Discurso de Swami Satchidananda en Woodstock

El 15 de agosto de 1969 es una fecha emblemática en la historia del Yoga Occidental. Y es que, ese día, en Bethel, Nueva York inició el Festival de Música y Arte de Woodstock. ¿Y esto qué tiene que ver? Bueno, ese día, Swami Satchidananda abrió el festival, difundiendo la filosofía del yoga, de una manera muy sencilla y práctica. Ante más de 50,000 personas, el Swami inició hablando de la importancia de la música para alcanzar la armonía, pues la energía del sonido controla el universo. También habló sobre la paz y el cómo debemos de dejar de luchar por ella, y simplemente debemos buscarla en nuestro interior.

Retomó la idea de la energía del sonido para hablar de las palabras semilla, o mantras, e invitando a toda la audiencia a cantar dos mantras: Hari Om y Ram. Y, de esta forma, dio como inaugurado el festival de música más importante de la historia.

Si quieres conocer el discurso completo de Swami Satchidananda en Woodstock, te invito a seguir leyendo, pues lo encontrarás completo a continuación. Es importante mencionar que, este texto fue tomado de la página del gurú (swamisatchidananda.org) en marzo del 2014, y que ya no se encuentra en el portal desde el 2015.

Swami Satchidananda en Woodstock

15 de agosto, 1969

Mis amados hermanos y hermanas:

Estoy abrumado por la alegría de ver a toda la juventud de Estados Unidos reunida aquí en nombre del bello arte de la música. De hecho, a través de la música, podemos hacer maravillas. La música es un sonido celestial y es el sonido el que controla todo el universo, no las vibraciones atómicas. La energía del sonido, el poder del sonido, es mucho, mucho mayor que cualquier otro poder en este mundo. Y una cosa que desearía que todos recordaran es que con el sonido podemos hacer y, al mismo tiempo, romper. Incluso en el campo de batalla, para convertir el tierno corazón en un animal, se utiliza el sonido. Sin esa banda de guerra, ese sonido terrible, el hombre no se volverá un animal para matar a sus propios hermanos. Entonces, eso demuestra que se puede romper con el sonido, y si nos importa, también podemos hacerlo.

Por eso estoy muy feliz de ver que todos estamos aquí reunidos para crear algunos sonidos, para encontrar esa paz y alegría a través de la música celestial. Y me siento realmente muy honrado por haber tenido la oportunidad de abrir este gran, gran Festival de música. Debería haber venido un poco antes para hacer ese trabajo, pero como todos saben, miles de hermanos y hermanas están en camino y no es tan fácil llegar aquí.

Estados Unidos lidera al mundo entero de varias maneras. Hace muy poco, cuando estaba en Oriente, el nieto de Mahatma Gandhi me conoció y me preguntó qué estaba pasando en Estados Unidos. y dije: “Estados Unidos se está convirtiendo en un todo. Estados Unidos está ayudando a todos en el campo material, pero ha llegado el momento de que Estados Unidos ayude al mundo entero también con la espiritualidad “. Y es por eso que, a lo largo y ancho, vemos personas: miles de personas, con mentalidad de yoga, con mentalidad espiritual. Todo el mes pasado estuve en Hawai y estuve en la costa oeste y lo presencié de nuevo.

Entonces, dejemos que todas nuestras acciones y todas nuestras artes expresen el Yoga. A través de ese arte sagrado de la música, encontremos la paz que invadirá todo el mundo. A menudo escuchamos a grupos de personas gritando: “Lucha por la paz”. Todavía no entiendo cómo van a luchar y luego encontrar la paz. Por lo tanto, no luchemos por la paz, sino que encontremos la paz dentro de nosotros mismos primero.

Y el futuro del mundo entero está en tus manos. Puedes hacer o deshacer. Pero, realmente estás aquí para hacer el mundo y no para romperlo. Lo estoy viendo. Aquí hay una mano de obra dinámica. Los corazones se encuentran. Ayer mismo estuve en Princeton, en Stony Brook, en un monasterio, donde se reunieron unos doscientos o trescientos monjes y monjas católicos y me pidieron que hablara con ellos bajo el título “Oriente y Occidente: un corazón”. Aquí, realmente me pregunto si estoy en el Este o en el Oeste. Si estas imágenes o las películas se van a mostrar en la India, ciertamente nunca creerán que esto se toma en Estados Unidos. Porque aquí, Oriente ha entrado en Occidente. Y de todo corazón deseo un gran, gran éxito en este Festival de música para allanar el camino a muchos más festivales en muchas otras partes de este país.

Pero todo el éxito está en sus manos, no en manos de unos pocos organizadores. Naturalmente, se han presentado para hacer algún trabajo. Los he conocido. Los admiro. Pero aun así, en tus manos, está el éxito. El mundo entero va a ver esto. El mundo entero sabrá lo que la juventud estadounidense puede hacer a la humanidad. Por tanto, cada uno de vosotros debería ser responsable del éxito de este Festival.

Y, antes de concluir mi charla, me gustaría que todos se unieran a mí y a nuestro grupo aquí para repetir un canto muy simple. Como les recordaba el poder del sonido, hay ciertos sonidos místicos que la terminología sánscrita dice que son el bijakshara, o las “palabras semilla”. Usaremos tres palabras semilla, o palabras místicas, para formular los cánticos. Y si todos se unen de todo corazón, después del canto tendremos al menos un minuto completo de silencio absoluto. Ni siquiera las cámaras harán clic en ese momento. Y en ese período de silencio, ese minuto de silencio, vas a sentir el gran, gran poder de ese sonido y la maravillosa paz que puede traer a ti y al mundo entero. Tengamos una muestra de eso ahora. Las palabras serán: “Hari” es una palabra. “Om” es otra palabra. El primer canto tendrá estas dos palabras: “Hari Om Hari Om, Hari Hari Hari Om”. La segunda línea será “Hari Om, Hari Om, Hari Hari Om”.

Habrá otro cántico después: solo una palabra, “Ram”. Repetiremos: “Rama Rama Rama Rama Rama Rama Rama Ram”. Es una muestra. Es muy fácil de seguir con todos y también tendremos un suave aplauso. Entonces, ahora comenzaremos con un ritmo lento y lo construiremos gradualmente. Ahora les pediré a todos mis amigos que se unan a mí. Repetiremos la línea una vez, luego le permitiremos seguir. (Todo el festival cantó el canto “Hari Om” juntos).

Muchas gracias a todos. Y una vez más, permítanme expresar mi más sincero deseo y oraciones por el éxito y la paz de esta celebración. Gracias.