Mandalas, su simbolismo, función y beneficios

Los mandalas están de moda. Basta con darte una vuelta por cualquier librería de prestigio, cualquier supermercado o tienda departamental, para encontrarte con diferentes libros de mandalas para colorear. Seguramente habrás conocido a más de una persona que compra estos libros y dedican sus tardes a colorear las figuras de los mandalas, diciendo que le ayudan a relajarse. Pero las mandalas son más que simples diagramas para colorear, de hecho, son parte fundamental de la espiritualidad de un sinfín de culturas orientales[1].

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¿Qué simbolizan los mandalas?

Según el Sanskrit-English Dictionary del sanscritólogo británico Monier Monier-Williams (1819-1899), la palabra Mandala viene del sánscrito y se traduce como círculo. Se llaman mandalas, o círculos, porque la creación de los mandalas inicia con un círculo al centro, y después se continúa, por lo general, con línea concéntricas, creando una imagen compleja (que algunas veces puede sugerir una flor de loto).

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Estas líneas concéntricas, se realizan para recrear la unidad, armonía e infinitud del universo, mostrando la manera en la que el macro y el microcosmos se encuentran relacionadas entre sí; mientras que, el círculo central habla del centro del universo y de la Consciencia. En otras palabras, lo mandalas muestran la manera en la que el universo se encuentra dentro de nosotrxs, y nosotrxs somos parte del universo.

Mandala
Tb. mándala, p. us.
1. m. En el hinduismo y en el budismo, dibujo complejo, generalmente circular, que representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación. – RAE.es

¿Para qué sirven los mandalas?

Como verás, los mandalas sirven para representar la forma y la unión entre el universo exterior y el interno, entre el macrocosmos y el microcosmos; esto los hace muy especiales dentro de las religiones y culturas orientales tradicionales; pero su función va más allá de cuestiones decorativas o ceremoniales. En gran medida, los mandalas han sido, y siguen siendo usados, para la meditación. ¿La meditación?

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Si, aunque la meditación no es igual a la que realizas al colorear los libros de mandalas (ósea, sí, pero no). Como sabrás, en las religiones y culturas orientales[2], la liberación (moksha) es una de las metas principales; y, para poder alcanzar el estado de liberación es necesaria la meditación y, por ende, la concentración. De esta forma, cuando los monjes alcanzan cierto estado meditativo (y para ayudarse a permanecer en él), realizaban/realizan la pinta de mandalas.

Cuando la percepción consciente se rompe de tanto en tanto se denomina distracción, y llevar la mente distraída una y otra vez a un punto focal es concentración. – BKS Iyengar (El Árbol del Yoga)

Otra forma de usarlos para meditar es a través de la visualización. La idea es observar detenidamente un mandala, fijando toda la atención en su forma y colores; con la finalidad de poder visualizarla, y mantener toda tu atención en ella, al momento de cerrar los ojos. Esto puede ayudar infinitamente a calmar las fluctuaciones mentales y llevarte a otro estado de conciencia.

Mandalas y Psicoanálisis

Debes saber que, Carl Gustav Jung, uno de los psicoanalistas más reconocidos del siglo XIX y XX, se dedicó a estudiar las mandalas de diferentes culturas por 20 años, y escribió 4 ensayos al respecto. Dentro de sus estudios, llegó a la conclusión de que, las mandalas son expresiones del inconsciente colectivo, en el que se puede observar al Selbst, o sí-mismo, en el centro circular o poligonal de las mismas. Un sí-mismo que busca lograr la perfección en el proceso de la individualización.

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Jung habla de que, en la conciencia humana, además de contener al individuo inconsciente, también se encuentra el inconsciente colectivo, mismo que se compone de arquetipos. En este caso, los arquetipos son tres símbolos que son, la universalidad, la impersonalidad y la herencia. Estos arquetipos suelen estar siempre presentes en nuestros sueños. Según Jung, los mandalas son de los mejores ejemplos de la operación universal de un arquetipo, pues muestran patrones dominantes presentes en el inconsciente colectivo en todas las culturas.

En la tierra visionaria, entre el cielo y la tierra, las imágenes constituían la mediación necesaria para alcanzar un más allá invisible transparentando con sus formas y colores lo puramente inteligible. La cualidad trascendente de la imagen no tiene otra función que abrir al espectador a una realidad sagrada a la que no es posible acceder con los sentidos sensibles, sino sólo mediante una elaboración meditativa de las mismas en el espacio de la interioridad. – Victoria Cirlot (Hildegard von Bingen y la tradición visionario de Occidente)

Por otro lado, Jung habla de la manera en la que, el individuo puede expresar su subconciente a través de la creación y coloreado de mandalas, por lo que puede ser útil en algunas terapias psicoanalíticas. No solo pueden ayudar al subconsciente a expresarse, sino que, también, pueden ayudar a relajar la mente, ayudándola a entrar en un estado de meditación.

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8 Beneficios de los Mandalas para Colorear

Hoy en día, en Occidente hemos adoptado (por no decir apropiado) las mandalas como una nueva técnica de meditación o de relajamiento mental. Y es que, al dedicar toda tu atención en colorear todos los recovecos de la mandala, dejas de pensar en todos los problemas del pasado y el estrés que conlleva el futuro, para vivir en el presente, el aquí y el ahora. Además, el colorear las mandalas traen consigo varios beneficios como:

1. Aclara la mente
2. Activa el hemisferio derecho del cerebro
3. Promueve la sincronización cerebral
4. Mejora la creatividad
5. Promueve el surgimiento de nuevas ideas
6. Ayuda a entrar en un estado de meditación
7. Mejora la capacidad de resolver problemas
8. Puede ayudar a cambiar la psique, debido al simbolismo de la mandala

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[1] E, incluso, se han encontrado similitudes (tanto en forma, como en significado) con otras estructuras de culturas ancestrales occidentales; por ejemplo, las Ruedas de Sanación de las nativas del norte de EE.UU. y el sur de Canadá, o el Calendario Azteca. Incluso se puede encontrar una relación entre las mandalas orientales (tradicionales) y la mandorla del arte cristiano medieval o los rosetones en las iglesias góticas (Claro, esto se presta a diferentes interpretaciones).

[2] No especificaré la religión o tradición, pues han sido usados por hinduistas, janistas, taoístas, budistas, entre muchas otras religiones/culturas.