carta diaria del tarot o algún ritual de purificación. Cada vez es más fácil ver gente encendiendo sus inciensos o sahumerios o usando algún cuarzo purificado a la luz de la luna para limpiar las vibras de su hogar. La venta de aceites esenciales, cristales y minerales, japa malas, ojos de venado, libros de mandalas y demás objetos espirituales se han ido al cielo.

Incluso es común encontrarse pulseras en las que se puede a preciar una flor de loto, una mano de fátima, un ojo de Horus, un cuarzo y ojo de venado; todo junto en la misma pulsera para alejar las malas vibras. En fin, un mumbo jumbo espiritual en el que se mezclan todo tipo de culturas en busca de una nueva espiritualidad que se adapte a nuestros tiempos. Una herencia que vamos arrastrando desde finales del siglo XIX, con la llegada del Nuevo Pensamiento, los Trascendentalistas y la Sociedad Teosófica. ¿Y eso qué es?

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Son grupos de pensadores/intelectuales (no ahondare mucho en su historia por ahora) que empezaron a buscar nuevas formas de entender el mundo; empezaron a realizarse nuevas preguntas, mismas que les llevaron a adentrarse en el esoterismo y, por ende, en las culturas nativas americanas, en las orientales y en la cábala, entre otras. Estos dos grupos[1], junto a otros, empezaron a incorporar todo tipo de prácticas esotéricas, provenientes de todas las culturas, y sacándolas de su propio contexto. Empezaron a apropiarse de la espiritualidad de otras culturas, para crear un esoterismo[2] occidental enfocado en responder respuestas que van más allá de lo material[3].

Aunque la Sociedad Teosófica ya no tiene tanta influencia en el mundo moderno, y el Nuevo Pensamiento deformó en el New Age, la mezcolanza de ritos esotéricos-espirituales se permeó en la sociedad contemporánea. Sin embargo, todos esos ritos se basan en las enseñanzas de estos grupos y su contexto quedó completamente en el olvido. Hoy en día, quienes pertenecemos a la cultura dominante (blancxs de clase media y alta) solemos usar estos rituales descontextualizados en busca de una salud mental o espiritual. Pero… esta no es más que una espiritualidad plástica que deriva de la apropiación cultural y el colonialismo. ¿Qué? Vamos paso a paso.

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El término Chamán Plástico es un peyorativo que se aplica a las personas que se hacen pasar por chamanes o líderes espirituales, pero que no tienen una conexión genuina con las tradiciones o culturas que dicen representar, o que, aunque sí tengan alguna relación, busca descontextualizarla para poder explotarla para fines económicas. En otras palabras, son personas que buscan lucrar con alguna práctica chamánica/espiritual, engañando a quienes lxs contratan. De esta forma, cuando hablamos de Espiritualidad Plástica nos referimos a las prácticas espirituales o chamánicas completamente descontextualizadas y que se dan en un mundo capitalista, con la finalidad de generar intercambios económicos; por ejemplo, los sahumerios y talismanes que se venden en todo tipo de tiendas y bazares.

Por otro, la Apropiación Cultural se refiere a la al uso de elementos culturales, de una cultura históricamente reprimida, por parte de miembros de una cultura dominante. Hasta este punto, podría no parecer algo negativo. Sin embargo, debes entender que, el tomar o utilizar cosas de una cultura oprimida, especialmente cuando no muestras respeto real hacia la misma, es un acto racista y opresor. La apropiación es una forma de colonización, de control y menosprecio a otras culturas, pues la cultura dominante las define y las altera a su antojo[4].

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Entonces… ¿Está mal hacer uso de las prácticas espirituales-chamánicas que están fuera de nuestra cultura? Sí y no, todo dependerá de la manera en la que las utilices. Para nadie es un secreto que, la espiritualidad, más allá de su relación con lo esotérico, nos puede ayudar a mantener una buena salud mental y, por ende, a vivir en armonía. Tampoco es un secreto el hecho de que, si realmente crees en alguna práctica chamánica-espiritual, podrías beneficiarte de ella al cambiar tu percepción[5]. Por lo tanto, el hacer uso de estas prácticas puede ser muy sanador para el cuerpo, la mente y el alma.

Sin embargo, creo que es importante entender por qué estamos haciendo uso de estas prácticas y de donde vienen. Por un lado, debemos entender que son prácticas que surgen del colonialismo y que son producto de un proceso capitalista que busca beneficiarse de estas prácticas. Por el otro lado, debemos ahondar en el contexto de cada uno de los elementos y prácticas a las que recurriremos en pos de la armonía mental/espiritual. En otras palabras, debemos evitar caer en la Apropiación Cultural y buscar rendirle un tributo a la cultura de la que estamos tomando cada una de las prácticas. Eso incluye el no mezclar elementos de diferentes culturas o creencias en un mismo rito o amuleto, entre otras cosas.

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[1] No quiero encasillarlos en corrientes de pensamiento o movimientos para no caer en ningún error.

[2] En aquél entonces se hablaba más de esoterismo que de espiritualidad.

[3] Un detalle que me encanta de La Llamada de Cthulhu, cuento de H.P. Lovecraft, es que, gran parte de lo acontecido se debe a los Teosofos que se dedicaron a buscar los rituales de los seguidores de Cthulhu.

[4] Recomiendo leer este artículo (de donde saqué la cita) de Dani y Maureen en Proyecto Kahlo: https://www.proyecto-kahlo.com/2016/01/cuando-la-cultura-dominante-se-apropia/

[5] Si crees que el sahumerio realmente limpia las malas vibras de tu casa, podrías sentir que tu casa está libre de malas vibras después de aplicarlo; o si crees que un trébol de cuatro hojas te traerá suerte, podrías llegar a tener más suerte; sea o no sea completamente cierto, tu percepción del mundo y tu actitud cambiará durante un tiempo, permitiéndote sentir que tuviste más suerte de la normal.