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Brihadaranyaka Upanishad, las enseñanzas de Atman y la filosofía vedanta

Cuando empiezas a “estudiar” yoga en las certificaciones para maestras y maestros, uno de los conceptos que más se escuchan, por lo menos al hablar de la parte “filosófica[1] del yoga es el de Ātman (आत्मन्); concepto que suelen traducirnos, de una manera muy burda, como alma o esencia individual. Sin embargo, la naturaleza de Ātman va mucho más allá del alma, pues es un concepto ontológico/filosófico mucho más profundo, mismo que puede compararse con Dasein Heideggeriano. Además, el concepto ha ido mutando a lo largo de los siglos, complejizando fuertemente su entendimiento.

De hecho, este término ha sido mencionado en infinidad de textos antiguos, siendo los más importantes el Rigveda, el Chandogya Upanishad, el Katha Upanishad y el Brihadaranyaka Upanishad[2]. Este último Upanishad hace un análisis más extenso sobre el Ātman, así como otros conceptos metafísicos, éticos y filosóficos que sirvieron de influencia para diferentes religiones de la India; por lo mismo, este Mukhya Upanishads (Upanishad Mayor[3]) es considerado como uno de los más importantes, y su influencia trasciende las fronteras, siendo la base de varios conceptos filosóficos/ontológicos occidentales.

El Brihadaranyaka Upanishad es la más detallada y magnífica revelación de los antiguos filósofos/videntes, que, en sus seis capítulos repletos de pensamiento y revelación, proporciona a los estudiantes una enseñanza prácticamente exhaustiva y concentrada sobre todos los aspectos de la vida, convirtiéndolo en una guía indispensable. para el estudiante de literatura, así como para el filósofo, el devoto religioso y el buscador místico y espiritual comprometido en la meditación para la realización divina. – THE DIVINE LIFE SOCIETY

Este Upanishad es atibuído al sabio Yajnavalkya (याज्ञवल्क्य,) y se cree que fue escrito al rededor del año 700 a.C.; sin embargo, por su estructura y la gramática usada en el texto, también se afirma que el Upanishad fue refinado y complementado por el conocimiento de diferentes académicos Vedantas a lo largo de los siglos. Por otro lado, es importante mencionar que, este Upanishad forma parte de la Śhukla Yajurveda, la escuela del pensamiento derivada del Yajurveda, pues compone este texto forma parte del decimocuarto Kānda del Śatapatha Brāhmana del Veda. Por otro lado, el Brihadaranyaka Upanishad está dividido en seis Adhyayas  o capítulos, cada uno de ellos está dividido en diferente número de Kāndas o secciones, con una gran variedad de Sūktas o himnos (párrafos/textos).

Por otro lado, cabe destacar que, el Chandogya Upanishad ha adquirido una gran importancia en los estudios históricos y religiosos, pues menciona una gran cantidad de elementos culturales antiguos, así como premisas filosóficas que sentaron las bases para la escuela Vedanta del hinduismo. Además, es uno de los textos que más han sido citados en los Bhasyas[3] de diferentes escuelas del hinduismo; por ejemplo, Adi Shankaracharya citó al Chandogya Upanishad 810 veces en su Vedanta Sutra Bhasya.

Primer Adhyaya

El primer Capítulo del Brihadaranyaka Upanishad retoma una de las diferentes teorías sobre la creación del universo, de acuerdo a los Vedas. Explica que antes de que naciera el universo no existía nada; fue así que Prajapati creó el universo a partir de la nada, y como un sacrificio a sí mismo lo imbuyó en Prana (o fuerza vital) para preservarlo en forma de materia cósmica inerte y energía psíquica individual[4].

En el capítulo, también se define la premisa metafísica monistano dual” de que Atman y Brahman son Unidades idénticas, con la afirmación de que debido a que el universo surgió de la nada cuando el único principio existente era “Yo soy él“, el universo después de que llegó a existir continúa como Aham brahma asmi (Yo soy Brahman). Y termina explicando que el Atman (el Sí mismo) inspira al ser evidente por sí mismo (identidad del nombre), a través de formas de empoderamiento y a través de la acción (trabajo de un ser vivo). El Ser es imperecedero, invisible y oculto e impregna toda la realidad.

Segundo Adhyaya

El texto continúa con una conversación entre Ajatashatru y Balaki Gargya sobre la teoría de los sueños, postulando que los seres humanos ven los sueños por completo porque la mente atrae, en sí misma, los poderes de los órganos sensoriales, que libera en el estado de vigilia. Afirma que este hecho empírico sobre los sueños sugiere que la mente humana tiene el poder de percibir el mundo tal como es, así como fabricar el mundo como quiere percibirlo. La mente es un medio, propenso a fallas. La lucha que enfrenta el hombre, afirma Brihadaranyaka en el Kānda 3, es en su intento de darse cuenta de la “verdadera realidad detrás de la realidad percibida“. Eso es Atman-Brahman, inherente y felizmente existente, pero incognoscible porque no tiene cualidades, ni características, es “neti, neti” (literalmente, “no esto, no esto”).

Más adelante, en el cuarto Kānda o Brahmana, el Upanishad presenta un diálogo entre un esposo y una esposa, como Yajnavalkya y Maitreyi, sobre la naturaleza del amor y la espiritualidad; afirma que Atman está relacionado con la conexión profunda y los vínculos entre los seres humanos. Yajnavalkya afirma que uno no se conecta y ama las formas, ni se conecta ni ama la mente, sino que uno se conecta con el Ser, el Ser propio y amado. Todo amor es por el bien de uno mismo, y la Unidad que uno realiza en el Ser del amado. Luego afirma que este conocimiento del Sí mismo, el Sí mismo, el Brahman es lo que lo hace a uno inmortal, la conexión inmortal. Todo anhelo es el anhelo del Sí mismo, porque el Sí mismo es la bienaventuranza verdadera, inmortal, real e infinita.

En el quinto Brahmana, se introduce la teoría de Madhu, dando así a esta sección del Upanishad el antiguo nombre de Madhu Khanda. La teoría de Madhu es uno de los principios fundamentales de las escuelas Vedanta del hinduismo, así como de otras escuelas āstika de filosofías indias. Madhu significa literalmente “miel”, o el fruto compuesto de numerosas acciones en el campo de las flores. En la teoría de Madhu, señala Paul Deussen[5], el Brihadaranyaka Upanishad afirma que “Atman existe” (el Sí mismo existe), que todos los seres orgánicos (plantas, animales, seres humanos y dioses) son Yoes errantes pero Uno entre sí y el Brahman (Yo Cósmico); afirma además que la naturaleza inorgánica (fuego, aire, tierra, agua, espacio) es el campo donde actúan los seres, y donde sus numerosas acciones crean frutos que experimentan por separado y en conjunto. El Upanishad afirma entonces que todo está conectado, los seres se afectan unos a otros, los seres orgánicos afectan a la naturaleza inorgánica, la naturaleza inorgánica afecta a los seres orgánicos, uno es la “miel” (resultado, fruto, alimento) del otro, todos y todo son mutuamente dependientes, alimentándose y alimentándose unos a otros, todo porque vino de un solo Brahman, porque todo es un solo Brahman, porque toda la existencia es una unidad dichosa. Esta teoría aparece en varios Upanishads tempranos y medios, y es paralela a la doctrina de Immanuel Kant de “la afinidad de los fenómenos” construida sobre “la unidad sintética de la apercepción“.

Tercer Adhyaya

El tercer capítulo es un diálogo metafísico entre diez antiguos sabios, sobre la naturaleza de la Realidad, Atman y Mukti (Moksha o Nirvana, liberación). El Kānda también presenta los conceptos de graha y atigraha (acción sensorial y sentido) para hablar de la teoría del conocimiento empírico percibido; además, enumera las 8 combinaciones de graha y atigraha: aliento y olfato, habla y nombre (ideas), lengua y gusto, ojo y forma, oído y sonido, piel y tacto, mente y deseo, brazos y trabajo respectivamente. Los sabios también debaten la naturaleza de la muerte.

Por otro lado, en el cuarto brahmana se afirma: “es tu Ser el que está dentro de todo, todos los Seres son uno, inmanente y trascendente”. Más adelante se afirma que el conocimiento profundo requiere que uno deje de ostentar su erudición, luego adopte la curiosidad y la sencillez de un niño, seguido de volverse silencioso, meditativo y observador (muni), comenzando así el viaje hacia el conocimiento profundo, comprendiendo el Ser de las cosas donde hay libertad de la frustración y el dolor. También se menciona el diálogo entre Gargi Vachaknavi, la sabia védica femenina, y Yajñavalka, sobre la naturaleza del universo[6].

Mientras que, en el séptimo Kānda se discute cómo y por qué el Ser se interconecta y tiene unidad a través de todos los seres orgánicos, toda la naturaleza inorgánica, todo el universo. Afirma que el Ser es el controlador interno de los seres, combinado con la interacción de la naturaleza, la psique y los sentidos, a menudo sin el conocimiento de los seres. Es el Sí mismo, sin embargo, que es la verdad y la esencia, afirma el Upanishad. Por último, el noveno brahmana, ahonda en el principio “neti, neti” que se discute más adelante, junto con la equivalencia analógica de las características físicas de un hombre y las de un árbol, siendo la raíz de un hombre su Ser.

Cuarto Adhyaya

El cuarto Kānda inicia con un diálogo entre el rey Janaka y Yajnavalka. Explora varios aspectos de la teoría del “Yo existo“, sus manifestaciones fenoménicas y sus implicaciones filosóficas en la soteriología (rama de la teología que estudia la salvación). El Upanishad, establece que el Sí mismo se manifiesta en la vida humana en seis formas: Prajna (conciencia), Priyam (amor y voluntad de vivir), Satyam (reverencia por la verdad, la realidad), Ananta (infinitud, curiosidad por lo eterno), Ananda (bienaventuranza, satisfacción) y Sthiti (el estado de constancia duradera, perseverancia tranquila).

En el segundo brahmanam, el Upanishad explora la pregunta “¿qué le sucede al Sí mismo después de que uno muere?”, Y proporciona la raíz de dos temas que juegan un papel central en las escuelas posteriores del hinduismo: uno, el concepto del Sí mismo como Sí mismos individuales (dualismo), y, en segundo lugar, el concepto de que el Yo es Uno y Eterno; ni viene ni va a ninguna parte, porque está en todas partes y todos en Unidad (no dualismo). Este capítulo analiza el principio ampliamente citado “neti, neti” (नेति नेति, “no esto, no esto“) hacia el viaje de uno hacia la comprensión del Ser. El segundo brahmanam concluye que el Sí mismo existe es evidente por sí mismo, el Sí mismo es felizmente libre, el Sí mismo es eternamente invulnerable y el Sí mismo es conocimiento indescriptible.

También se analiza la premisa de moksha (liberación, libertad, emancipación, autorrealización) y proporciona algunos de los himnos más estudiados de Brihadaranyaka. Paul Deussen lo llama, “único en su riqueza y calidez de presentación”, con una profundidad que conserva todo su valor en los tiempos modernos.

El cuarto brahmana continúa construyendo la descripción temática de Atman-Brahman (el Sí mismo) y el estado de autorrealización alcanzado. Yajnavalkya declara que el Conocimiento es el Ser, el Conocimiento es libertad, el Conocimiento potencia la paz interior. En el himno 4.4.22., el Upanishad afirma: “Él es ese gran Sí mismo no nacido, que consiste en Conocimiento, está rodeado por los Prânas (fuerza vital), el éter dentro del corazón. En él [Sí mismo] reposa el gobernante de todo, el señor de todo, el rey de todo. No se hace mayor por las buenas obras, ni menor por las malas obras. Él es el señor de todo, el rey de todas las cosas, el protector de todas las cosas. Él es un banco y un límite, para que estos mundos no se confundan. Aquel que se conoce [a Sí mismo], se convierte en un Muni. Deseando ese mundo, los mendicantes abandonan sus hogares“.

Quinto y Sexto Adhyaya

Los capítulos quinto y sexto del Brihadaranyaka Upanishad se conocen como Khila Khanda, que literalmente significa “sección complementaria o apéndice“. Cada brahmana en el suplemento es pequeño excepto el decimocuarto. Esta sección, sugiere Paul Deussen, probablemente se escribió más tarde para aclarar y agregar ideas consideradas importantes en esa época posterior. Algunos brahmanas en la última sección de Brihadaranyaka Upanishad, como el segundo y tercer brahmana en el quinto capítulo, agregan teorías éticas, mientras que el cuarto brahmana en el quinto capítulo afirma que “la realidad empírica y la verdad es Brahman“. En el cuarto brahmana del sexto capítulo, se describen los rituales sexuales entre marido y mujer para concebir y celebrar el nacimiento de un hijo.

A continuación, encontrarás una sencilla, pero completa, traducción al español del Upanishad. Esta versión cuenta con los ocho capítulos o Adhyayas y todos los Khandas o Volúmenes/Secciones que lo conforman.

La traducción está basada en la versión al inglés que se puso a disposición por el Vande Mataram Library Trust (VMLT) en la página upanishads.org.in. La traducción fue realizada por Sri Aurobindo y editada y revisada por Sampadananda Mishra, AuroBharati y Puducherry,

La traducción es muy sencilla y no trae ningún comentario, ni nota al pie de página; tampoco se traducen todos los conceptos al español; por lo que, si quieres conocer más, vale la pena que revises la traducción original al inglés, así como algún libro con el Upanishad comentado.


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[1] Pongo los términos estudiar y filosofía entre comillas, pues en las certificaciones, y en la mayoría de libros occidentales sobre yoga, no se suele realizar un análisis profundo sobre la filosofía real del yoga y solo se mencionan algunos conceptos entendidos desde una visión occidentalizada de los mismos, reduciéndolos
[2] Como referencia, la palabra Brihadaranyaka suele traducirse literalmente como bosque.
[3] Se le llama así a los Upanishads más importantes dentro de esta “doctrina”.
[4] De acuerdo a Paul Deussen en Sixty Upanishads of the Veda.
[5] De acuerdo a Paul Deussen en Sixty Upanishads of the Veda.
[6] En el sexto y octavo Kānda.

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