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Certificaciones de Yoga ¿Qué y cómo son?

Cuando llevas un tiempo practicando yoga siempre te entren las ganas de conocer más sobre esta disciplina. Entras a internet y te pones a buscar páginas y blogs sobre yoga (sí, como esta) y, después de leer varios artículos te quedas en las mismas. Medio entiendes lo que son los Chakras y los Nadis, pero realmente no sabes qué chin%$#&s tienen que ver con el Yoga, y sigues sin entender todo lo que está detrás de esta práctica ancestral.

Después, mientras te adentras en las búsquedas de Google, te encuentras con las certificaciones de yoga. Certificaciones pensadas para formar maestras y maestros de yoga, o para ayudarte a profundizar tu práctica de yoga. La idea suena increíble, certificarte como instructorx de yoga y mejorar tu práctica en todos los aspectos… Pero ves los precios, y ahí es cuando empiezas a pensártela dos veces antes de inscribirte. ¿Realmente vale la pena certificarte? ¿Qué es lo que aprenderás en estas formaciones? A continuación, te platicaremos un poquito sobre las certificaciones para que tomes una decisión un poco más informada.

El maestro de yoga debe ser disciplinado y practicar el autocontrol. – T.K.V. Desikachar (Freud And Yoga)

Probablemente para este momento ya sepas que existen diferentes estilos de yoga como Hatha, Vinyasa, Ashtanga, Kundalini y Restaurativo, entre otros. Como podrás imaginar, cada uno de los estilos cuenta con diferentes especificaciones físicas y culturales únicas, por lo que encontrarás formaciones especializadas en cada estilo de yoga.

Existen diferentes niveles de especialización en cuanto a las certificaciones, formaciones y cursos de Yoga. Podrás encontrar cursos muy cortos, de unas 10 a 50 horas, sobre meditación, mudras, yoga nidra, chakras o algún otro elemento de las prácticas asociadas al yoga, cursos que realmente no están pensados para formar maestrxs, sino para que puedas conocer más sobre algún tema específico.

Surgen grandes dificultades si la práctica del yoga se lleva a cabo sin un maestro competente. – Tirumalai Krishnamacharya (Yoga Makaranda)

También podrás encontrarte con las formaciones y certificaciones, más especializadas, que durarán entre 200 y 500 horas, dependiendo del grado de especialización que estés buscando. Normalmente las de 200 horas se enfocan en uno o dos estilos específicos, mientras que las de 500 son mucho más integrales y abarcarán más estilos, así como otros elementos más profundos de la práctica de yoga.

Las Certificadoras

¿Cómo te aseguras que la certificación que tomarás cumple con todo lo necesario para que puedas dar clases de yoga? ¿Existe algún órgano regulador que se encargue de asegurar la calidad de la enseñanza? Bueno, la respuesta es sí, pero también es no. ¿Ósea cómo?

El yoga es íntimo. No hay yoga entre uno y un millón; el yoga es entre dos: el maestro y el alumno. – T.K.V. Desikachar (The Hearth of Yoga)

Bueno, tienes que saber que ningún gobierno ha creado algún órgano regulador que revise los programas de estudio y la calidad de enseñanza de todos estos cursos y certificaciones. Ni siquiera en la India existen instituciones oficiales que se encarguen de regular las enseñanzas de este tipo de formaciones. Sin embargo, a lo largo y ancho del mundo han surgido diferentes organizaciones que buscan cumplir con esta misión; a nivel mundial, la más importante es, probablemente, Yoga Alliance, y en México sería el Instituto Mexicano del Yoga.

Estas empresas se dedican a revisar los planes de estudio y maestrxs que ofrecen las certificaciones, para asegurar que cubran algunos aspectos básicos para que tu enseñanza de yoga sea correcta y segura. Pero… lo que no hacen es asegurar que la manera en la que enseñan esos temarios sea correcta, o esté completa, ni se aseguran de que los y las egresadas de las formaciones cuenten con el conocimiento o nivel necesario para dar sus clases. ¿Entonces son un fraude? Aunque sí son cuestionables muchas de las certificadoras, no necesariamente son un fraude, pues, al final, sí están buscando regular las formaciones; aunque sí es importante mantener una mirada crítica al cómo lo están haciendo.

El Programa de la Certificación

Obviamente, el programa de la certificación que tomes variará de una escuela/estudio a otra, y del estilo de yoga que vayas a estudiar; sin embargo, hay algunos puntos básicos que suelen contener todas ellas, o la mayoría. Algunos ejemplos son:

Aunque, de una u otra forma, podrías investigar todos los temas que se enseñan en una certificación de Yoga (de hecho, en esta página encontrarás una introducción a todos ellos en Introducción al Yoga), la verdad es que, si puedes pagarla, vale mucho la pena tomar tu formación de 200 (o más) horas. Y es que, en las certificaciones no solo adquirirás conocimiento digerido, sino que podrás formar tus propios criterios y conclusiones al platicar con tus maestrxs y compañerxs. Además, son oportunidades para conocer gente increíble (y otra no tanto).

El arte de la enseñanza consiste también en saber cuándo parar. – B.K.S. Iyengar (El Árbol del Yoga)

Eso sí, antes de tomar una certificación, te recomiendo que te dediques a buscar el programa de la misma, conocer a las y los maestros que las impartirán y buscar opiniones de las generaciones pasadas de esa formación. También vale la pena que revises si la formación está avalada por alguna certificadora, que investigues qué requerimientos te pedirá la certificadora para aparecer en su directorio (si es que quieres ser maestrx) y también vale la pena conocer todos los pros y contras de la certificadora (¿qué es lo que opinan los yoguis y yoguinis de las mismas?). Todo esto, con el propósito de asegurarte de que estás eligiendo la certificación correcta para ti.  

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