¿Quién es Márichi? La historia de Marichyasana
Marichyasana, en sus cuatro versiones, es una de las posturas que siempre se realizan durante la primera serie de Ashtanga Vinyasa Yoga. Una postura relativamente sencilla que puede convertirse en un gran reto porque requiere de mucha apertura de hombros, flexibilidad en la espalda y fuerza abdominal. Pero, más allá de los beneficios físicos, esta postura nos invita a reflexionar sobre nuestra luz interna y nuestro dharma[1] y a admirar nuestra inteligencia humana como parte del todo (el Universo o Brahmá). Probablemente ahora te estés preguntando… ¿Cómo es que nos invita a esta reflexión?
Debes saber que, según la mitología hindú el mundo fue creado por el dios Brahmá[2], uno de los miembros de la Trimurti (tres formas), la tríada también conformada por Vishnú (dios preservador) y Shiva (dios destructor). Sin embargo, después de crear los cielos y la tierra, Brahmá decidió crear a los Prayápati (deidades de la creación y protectores de la vida)[3] para que se encararan de las subcreaciones del mundo. Márichi fue uno de estos hijos de Brahmá, o Prayápati.
Márichi, cuyo nombre puede traducirse como “rayo de luz” (del sol o de la luna), fue uno de los Saptarishi (सप्तर्षि), Siete Sabios, y es considerado como el fundador del Vedanta[4]. Pero más allá de haber fundado el pensamiento Vedanta, Márichi es conocido por haber sido el padre de Kashyapa, otro de los Saptarishi y el primer Rishi (iluminado). Y, a su vez, Marcichi fue el abuelo de:
- Surya (el dios Sol)
- Los Rudras (33 dioses seguidores de Rudra/Shiva)
- Los Vasu (deidades asistentes de Indra)
- Los Daityas (clan enemigo de los Devas)
- Los Maruts (deidades de las tormentas)
- Las aves
- Los toros
- Y muchos otros seres mitológicos y terrenales.
Entonces, Márichi es el abuelo del dios Sol[5], uno de los más grandes aportes del Prayápati a la creación de Brahmá. Pero eso no es lo único. De la unión de Surya (o Vivasvana como se le conoce en muchos textos antiguos) y Saranyu nació Shraddhadeva Manu (मनुश्रद्धादेव), otro de los Saptarishi y es considerado el progenitor de la raza de los Manu o aquellos llamados humanos (manavá). De forma que, Márichi no solo fue el encargado de crear al sol, sino que fue una pieza fundamental en la creación de la humanidad.
Como podrás ver, la historia de Márichi también es la historia de la luz y de la humanidad. Es por lo mismo que, cuando realizamos la postura de Marichyasana, la postura de dedicada a Márichi, la misma Asana nos invita a reflexionar sobre nuestra luz interior y sobre nuestro dharma, así como a sentir que todxs somos parte de la misma humanidad y del universo (con una inteligencia compartida).
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[1] Así como el Karma es la energía o castigo (o como lo quieras ver) negativa que se da cuando realizamos acciones que van en contra de nuestra propia ética o moral, el Dharma sería la recompensa o consecuencia positiva que recibimos por nuestro buen actuar (desinteresado).
[2] También se le conoce como el primer ser humano; existen muchos otros mitos sobre Brahmá y su origen.
[3] Dependiendo del texto que se consulte pueden ser más o menos.
[4] Cabe mencionar que, al igual que con el resto de leyendas y personajes de la mitología hindú, existen diferentes versiones de la historia de Márichi.
[5] En muchas versiones lo nombran padre Surya (el sol).
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