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La ciencia del cerebro detrás de la meditación

Formas sorprendentes en que la meditación puede ayudar a que tu cerebro se mantenga activo a medida que envejece y mejora la memoria y la concentración.

Traducción de la nota de Ann Swanson para Yoga Journal.

Por Ann Swanson

Los humanos poseen un superpoder único entre los del reino animal: la capacidad de evaluar el pasado y planificar el futuro. Desafortunadamente, este avance evolutivo tiene un costo emocional: arrepentimiento y preocupación, ambos a menudo como resultado de no estar en el momento. Las investigaciones muestran que cuanto más tiempo pasas divagando (sin estar presente), menos probable que seas feliz. De hecho, los humanos dedican la friolera de 47 por ciento de sus horas de vigilia a viajar mentalmente en el tiempo.

Afortunadamente, puedes desarrollar la conciencia del momento presente a través de la meditación. Los avances recientes en dos áreas científicas clave de estudio, la neuroimagen y la neuroquímica, nos permiten ver los cambios cerebrales mensurables que resultan de la meditación y conducen a una mejor cognición y estado de ánimo.

¿Qué es la neuroimagen?

La tecnología moderna de neuroimagen, como las máquinas fMRI (imágenes por resonancia magnética funcional), proporciona exploraciones cerebrales más detalladas que nunca. Los investigadores ahora pueden ver los efectos a largo plazo de la práctica de la meditación sobre la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones, especialmente en respuesta al aprendizaje o la experiencia de algo nuevo.

Así como el ejercicio desarrolla tus músculos, practicar la presencia a través de la meditación fortalece las conexiones neuronales. La meditación, las asanas y el pranayama estimulan el cerebro, lo que ayuda a prevenir la atrofia y el deterioro funcional. Se han visto efectos positivos en meditadores de mucho tiempo que practican por tan solo 10 minutos al día.

La meditación parece retardar la reducción natural del tejido cerebral que viene con el envejecimiento y mejora la cognición y la memoria. La investigadora de Harvard, Sara Lazar, descubrió que los meditadores de 40 a 50 años tienen estructuras cerebrales clave similares a las de los no meditadores de 20: la materia gris aumenta en la corteza prefrontal, lo que mejora el enfoque, la resolución de problemas y la regulación de las emociones. El sistema límbico, una red compleja del cerebro responsable del comportamiento, las emociones y los instintos de supervivencia, también se altera con la meditación. El hipocampo se espesa, lo que aumenta la memoria de trabajo y te mantiene anclado en el presente. Mientras tanto, la actividad disminuye en la amígdala, disminuyendo la respuesta de miedo del cerebro.

Entendiendo la neuroquímica

Tu cerebro es capaz de crear naturalmente sustancias químicas clave que las compañías farmacéuticas sintetizan en un laboratorio. Por ejemplo, la serotonina ayuda a regular el estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito, el sueño, la memoria y más. Algunos antidepresivos funcionan aumentando los niveles utilizables de serotonina en el cerebro. También se ha demostrado que la meditación aumenta los niveles de serotonina, sin los efectos secundarios, lo que la convierte en una terapia complementaria prometedora. Los cambios medibles de la neuroquímica de la meditación incluyen:

Aumento de la actividad de las ondas alfa cerebrales: las ondas alfa están asociadas con la relajación.

Aumento de GABA: el ácido gamma-aminobutírico contrarresta los síntomas de ansiedad y estrés, lo que lleva a una mayor relajación.

Aumento de serotonina: la serotonina ayuda a regular el estado de ánimo. Los niveles bajos de serotonina utilizable están asociados con la depresión.

Aumento de BDNF: el factor neurotrófico derivado del cerebro es una proteína responsable de la salud neuronal y la neuroplasticidad. El yoga puede aumentar los niveles de BDNF, lo que puede ayudar a las personas con dolor crónico o depresión.

Regulación de dopamina: la dopamina actúa como el sistema de recompensa de tu cuerpo y la disfunción está asociada con la adicción. La investigación sugiere que la meditación da como resultado una mejor autorregulación.

Reducción de cortisol: el cortisol es una hormona del estrés. Cuando su línea de base aumenta y los niveles son demasiado altos durante demasiado tiempo, puede provocar inflamación y aumento de peso.

Reducción de norepinefrina: una disminución de la norepinefrina o adrenalina significa menos hormonas del estrés en tu sistema.

Cómo la meditación (literalmente) cambia tu mente

La meditación literalmente cambia tus configuraciones neuronales. Las investigaciones sugieren que la meditación puede ser eficaz como terapia complementaria para la depresión, la ansiedad, el trauma, el dolor crónico, el cáncer, las enfermedades cardíacas y más. Mejor aún, puede ayudar a prevenir muchos problemas antes de que comiencen. La meditación cultiva la neurobiología de la salud y la resiliencia óptimas. Hay una razón por la que esta práctica ha resistido la prueba del tiempo y por la que ha habido un crecimiento exponencial de la investigación sobre la meditación en las últimas décadas: funciona.

Acerca de la autora

Ann Swanson tiene una Maestría en Ciencias en Terapia de Yoga y es la autora de Science of Yoga. Ella ayuda a las personas a manejar de manera segura el estrés y el dolor crónico, incluido el dolor de espalda, la artritis y más. Para ver prácticas en video gratuitas y recursos relacionados con este artículo, vaya a scienceof.yoga.

Nota: Esta nota está basada en la que escribió Ann Swanson para Yoga Journal y fue traducida para que el público hispanohablante pueda conocerla. Puedes consultar la nota completa en idioma original (inglés) en https://yogajournal.com/meditation/science-of-meditation/science-behind-being-present/

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