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Interpretación de textos sagrados y Apropiación Cultural

La escena de Yoga Occidental considera que los Yoga-Sutras de Patañjali son algo así como la Biblia del Yoga, básicamente porque es el texto más antiguo, del que se tiene conocimiento[1]. Este texto está compuesto 195 sutras o aforismos, divididos en cuatro capítulos o secciones, en los que se describe la práctica del yoga y sus beneficios. Pero, al ser un texto tan críptico, a lo largo de los siglos han surgido un sinfín de personas que se han dedicado a profundizar sobre cada uno de los sutras presentados por Patañjali, y en especial en los sutras de los dos primeros capítulos[2]. Pattabhi Jois, Desikachar, BKS Iyengar, Osho y Vivekananda, son solo algunos de los “gurús” que se han dedicado a difundir las palabras de Patañjali de una forma que las y los occidentales podamos entender.

Pero, mientras empiezas a leer las diferentes interpretaciones que nos dan los grandes “gurús” y académicxs sobre lo que significan los Yoga-Sutras, empezamos a notar ligeras diferencias en la manera de abordar los conceptos e ideas de Patañjali, y mientras más nos adentramos en los comentarios, más nos damos cuenta de que, muchas veces, las diferencias son abismales. Es más… cuando leemos dos o tres traducciones diferentes de los Yoga-Sutras, descubriremos que, cada traducción es muy diferente entre sí, aunque muchas veces tienen sentidos similares. Como, por ejemplo, estas cuatro traducciones del Sutra 1.1 (Primer Sutra del Primer Capítulo)[3]:

1.1. atha yogānuśāsanam (Transcripción fonética desde el sánscrito en escritura devanagari, y número de aforismo.)

1.1. Ahora comienza la enseñanza del yoga. (trad. Jose García)

1.1. De aquí en adelante es explicado el Yoga. (trad. Swami Maitreyananda Saraswati)

1.1. Ahora, el Yoga nos va a ser enseñado, con la continuidad de una transmisión sin interrupción. (trad. Françoise Mazet)

1.1. Ahora, luego de haber hecho la preparación previa por medio de la vida misma y otras prácticas, empieza el estudio y la práctica del Yoga. (trad. Swami Jnaneshvara Bharati)

Como podrás ver, aunque las cuatro traducciones tienen una connotación muy similar entre sí; sin embargo, conforme avanzamos en las mismas vamos viendo que, los intérpretes decidieron agregar más palabras, siendo la de Swami Jnaneshvara Bharati la más larga de todas y la que más agrega contexto al aforismo original de Patañjali. Así como encontramos estos ejemplos, encontraremos un sinfín de ejemplos más a lo largo de los Yoga-Sutras.

Más adelante (ya en el segundo capítulo), Patañjali nos habla del Ashtanga Yoga, una guía de Ocho pasos (realmente se traduce como ramas) que debemos seguir para poder alcanzar la meta del Yoga. Los pasos son Yamas, Niyamas, Asana, Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana y Samadhi. Aquí es cuando se empieza a complicar más la idea de la interpretación de los Yoga-Sutras. Y es que, Patañjali explica cada uno de los conceptos en dos o tres aforismos, con excepción de Yama y Niyama, pues estos conceptos incluyen otros conceptos que también explica en un Sutra cada uno.

¿Cómo? Empecemos por los Yamas, este término se refiere a las abstenciones, reglas exteriores o normas éticas/morales (entre otras definiciones) que debemos seguir para poder iniciar con el camino del Yoga. Las abstenciones son Ahimsa, Satya, Asteya, Brahmacharya y Aparigraha. En mi opinión, donde se pueden notar más fácilmente las diferencias de interpretación es en estos conceptos y, en específico, con los conceptos de Ahimsa y Brahmacharya. Ahimsa se traduce de manera literal (casi) como “No Violencia”, mientras que Brahmacharya se traduce como “conducta consistente con Brahman”. Este último término es muy controversial, pues históricamente se ha usado para referirse a la primera áshrama (etapa de la vida) de los Brahmanes, cuando es un estudiante célibe. Aquí es donde viene lo más interesante.

Según el diccionario, “Brahmacharya” significa celibato, estudio religioso, autocontrol, castidad. – BKS Iyengar (El Árbol del Yoga)

Pattabhi Jois define, en Yoga Mala, Brahmacharya como la unión con el Brahman, misma que se logra a través de la retención del líquido vital[4]. Explica que todo aquél que realice algún acto sexual perdería Brahmacharya; sin embargo, y aquí se acerca a lo que comenta BKS Iyengar, cuando se realiza el acto con la esposa durante la noche y basándose en el ciclo hormonal (refiriéndose a la menstruación), puede no perderse el celibato. Por otro lado, en El Árbol del Yoga, BKS Iyengar explica, al habar de los Sutras, que “la filosofía del yoga no va dirigida únicamente a los célibes. Prácticamente todos los yoguis y sabios de la antigua India estaban casados y tenían familia.”[5] Bajo esta idea, Iyengar asegura que se puede conservar el Brahmacharya, siempre y cuando las parejas casadas no abusen de su sexualidad. Mientras tanto, Vivekananda explicaba que los yoguis debían mantenerse castos en pensamiento, palabra y acción, y en todas las condiciones.”[6] Por último, Osho, en el libro El Sendero del Yoga, hace un recorrido de algunos Yoga-Sutras explicando que Yama es auto-control, y da a entender, a lo largo del libro, que la sexualidad debe celebrarse, siempre y cuando se haga con amor y buscando que lxs amantes mantengan el mismo ritmo de respiración… puesto que Osho asegura que, solo se expresa el amor cuando la respiración está sincronizada.

Como podrás ver, en el párrafo anterior hablamos de 3 diferentes abordajes sobre el concepto de Brahmacharya; Jois y Iyengar permiten las relaciones cuando se realizan con la esposa, Vivekananda las prohíbe por completo y Osho las celebra cuando se hacen con amor y auto-control. Ahora, es importante entender que, Vivekananda era un monje célibe (hasta donde sabemos) y, por lo mismo, le funcionaba muy bien hablar del celibato y de cómo se puede alcanzar; Jois y Iyengar eran personas casadas y nunca siguieron el camino de la renuncia marcado en los grandes libros de yoga (como el Hatha Yoga Pradipika, el Shiva Samhita, o el Hatha Ratnavali, entre otros); y, por último, Osho se autoproclamó el Gurú del amor, y dentro de su secta se enaltecía la celebración sexual. Cada uno de estos “maestros” decidió interpretar el concepto de Brahmacharya desde su punto de vista y estilo de vida.

Y así como existen diferentes interpretaciones de Brahmacharya, cada uno de los conceptos que se encuentran en los libros clásicos de Yoga (varios de ellos ya los mencionamos en este texto) ha sido interpretado por el o la traductora, y después han vuelto a ser interpretados por los o las maestras que dan clases en las certificaciones y clases de yoga. Por si fuera poco, en la misión de occidentalizar el yoga, diferentes grupos de intelectuales y “maestrxs” se han dedicado a estandarizarla, de forma de que podamos entender la complejidad de los diferentes yogas, puesto en plural por las diferencias que existen en las diferentes culturas que lo practicaron a lo largo de los siglos, de una forma práctica y sencilla.

Primero fueron los trascendentalistas y teósofos (estos últimos fueron los más influyentes[7]) quienes definieron la existencia de siete Chakras… sí, aunque no lo creas, no siempre han existido siete Chakras, y es que, en los cientos de libros antiguos que de los que se tiene conocimiento se hablan de diferente número de Chakras y no fue hasta que C.W. Leadbeater, uno de los teósofos más importantes de su época, logró visualizar los siete Chaktas gracias a la clarividencia, que se aceptó generalmente la idea de los 7 Chakras[8]. Por otro lado, personajes como Krishnamacharya y sus discípulxs también se encargaron de recrear el yoga para poder comercializarlo en la India y, posteriormente, en Occidente; de esta forma, decidieron eliminar todos los rastros religiosos del Yoga para dejarlo únicamente en una práctica física o física-espiritual. Por último, organizaciones como Yoga Alliance también simplificaron y reinterpretaron el yoga, de forma de que las y los occidentales podamos practicarlo, sintiendo que seguimos el camino espiritual marcado por Patañjali, y por los demás sabios antiguos.

¿A qué voy con todo esto?

Como podrás ver, cada autor da una interpretación diferente de los diferentes conceptos del yoga y, por ende, de la misma práctica de yoga. Cada uno de los maestros y organizaciones han realizado sus interpretaciones de acuerdo a sus necesidades, buscando la manera ideal para poder vender la práctica a las y los occidentales. Hoy en día, las ideas más aceptadas, gracias a la influencia de Yoga Alliance, son las que declararon los teósofos y discípulos de Krishnamacharya, especialmente las de Indra Devi y BKS Iyengar; y, aunque esto no es necesariamente un problema, sí nos ha llevado a desvirtuar el aspecto espiritual del yoga… haciéndonos caer en la Apropiación Cultural.

¿Qué podemos hacer para no desvirtuar al yoga? Más allá de si nuestra práctica personal (que seguramente se reduce a asana, pranayama y dhyana), es importante que nos dediquemos a leer diferentes interpretaciones del yoga a través de los libros escritos por las y los maestros más importantes del siglo pasado, así como leer los estudios académicos sobre yoga y su historia (recomiendo mucho leer a Mark Singleton, James Mallison y Adrián Muñoz) y también revisar diferentes traducciones de los textos originales como los Yoga-Sutras, el Bhagavad Gita y el Hatha Yoga Pradipika, entre otros. Eso sí, cada lectura que hagamos debemos hacerla entendiendo quién realizó el texto o traducción para poder entender la tendencia que podría tener. Y, lo más importante de todo, nunca tomar por verdad absoluta algo que nos diga algunx maestrxs o (mal llamado) gurú.

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[1] Aquí es probable que lxs seguidorxs de Pattabhi Jois quieran corregirme asegurando que es el asegurando que es el Yoga Korunta; y quienes sigan a Michael Roach asegurarán que es el texto que contiene la serie del Lady Niguma Yoga. Pero, la realidad es que no existe evidencia real sobre la existencia de estos textos.

[2] De hecho, como dato curioso, no se conoce el manuscrito original de los Yoga-Sutras; este únicamente se conoce gracias al Yoga Bhāṣya, un comentario realizado por el sabio Vyasa al texto de Patañjali.

[3] Son traducciones al español, basadas en las traducciones a diferentes idiomas (realizadas por expertxs).

[4] Es decir, los líquidos sexuales.

[5] Creo que también es interesante mencionar que, de acuerdo a varios Upanishads, antes de poder renunciar y llevar una vida de Sannyasin (asceta), se debe formar una familia antes (básicamente formas una familia y después la dejas para volverte monje). Aunque, también hay algunos otros Upanishads que retan esta idea y permiten la renuncia aunque no se haya formado una familia.

[6] Esto lo escribe en Raja-Yoga, al realizar un resumen comentado del Kurma-Purâna: https://vivekavani.com/raja-yoga-brief-swami-vivekananda/

[7] Llevaron su cede a la India y, desde ahí, se dedicaron a apoyar a diferentes gurús y maestrxs para que compartieran las enseñanzas del yoga y de la India, desde la perspectiva creada por la organización. Algunos de los personajes apoyados por lxs teósofos fueron Vivekananda e Indra Devi.

[8] Básicamente fue un occidental quien decidió el número, forma y colores de los Chakras, basándose en otros textos y en sus propias meditaciones.

One thought on “Interpretación de textos sagrados y Apropiación Cultural

  • El mejor maestro de yoga del que nadie habla es Sri Aurobindo

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