El Sistema de Chakras Occidental y el Teosofismo

Dentro de la práctica del Hatha Yoga (refiriéndome al Yoga Postural Angloparlante[1]), y de muchas otras prácticas holísticas/esotéricas, se habla de la existencia de siete Chakras. ¿Qué es un Chakra? A grandes rasgos, se puede decir que los Chakras son círculos (de hecho, esta es la traducción literal del término) energéticos que nos ayudan a regular el flujo de la energía a través del cuerpo. En otras palabras, los Chakras son una especie de válvula o llave de paso energética con la que podemos permitir un flujo constante (a veces excesivo) de energía, o impedir que este pase a alguna parte del cuerpo.

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Pero, a diferencia de la llave que tienes conectada a la manguera, estas llaves no las abres y cierras tan fácilmente. De hecho, los Chakras se abren y se cierran dependiendo de tu actividad física y mental. Es decir, para poder abrirlos de manera correcta, debes de realizar diferentes movimientos, vocalizaciones y/o visualizaciones/meditaciones enfocadas en activar esos centros energéticos. Y, cuando logras abrir los siete chakras, y despertar la energía kundalini, esta empieza a fluir por todo el cuerpo, permitiéndote alcanzar el Samadhi, o iluminación. Por otro lado, cuando tenemos algún Chakra cerrado o bloqueado, vamos a notarlo a través de diferentes somatizaciones físicas, es decir, enfermedades o dolencias.

El poder mejorado de los Cakra-s es el resultado de esfuerzos sistemáticos y correctos y confiere al practicante el poder de lograr lo que él o ella quiere. – Tirumalai Krishnamacharya (Yoga Makaranda)

¿Enfermedades? Todas las personas tendemos a somatizar nuestras emociones en el cuerpo, en otras palabras, solemos manifestar las emociones en nuestro cuerpo en forma de dolores, enfermedades o lesiones. El ejemplo más sencillo de esto es el del estrés, pues cuando acumulamos mucho estrés terminamos llevándolo a los músculos del cuello y hombros, generando dolores y contracturas en la zona (a veces también podemos generarnos una parálisis facial por estrés). Lo mismo ocurre con los Chakras.

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Hoy en día, lxs occidentales “sabemos” (aquí lo más importante son las comillas) que cada uno de los siete chakras está ligado a alguna glándula u órgano y que, por lo mismo, el trabajar con estos nos puede ayudar a mejorar nuestra salud (evitando algún problema derivado de la somatización). Conocemos su ubicación exacta, su nombre, el color de cada uno, los efectos que tienes sobre nosotros y el cómo trabajarlos de una forma correcta. De hecho, en Occidente hemos escrito cientos, si no es que miles, de libros sobre la “ciencia” de los Chakras, explicando todo acerca de los mismos; eso sí, diciendo siempre, que son un descubrimiento de la tradición de la India ancestral y que, por lo mismo, están avalados por su misma antigüedad.

Cada chakra está representado por una flor de loto con un cierto número de pétalos, que también se caracterizan por ser los rayos de una rueda (chakra). – Tai Morello (Chakras para Principiantes)

Pero… ¿Qué tan cierto es lo que sabemos de los chakras en Occidente? ¿Qué tan apegada está la Ciencia de los Chakras Occidental con lo que dicen los textos antiguos de la India? ¡Nada! Bueno, sí hay una gran relación entre ambos sistemas de Chakras (el occidental y el oriental), pero es importante mencionar que, el sistema de Chakras Occidental es una reinvención estandarizada de los sistemas originales (en plural, porque existen varios) orientales, misma que permeó también en las creencias de la India. ¿Cómo? Bueno, repasemos un poco de la historia para explicar este punto.

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El Sistema de Chakras Tradicional

Hoy en día, nos venden la idea de que, los Chakras se han manipulado desde hace miles de años y que, por lo mismo, son una técnica ancestral. Pero la realidad es que, hasta antes del siglo IX d.C. no existen registros del uso de los Chakras de manera “oficial”. Sí, en el Mahabharata (verso 12.187.51) se menciona un nudo (o granthi) que trae felicidad cuando se logra desatar; mientras que, en el Patañjalayogasastra[2] (sutras 1.36, 3.1, 3.29. 3.34) se habla de un nabhicakra (chakra del ombligo) y un pundarika (loto del corazón), mismos que sirven como puntos de enfoque durante la meditación.

1.36 La estabilidad de la mente se logra mediante el estado radiante y sin estrés de la mente. ¿Cómo alcanzar estos estados? Los yoguis dicen que puede alcanzarse meditando sobre uno mismo. Por la meditación sobre el loto del corazón. – Yoga-Sutras de Patañjali, comentados por Vyasa (en el Sutra original no se menciona el loto del corazón)

En el Bhagavatapuruna (en el verso 5.3.3), un texto no tántrico que data del siglo XVIII d.C. se instruye al sabio (practicante) a llevar la respiración a través de los sthanas o “ubicaciones”, curiosamente, estas ubicaciones coinciden con las ubicaciones de los Chakras descritas en el Kubjikamatatantra, un texto del siglo X d.C. Sin embargo, un siglo antes del Kubjikamatatantra se dio la primera referencia al sistema de Chakras de seis puntos; esta aparece en el Netratantra (verso 5.3.1), y en ella se dice que, el yogui debe perforarlos con la lanza del conocimiento mediante la meditación[3]. Y, a pesar de que el Netratantra fue el primer texto, el sistema propuesto en el Kubjikamatatantra fue el que más se difundió a lo largo de la historia.

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El sistema de seis Chakras del Kubjikamatatantra daba el nombre y la ubicación de cada uno de los Chakras de la siguiente manera:  Muladhara en el perineo, Svadhisthana en los genitales, Manipuraka en el ombligo, Anahata en el corazón, Visuddhi en la región de la garganta y Ajna entre los ojos. Como verás, es la misma ubicación y el mismo nombre que entendemos en el sistema de Chakras Occidental. Pero el sistema de Chakras más importante en la historia del yoga y el tantra hablaba únicamente de seis chakras, mientras que en la actualidad hablamos de siete chakras. ¿Por qué? Hablemos un poco del desarrollo del yoga y el tantra en Occidente.

5.3.2 (1) A continuación, enseñaré a mis compañeros la meditación sutil. Posee seis cakrasa, dieciséis soportes (adharas), tres enfoques (laksyas), cinco vacíos (vyomas), (2) doce nudos (granthis), tres poderes (Saktis), un camino a las tres moradas [y] tres [principales] canales: (3-5) sabiendo que el cuerpo hermoso es así, pero [toqueteándolo] lleno de los senderos de diez [otros] canales principales, invadidos por una masa de [aún más] canales, 35,072,000 de ellos, sucios y abundantes con las enfermedades, el yogui nutre su cuerpo o el de otra persona con el néctar de la inmortalidad que ha surgido de la gran meditación sutil [y] obtiene un cuerpo divino libre de todas las enfermedades. – Netratantra

La influencia de Occidente en el sistema de Chakras

El texto occidental más antiguo, del que se tiene registro, que habla de algún sistema de “centros de fuerza” o energía (concepto muy similar a los Chakras, aunque no lo nombra así), es el Eine kurze Eroffnung und Anweisung der dreyen Principien und Welten im Menschen (Una breve revelación e instrucción sobre los tres principios y mundos en el hombre) de Johann Georg Gichtel (1638-1710); en este libro, Georg Gichtel habla de un sistema muy similar al de los Chakras, pero desde una visión completamente independiente de la Oriental. Otro texto occidental antiguo, y posiblemente más conocido que el anterior, aunque es del mismo autor, que habla de un sistema de centros energéticos es el Theosophia Practica (1723); este último tuvo una gran influencia en el desarrollo del sistema de Chakras que manejamos hoy en día en Occidente, a pesar de no estar relacionado directamente con el sistema Oriental. ¿Cómo?

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Debes saber que, a lo largo del siglo XIX surgieron varios grupos e intelectuales que se acercaron al pensamiento Oriental, en busca de respuestas a preguntas que van más allá de la ciencia y de la religión occidental. Sociedades enfocadas en lo esotérico, que dieron un fuerte impulso al pensamiento oriental en occidente. El 17 de noviembre de 1875, Helena Blavatsky[4] y otros pensadores fundaron la Sociedad Teosófica, una fraternidad internacional que buscaba la sabiduría divina, oculta o espiritual.

No hay religión más elevada que la verdad. – Helena Blavatsky (La doctrina secreta, 1888)

¿Y qué tiene que ver la Sociedad Teosófica con los Chakras? Bueno, antes de responder esta pregunta, debes saber que, la Sociedad Teosófica jugó un rol muy importante en la expansión del Yoga en Occidente. Apoyaron fuertemente a Vivekananda y a Yogananda mientras se encontraban en América, también le dieron trabajo a Indra Devi cuando llegó a la India, y usaron su influencia para que Krishnamacharya la aceptara entre sus discípulos. También apoyaron la publicación de un gran número de libros relativos al yoga, tantra y demás doctrinas de Oriente; sentando las bases para la estandarización del Yoga Postural Angloparlante[5].

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Dentro de la Sociedad se desarrolló una creencia teosófica tántrica basada en la publicación de sir John Woodroffe (en 1918): The Serpent Power (El poder de la serpiente); un texto en el que, según el autor se incluye la traducción del Shat-chakra-nirupana (‘apariencia de los seis chakras’) y el Padaka-pañchaka. El mismo Woodroffe aseguraba que, cada Chakra tiene una relación directa con los plexos nerviosos y las glándulas endócrinas; asegurando que, el trabajar o ejercitar estos círculos energéticos ayudaría a producir hormonas, mejorando nuestra salud física y mental.

Los occidentales a menudo ven obscenidades donde solo hay simbolismo. – sir John Woodroffe

Desde la publicación de The Serpent Power (posiblemente antes de eso) el cofundador de la Iglesia Católica Liberal, C. W. Leadbeater, se dedicó a profundizar en el estudio de los Chakras. Pero la investigación de Leadbeater no fue documental, sino empírica. En otras palabras, se puso a meditar en torno a los Chakras, para descubrir toda la información de los mismos. El resultado de la investigación se puede leer en el libro Los Chakras; un manual en el que habla profundamente sobre el cuerpo sutil o energético, los nadis y los Chakras, todo abordado desde un punto de vista meramente teosófico.

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En el libro de Los Chakras, C. W. Leadbeater menciona, por primera vez, los espectros de luz (y, por ende, los colores) que tienen cada uno de los Chakras, así como la verdadera forma de los Chakras, más allá de la representación “hindú tradicional”. Además, incluye, por primera vez en Occidente, el concepto de un séptimo Chakra, el Sahasrara Chakra, o Chakra Coronario. Estas son las principales aportaciones de Leadbeater y la teosofía al sistema de Chakras Occidentales. Por un lado, define los colores “reales” de los Chakras, colores en los que debemos enfocarnos al meditar, y, por el otro, asegura la existencia de un séptimo Chakra en la coronilla. De hecho, asegura que el Ushnisha (sánscrito: उष्णीष)[6] de Buda es la prueba de la existencia de Sahasrara Chakra[7]. Por otro lado, quienes aseguran que cada Chakra está adscrito a un planeta (tema que retoma Leadbeater brevemente en Los Chakras) están hablando de la visión occidental del sistema propuesto por Johann Georg Gichtel.

Los Upanishads menores, los Purunas, las obras tántricas y algunas otras de la bibliografía sánscrita suelen describir los seite chakras, y hoy día los utilizan muchos yoguis indios. – Los Chakras (C. W. Leadbeater)

Ahora, es importante mencionar que, el Sahasrara Chakra no fue una creación de la Sociedad Teosófica; ellos únicamente retomaron los sistemas Sivasamhita y Tirumandiram, en los que se agrega un séptimo Chakra. Sistemas que habían quedado prácticamente en el olvido. Tomemos en cuenta que, aunque el sistema de seis Chakras del Kubjikamatatantra fue el más difundido, hubo todo tipo de sistemas de Chakras en los que se hablaba de uno a once Chakras. Algunos ejemplos de estos son el sistema del Kaula Jnana Nirnaya de once Chakras, el del Hevajratantra de cuatro Chakras o el Sangita Ratnakara con diez Chakras, entre otros.

También parece que algunos místicos europeos conocieron los chakras, según denota la obra Theosophia Practica del místico alemán Juan Jorge Gichtel, discípulo de Jacobo Boehme, que tal vez pertenecía a la secreta sociedad de los rosacruces. Dicha obra se publicó por vez primera en 1696, y se dice que las ilustraciones de la edición de 1736, de las que es descripción el texto del volumen, se estamparon en 1720, diez años después de la muerte del autor, ocurrida en 1710. – Los Chakras (C. W. Leadbeater)

Como verás, a lo largo de la historia y el subcontinente, se han desarrollado un gran número de sistemas de Chakras; siendo el sistema propuesto en el Kubjikamatatantra el que más se difundió entre los yoguis. Y no fue hasta principios del siglo XX que la Sociedad Teosófica estandarizó, por llamarlo de alguna forma, todos los sistemas de Chakras en un sistema de siete Chakras con colores específicos. Y, aunque este es un sistema occidental de Chakras, es el sistema que más se ha difundido en todo el mundo, y el que ha permeado en la mente de las y los practicantes de yoga de la India.

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[1] Me gusta mucho este concepto creado por Mark Singleton, debido a que es un yoga enfocado principalmente a las posturas, y cuyo cuerpo teórico/filosófico se desarrolló principalmente en inglés; aunque algunos de los personajes importantes en el desarrollo del mismo (el principal ejemplo es Krishnamacharya) escribieron la teoría en otros idiomas como el Kánada.

[2] Se refiere al cuerpo y teoría del yoga generados a partir del Bhasya (comentarios) de los Yoga-Sutras de Patañjali. De hecho, es importante señalar que, no se tiene acceso al texto original de los Yoga-Sutras, sino al texto comentado de estos, atribuido a Vyasa.

[3] Creo que, es importante notar que, estos dos (Netratantra y Kubjikamatatantra) textos ya pertenecen a la doctrina del tantra.

[4] Los otros pensadores fueron Henry Olcott (primer presidente de la Sociedad Teosófica), William Judge y Charles Leadbeater.

[5] Con esto me refiero a la mezcla de discursos y escuelas que usamos hoy en día durante para hablar del Yoga; por ejemplo, los Yoga-Sutras de Patañjali, mezclados con el Hatha Yoga Pradipika de Swami Suatmarama.

[6] El óvalo tridimensional sobre la cabeza Buda (parece un chongo de cabello), mismo que simboliza su gran sabiduría.

[7] Como dato curioso, Leadbeater asegura que, el segundo Chakra se encuentra en el bazo.