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Varaha Upanishad: Segundo Adhyaya

En el segundo Adhyaya o Capítulo del Varaha Upanishad (sánscrito: वराह उपनिषत्), Vishnu habla sobre la No Dualidad y cómo es que, la manera de librarse del karma es conociendo el Atman personal y, por ende, regocijándose en Brahman. A raíz de esto, ahonda en la manera en la que, el sabio, puede librarse del mundo físico y alcanzar una conciencia pura, que le permita iluminarse.

A continuación, encontrarás los 83 versos que conforman el Segundo Adhyaya del Varaha Upanishad. Esta traducción al español del Varaha Upanishad está basada en el la traducción de K. Narayanaswami Aiyar, incluída en Thirty Minor Upanishads (1974) y fue recopilada por oshogulaab.com. Si quieres consultar el texto íntegro, con su versión AITS (Alfabeto internacional de transliteración sánscrita) y en español, puedes descargar el PDF original dando clic aquí.

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Segundo Adhyaya

2.1 El gran Ribhu se dirigió (nuevamente) al Señor de Vishnu en su forma de jabalí: – Señor, iníciame por favor en el supremo Brahmavidya (o sapiencia). Entonces, al ser así interrogado, el Señor que elimina las miserias de sus devotos le respondió así:

2.2 Mediante (el recto cumplimiento de) los deberes de la propia casta y condición de vida, por las austeridades religiosas y al complacer al guru (sirviéndolo como corresponde), aparecen en las personas las cuatro cosas que comienzan por vairagya.

2.3 Estas cuatro cosas son la discriminación de lo eterno de lo no eterno, la indiferencia ante los goces de éste y de otros mundos, la adquisición de las seis virtudes de sama, etc., y el anhelo de liberación. Hay que practicar estas cosas.

2.4 Luego de haber dominado a los órganos sensoriales y de haber soltado la concepción de “mío” respecto de todos los objetos, debes poner tu conciencia de “yo” en Mí (o sea identificarte conmigo), Chaitanya (Conciencia), que soy el Testigo.

2.5 y 6 Difícil es nacer humano, más difícil nacer varón, y todavía más lo es nacer brahmana. Aún siéndolo, si el necio no conoce –a través de la escucha, etc., del Vedanta- la verdadera naturaleza de (Brahman que es) Sat-ChitAnanda, que todo lo impregna y que está allende castas y condiciones de vida, ¿cuándo va a alcanzar moksha?

2.7 Sólo Yo soy la felicidad, no hay ninguna otra. Si dicen que hay otra, esa no es felicidad. No hay cosa tal como el amor, más que por mi causa. El amor, de quien soy causa, no es natural en mí. Como soy la sede del Amor Supremo, ese “yo no soy” no es.

2.8 y 9 Aquel a quien todos buscan diciendo “Eso tengo que ser” soy Yo, el omnipenetrante. ¿Cómo puede afectar lo que no es luz a Atman, de por sí luminoso, que es la luz de la que se originan [hasta] las palabras “no tengo luz”?

2.10 Mi firme convicción es que quien conozca con certeza a ese (Atman) de por sí luminoso y que no tiene una base en la que sustentarse, ese tiene comprensión ─ vijñana. El universo, el jiva, Ishvara, maya y lo demás, en verdad no existen, excepto mi Atman pleno.

2.11 y 12 Yo no tengo sus características; el karma que tiene por atributos a dharana y demás, y que es la efigie de la oscuridad, no es digno de tocarme (o afectarme) pues soy el Atman que resplandece de por sí.

2.13 El hombre que ve a (su propio) Atman, que es testigo de todo y que está allende toda casta y condición de vida, al ser de la misma naturaleza que Brahman, se vuelve Brahman él mismo.

2.14 Quienquiera que por la evidencia del Vedanta vea a este universo visible como la Sede Suprema, que es la forma misma de la luz, alcanza moksha de inmediato.

2.15 Cuando surge el conocimiento que disipa la idea de que este cuerpo (y nada más) es Atman, y lo hace con tanta firmeza como antes tenía la noción de que (nada más que) este cuerpo es Atman, entonces esa persona alcanza moksha aunque no lo desee.

2.16 Por lo tanto, ¿cómo va a quedar ligada por el karma la persona que disfruta permamentemente de la bienaventuranza de Brahman, que tiene por características a Sat, Chit y Ananda, y que es lo contrario de ajñana?

2.17 y 18 Las personas de visión espiritual ven a Brahman, que es el Testigo de los tres estados, que tiene por características la “seidad”, la sabiduría y la bienaventuranza, que es el significado subyacente a las palabras “tú” (tvam) y “yo” (aham), y que no es alcanzado por mancha alguna.

2.19 Así como el ciego no ve al sol resplandeciente, una persona ignorante no ve (a Brahman). Sólo prajñana (la conciencia) es Brahman. Las características que posee son Verdad y prajñana

2.20 Al conocer bien a Brahman, la persona se vuelve inmortal. El que conoce que su propio Atman es Brahman, bienaventuranza y ausencia de dualidad y gunas (cualidades), que es verdad y conciencia absoluta, no le teme a nada.

2.21 Eso que es conciencia y nada más, que todo lo impregna, que es eterno, que es toda plenitud, que es la efigie misma de la bienaventuranza y que es indestructible, es el único Brahman verdadero.

2.22 Para los Brahma-jñanis es una afirmación cierta decir que no hay nada más que Eso. Así como al ciego el mundo le parece oscuro, y a los que tienen buena vista les parece claro, así este mundo que está lleno de padecimientos para el ignorante, está lleno de felicidad para el sabio.

2.23 Si en mí, que tengo la forma del jabalí, que soy la infinita bienaventuranza de la Conciencia Absoluta, se halla la concepción del no dualismo, ¿dónde queda pues la esclavitud? ¿Y quién es aquel al que hay que emancipar?

2.24 La naturaleza real de todo objeto corpóreo es siempre la Conciencia Absoluta. Igual que esa vasija que ven los ojos, el cuerpo y sus agregados no son (es decir, no existen realmente)

2.25 Reconoce como Atman a todos los mundos movientes e inmóviles que parecen ser otra cosa que Atman, y medita en él como el “yo soy”. Una persona así, disfruta entonces de su naturaleza verdadera. No hay otra cosa que disfrutar, aparte de uno mismo.

2.26 y 27 Si hay algo que es, es Brahman, el único que tiene ese atributo. El que es perfecto en brahma-jñana, aunque ve permanente a este universo establecido, no ve otra cosa que a su Atman.

2.28 Al conocer claramente mi forma, el karma no te atropellará

2.29 Será una persona intrépida el que por su propia experiencia conozca que todo (el universo y Brahman) es su propia naturaleza verdadera, que no tiene cuerpo ni órganos sensorios, que es el el nouménico vijñana testigo de todo, que es el Atman bienaventurado (en contraposición a jivatman, el yo inferior) y que es resplandeciente de por sí.

2.30 Ese es al que hay que conocer como “yo”. ¡Ojalá puedas llegar a Él, Ribhu!

2.31 Después de eso no habrá más experiencia del mundo. De ahí en más persistirá siempre la experiencia de la sabiduría de nuestra propia naturaleza. Para el que ha conocido así plenamente a Atman, no hay emancipación ni esclavitud.

2.32 Aquel que medita siquiera durante un muhurta (48 minutos) con la cognición de su propia forma verdadera, en Aquel que danza como Testigo de todo, queda liberado de la esclavitud.

2.33 ¡Reverencias, reverencias me sean ofrecidas a Mí, que estoy en todos los elementos, que soy el Chidatman (o sea Atman cuya naturaleza es sabiduría), eterno, libre y que soy el Pratyagatman (el Atman manifiesto)!

2.34 y 35 ¡Oh Devata, tú eres yo y yo soy tú! Reverencias a mí y a ti, que eres infinito chidatman; yo soy el supremo Isha (señor) y tú eres Shiva (el de naturaleza benéfica). ¿Qué he de hacer? ¿Adónde he de ir? ¿Qué voy a rechazar?

2.36 (Nada, porque) yo lleno todo el universo como las aguas del diluvio universal. Todo el que deja el amor de lo exterior, el amor de lo interior y el amor del cuerpo, y así descarta toda asociación, se funde en Mí, no cabe duda.

2.37 Ese Paramahamsa (asceta) que a pesar de vivir en el mundo se mantiene alejado de las aglomeraciones humanas como si de una serpiente se trataran, que mira a una mujer hermosa como si fuera un cadáver (viviente) y a los infinitos objetos de los sentidos como a un veneno, que ha dejado toda pasión y que es indiferente a todos los objetos, no es otro que Vaasudeva (o sea) Yo mismo.

2.38 Esto es Satya (verdad) y nada más que la verdad. Es sólo verdad lo que aquí se dice. Yo soy Brahman, la verdad. No existe otra cosa que Yo.

2.39 (La palabra) upavasa (literalmente “vivir cerca”) significa la residencia conjunta de jivatma y Paramatma, y no (la práctica religiosa que es común en el mundo, de) enflaquecer el cuerpo con ayunos.

2.40 ¿De qué le sirve al ignorante el simple hecho de mortificar su cuerpo? Por haber aplastado el agujero de la serpiente, ¿podemos decir que matamos a la gran serpiente que lo habita?

2.41 Se dice que el hombre logra la sabiduría paroksha (indirecta) cuando sabe (teóricamente) que Brahman existe, pero se dice que alcanza el sakshatkara (cognición directa) cuando conoce (o se apercibe de) que él mismo es Brahman.

2.42 Cuando el yogi sabe que su Atman es lo absoluto, se convierte en jivanmukta.

2.43 Para los mahatmas, estar siempre en el estado de “yo soy Brahman” es conducente a su salvación. Hay dos palabras que definen a la esclavitud y a moksha [respectivamente]: “mío” y “no mío”.

2.44 “Mío” ata al hombre, y “no mío” lo libera. Debe pues abandonarse todo pensamiento vinculado con lo exterior y también los que se refieren a lo interior. Luego de haber abandonado todos los pensamientos, Ribhu, debes descansar siempre en el contentamiento (de tu Atman).

2.45 Es sólo un pensamiento proyectivo ─ sankalpa lo que causa la totalidad del universo. Es sólo por sankalpa que se manifiesta el universo. Después de abandonar el universo que es la forma de sankalpa, y de fijar tu mente en el nirvikalpa (lo que no tiene cambios), medita en la morada mía en tu corazón.

2.46 ¡Oh ser inteligentísimo! Pasa tu tiempo meditando en Mí, glorificándome con canciones, hablando con otros acerca de Mí, y dedícate así por completo a Mí, el Supremo.

2.47 Todo lo que en el universo es conciente, es sólo la Pura Conciencia ─ chinmatra. El universo consiste tan sólo en Conciencia. Tú eres Chit, yo soy Chit; contempla a los mundos como Chit.

2.48 Reduce a cero los deseos, mantente siempre inmaculado. Así, ¿cómo va a poder afectar el karma nacido del desconocimiento del actor y del agente a la lámpara brillante del vijñana de Atman que se origina en los Vedas?

2.49 Luego de descartar el no-Atman y de estar en el mundo sin verte afectado por él, halla sólo el deleite en el interno elemento de conciencia – chinmatra, siempre inclinado hacia el Uno.

2.50 Así como el akasha de un recipiente y el de una casa se albergan en el akasha omnipresente, los jivas e Ishvara han emanado tan solo de Mí, que soy el Chidakasha (el akasha de la conciencia universal).

2.51 Por eso los brahma-jñanis, gracias a su discriminación, llaman maya a eso que no existía antes de la manifestación de los (jiv-)atmas (e Ishvara), y que es descartado al final (o sea en el diluvio universal).

2.52 Si fueran aniquilados maya y sus efectos (el universo), no habrá entonces condición alguna de Ishvara ni condición alguna de jiva. Por eso, igual que el akasha sin su vehículo, yo soy el Chit, lo inmaculado.

2.53 La creación, tanto sensiente como no sensiente, desde el momento del ik-

2.54 shana (pensar) hasta el del pravesha (entrar) de aquellos que tienen la forma de jivas e Ishvara, se debe al acto creador (o ilusión) de Ishvara; mientras que el samsara (existencia mundana), desde el estado de vigilia hasta la salvación, se debe al acto creador de los jivas.

2.55 Por eso, desde los karmas (ritos) prescritos para el sacrificio trinachaka,[1] hasta el yoga se apoyan en la ilusión de Ishvara, en tanto que de (los sistemas de) los Lokayatas (ateos) al Sankhya, se apoyan en la ilusión del jiva.

2.56 Por lo tanto, los que aspiran a la salvación jamás deben meter la cabeza en el campo de las controversias acerca de jiva e Ishvara. En vez de eso, hay que investigar los tattvas de Brahman con la mente libre de perturbaciones.

2.57 Los que no conocen el tattva de Brahman-sin-segundo, no son más que personas engañadas. ¿Dónde hallarán salvación? ¿Dónde hallarán felicidad en este universo?

2.58 ¿De qué les sirven las nociones de superioridad e inferioridad (de Ishvara y jiva)? ¿Acaso el ser rey o mendigo en sueños afectan a la persona cuando está despierta?

2.59 Los sabios llaman dormir – nidra al absorberse del buddhi en ajñana. ¿De dónde me vendría entonces el sueño a Mí, que estoy exento de ajñana y de sus efectos?

2.60 Se dice que en jagrat (el estado de vigilia) buddhi se halla en su mayor despliegue. Como en mí no hay cambios, tampoco hay estado de vigilia.

2.61 El movimiento de buddhi dentro de los nadis sutiles constituye el estado onírico – svapna. Como en mí no hay acción de movimiento, tampoco hay sueños.

2.62 Es en el momento del sueño profundo ─ sushupti, cuando todas las cosas se han disuelto envueltas en tamas, que se goza de la felicidad suprema de la propia naturaleza, en estado invisible.

2.63 Sólo si se ve que todo es Chit sin diferenciación alguna, se es un verdadero vijñani. Sólo él es Shiva, sólo él es Hari, sólo él es Brahma.

2.64 Esta existencia mundana, que es un océano de pesares, no es más que un sueño de larga duración, una ilusión de la mente o una larga monarquía de la mente. Hay que contemplar a Brahman desde que uno se levanta hasta que se va a dormir.

2.65 Al hacer disolverse este universo que no es más que una superposición, el chitta participa de mi naturaleza, y luego de haber aniquilado a los seis poderosos enemigos, con su destrucción se vuelve Uno sin segundo, como el rey de la isla de los aromas.

2.66 Sea que el cuerpo perezca inmediatamente o que dure la misma edad de la luna y las estrellas, ¿qué me importa a Mí que tengo por cuerpo al chit puro? Al akasha que está dentro de un recipiente, ¿qué le importa si éste se rompe ya mismo o dura largo tiempo?

2.67 Cuando el pellejo inerte de la serpiente queda abandonado en la madriguera, la serpiente no da muestras de tenerle afecto.

2.68 De igual modo los sabios no se identifican con su cuerpo denso o sutil. Si el conocimiento ilusorio (de que el universo es algo real) así como su causa se destruyen con el fuego de atma-jñana, el hombre sabio se vuelve incorpóreo gracias a la idea de que “(Brahman) no es así, no es así”.

2.69 Gracias a los shastras se elimina la noción de la realidad (del universo). Por la percepción directa de la verdad, cesa la aptitud de ejercer acción (en este universo). Con la cesación del prarabdha (la porción del karma pasado que se experimente en esta vida), se produce la destrucción de la manifestación (del universo). Así se destruye triplemente a maya.

2.70 El estado (de separatividad) del jiva no se extingue si no se da la identificación con Brahman dentro de sí. Si se discierne de verdad al Uno no dual, cesa entonces toda afinidad (por los objetos).

2.71 Con la cesación del prarabdha (que viene del cese de las afinidades), se produce la cesación del cuerpo. Por lo tanto, es cierto que así maya perece por completo. Si se dijera que todo el universo es, es sólo Brahman, cuya naturaleza es sat, lo que es.

2.72 Si se dijera que el universo es luminoso, es sólo Brahman el que ilumina. El agua del oasis, en realidad no es otra cosa que el oasis. Por indagación de nuestra propia Mismidad (se ve que) los tres mundos (superior, medio, inferior) son por naturaleza nada más que chit.

2.73 En Brahman, que es uno y solo, cuya esencia es Conciencia Absoluta, y que está bien lejos de las distinciones de jiva, Ihsvara y guru, no hay ajñana. Al ser así, ¿qué ocasión hay para que exista el universo? Yo soy ese Brahman que es plenitud total.

2.74 En tanto la luna llena de la sabiduría pierda su brillo a manos del Rahu[2] de la ilusión, toda acción como son los ritos de ablución, limosna y sacrificio que se realicen durante el eclipse son en vano.

2.75 Tal como se vuelven una sola cosa el agua y la sal, se llama samadhi cuando se identifican Atman y manas.

2.76 Sin la gracia de un guru bueno (perfecto), es muy difícil abandonar los objetos de los sentidos, lograr la percepción de la verdad (divina) ─ tattva y el logro de nuestra condición verdadera.

2.77 Sólo entonces resplandece por sí mismo el estado de hallarse en la propia Mismidad para el yogi en quien amaneció el jñana-shakti y que ha abandonado todo karma.

2.78 La movilidad es (una propiedad) natural de la mente y del mercurio. Si puede fijarse el mercurio o controlarse la mente, ¿qué no se va a poder lograr entonces en esta tierra?

2.79 Aquel que consiga el murchccha[3] cura todas las enfermedades y los muertos vuelven a vivir. El que haya logrado fijar (la mente o el mercurio) es capaz de transportarse por los aires. Por lo tanto, el mercurio y la mente nos otorgan el estado de Brahman.

2.80 Manas (la mente) es el amo de los indriyas (órganos). Prana es el amo de la mente. Laya (la absorción en el yoga) es el amo de prana. Por lo tanto, es preciso practicar Laya-yoga.

2.81 Se dice que el Laya(-yoga) de los yogis está exento de acción y de cambio. Es preciso conocer por propia experiencia a ese laya (absorción) de la mente que se halla por encima de las palabras, y abandonar completamente toda acción.

2.82 Así como la bailarina, por más que siga la música, los tambores y demás instrumentos musicales que le marcan el compás, tiene la mente concentrada en cuidar [que no se caiga] la vasija que lleva sobre la cabeza, igualmente el yogi, aunque por el momento se ocupe de los múltiples objetos, jamás deja de contemplar en su mente a Brahman.

2.83 La persona que desea toda la riqueza del yoga, luego de haber abandonado todo pensamiento, ha de practicar la concentración en el nada (sonido místico) con la mente controlada, y nada más.

Así finaliza el segundo Adhyaya.

Continía leyendo los cinco Adhyayas del Varaha Upanishad:

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[1] Que se llama así en honor del Nachiketas del Katha Upanishad.

[2] Uno de los nodos de la órbita lunar, al que los hindúes catalogaban como el planeta que devora a la luna y al sol en los eclipses.

[3] Aparentemente murchccha hace referencia aquí al “mercurio fijado”, equivalente a la piedra filosofal de los alquimistas

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