6 Prácticas de Mindfulness para la Vida Cotidiana
No cabe duda de que el Mindfulness es cada día más necesario en nuestra sociedad actual. Una técnica, o disciplina, que nos ayuda a calmar las fluctuaciones de la mente, preparándola para afrontar los altos niveles de estrés y ansiedad de la sociedad hiper moderna, y ayudándonos a actuar mejor en cualquier situación de conflicto. ¡Definitivamente es más que útil en nuestros tiempos!
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De hecho, un gran número de estudios demuestran que, una práctica constante del Mindfulness puede generar una serie de cambios en la estructura cerebral, ayudándonos a modificar nuestro comportamiento, permitiéndonos asimilar mejor al estrés del día a día, y de situaciones extraordinarias. Sin embargo, según las y lxs expertxs en meditación y Mindfulness, para que esto suceda es necesario llevar una práctica disciplinada en la que dediquemos de 20 a 30 minutos diarios. ¿Y en qué consiste esta práctica? En pocas palabras, consiste en sentarse en un lugar calmado, cerrar los ojos y llevar toda tu consciencia al presente.
La mente se vuelve cada vez más dependiente de los hábitos hasta que aceptamos las acciones de ayer como las normas de hoy. – T.K.V. Desikachar (The Hearth of Yoga)
¿Dedicar 20 o 30 minutos a meditar? ¿En esta economía? Sí, sabemos que, entre el trabajo, los compromisos sociales, el tráfico y el ejercicio, es cada vez más difícil poder sentarte a meditar. Sí, yo lo sé, muchas veces el tiempo es solo un pretexto y es cuestión de que encuentres el momento; pero, si por angas o mangas no logras encontrar ese momento, o si ya estás iniciando con tu práctica de Mindfulness y hay días en los que no te da la vida de realizar tu práctica en forma, te compartimos 6 Prácticas de Mindfulness para la Vida Cotidiana.
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1. En el tráfico
No importa si vas en tu carro o en el transporte público, puedes aprovechar el tráfico para dedicarte unos minutos a ti y a tu bienestar mental. Aprovecha cuando estés en el alto, o cuando vayas entre estación y estación, y lleva tu concentración a tu respiración, a la sensación del asiento contra tu cuerpo, al cómo se sienten tus pies con las vibraciones del vehículo, a tu postura corporal o, incluso, puedes dedicarte a observar (de manera consciente) el flujo del tráfico.
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2. Mientras te bañas
A todxs nos gusta meternos a bañar, porque es un pequeño apapacho al cuerpo. Por lo mismo, puedes aprovechar los cinco o diez minutos de baño, para dedicar toda tu atención a la a las sensaciones que provoca el agua al entrar en contacto con nuestra piel ¿cómo es la temperatura? ¿qué tal la presión? ¿por dónde corre el agua? Lleva tu atención a los movimientos que realizas para poder lavar el cuerpo o, incluso, dedícate a observar los pensamientos que llegan a ti mientras te bañas, sin colgarte de ellos.
3. Al tender tu cama
También puedes aprovechar una tarea tan repetitiva y aburrida como tender la cama, para dedicarte un momento a tu bienestar. Aprovecha para observar de manera consciente, todas las curvas y formas que encontrarás en las sábanas y cobijas; lleva tu atención a las texturas de las telas, a su temperatura y al peso de las mismas.
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4. Al lavar los platos
Lo creas o no, un gran número de personas se han vuelto aficionadas del lavado de platos, gracias a que es un momento para dedicarte a tu práctica de Mindfulness. Es un momento en el que puedes dedicarte a experimentar y observar las sensaciones que surgen al lavar los platos… ¿Cómo cuáles? Bueno, puedes sentir la temperatura y el flujo del agua en tus manos, las texturas de la vajilla, la esponja o, incluso, la comida que quedó en el plato; observar la forma de los vasos y cubiertos y los movimientos de manos y brazos al momento de lavar.
5. Al comer
El momento de comer también es un momento ideal para dedicarte unos minutos al Mindfulness. Puedes dejar a un lado tu teléfono celular o tu libro y dedicar toda tu atención a lo que comes. ¿qué texturas tiene la comida? ¿Qué sabores llegan a tu boca? ¿Cómo es que los aromas complementan el sabor? ¿Qué colores hay en el bocado que darás? ¿Cómo son las formas de los ingredientes? ¿Qué movimientos estás realizando para comer? Y eso no es todo, también puedes llevar tu atención a tu estómago y observar cómo se va llenando poco a poco, para que evites comer de más solo por distracción.
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6. Al ejercitarte
Más allá de si practicas yoga o no, el mejor momento para dedicarte a la práctica del Mindfulness es cuando te estás ejercitando. No importa si lo tuyo es correr, nadar, andar en bici, el yoga o las pesas, todas estas actividades son ideales para enfocar la mente. ¿Cómo? Simplemente debes de llevar tu atención a los movimientos que estás realizando… ¿Los estás realizando de manera óptima? También puedes observar las sensaciones de tu piel al contacto con el aire o el agua, o el cómo se sienten tus músculos o articulaciones con el esfuerzo que estás realizando.
Como verás, a lo largo del día realizamos un sinfín de actividades rutinarias, que realizamos prácticamente en piloto automático; actividades que pueden sentirse como un estorbo en la rutina diaria, pero que podemos aprovechar para dedicarnos un tiempo a nuestro bienestar. Es cuestión de cambiar nuestra perspectiva de las rutinas y buscar las pequeñas acciones que podemos realizar para mejorar nuestra relación con el mundo y nuestra mente.