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Meditación en Movimiento: Los 4 Niveles de Asana

Se dice que el Yoga (postural) es una meditación en movimiento. ¿Por qué? Bueno, por un lado, porque te ayuda a relajar el cuerpo y, por ende, calmar la mente; y, por el otro, porque, durante una clase de Yoga postural, la idea es alcanzar un estado de meditación durante la misma práctica. Sin embargo, alcanzar un verdadero estado de meditación en la Asana, o Postura, puede llegar a ser todo un verdadero reto, pues el dolor, la incomodidad y el ego generan fluctuaciones mentales, mismas que terminan apoderándose de nuestra mente.

Por lo mismo, al hablar de la meditación durante la práctica postural de Yoga se puede hablar de cuatro niveles de Asana, o Postura. Estos niveles van más allá de lo físico y la complejidad de la postura, enfocándose más que nada en la profundidad o complejidad de la postura, pero en el tema de la atención plena. ¿Cómo? Bueno, hablamos principalmente de la manera en la que, al realizar la postura podemos incorporar y mantener diferentes elementos, herramientas o alineaciones del mismo asana. Con esto, me refiero al Pranayama (o respiración), los Bandhas, el Drishti e, incluso, el Sankalpa.

En nuestra ejecución de asanas debemos aprender a expresar la forma externa y la belleza de la postura sin por ello perder la atención interna. – BKS Iyengar (El Árbol del Yoga)

Nivel 1: La postura física

Al hablar del Nivel de la Postura Física no me refiero realmente al grado de dificultad de una postura, sino a la manera en la que tu voluntad y atención están enfocadas en la forma y alineación de la postura. Sin importar si estás en una postura avanzada, como Urdhva Dhanurasana o Parsva Bakasana, o en una postura más “sencilla” como Savasana o Siddhasana; en este nivel únicamente nos referimos al foco de tu atención y en cómo esta está más enfocada en tu cuerpo.

Nivel 2: Pranayama en la postura

Este nivel llega cuando, ya tienes un entendimiento más profundo de tu cuerpo y sabes cómo entrar en las posturas (ya sea en su versión más básico o la más avanzada). Cuando alcanzas este nivel, puedes llevar tu atención más allá del cuerpo a la respiración. Y no me refiero a únicamente observar la respiración (que, a decir verdad, ya es un gran avance), sino a mantener una respiración integral durante la postura. En primer lugar, manteniendo la famosa Respiración Ujjayi (Victoriosa o del Guerrero) de manera que puedas controlar la forma en la que entra el aire al cuerpo, distribuyéndolo a la zona que estés trabajando.

El dominio de asanas y pranayama ayuda al practicante a desligar la mente del contacto del cuerpo, lo que lo conduce automáticamente a la concentración y la meditación. – BKS Iyengar (El Árbol del Yoga)

Nivel 3: La postura sutil (Bandhas y Drishti)

Una vez que puedes mantener tu atención de manera integral entre el cuerpo (la Postura Física) y la respiración, puede empezara incorporar otros elementos como las Bandhas y el Drishti. El más sencillo es el Drishti, mismo que consiste en mantener la mirada fija en alguno de los nueve puntos de atención, obviamente siguiendo el Drishti de la postura. ¿Has escuchado que el o la maestra dicen “lleva tu mirada al entrecejo” o “mirada al dedo medio de la mano”? Bueno, este es el Drishti.

El siguiente punto es mantener la atención en el cierre de los Bandhas. ¿Bandhas? Estos son candados energéticos que tenemos en el cuerpo, mismos que debemos cerrar apretando algún músculo específico:

Mula bandha: se cierra contrayendo ligeramente los músculos del suelo pélvico (músculo pubocoxígeo); en otras palabras, apretando ligeramente el músculo que se encuentra entre el ano y los genitales, pero sin contraer el músculo esfínter.

Uddiyana bandha: se cierra al activar los músculos de la inhalación mientras respiras de manera fluída; es decir, metiendo ligeramente el abdomen y manteniéndolo siempre un poco adentro.

Jalandhara bandha: se cierra al alinear la barbilla ligeramente hacia el pecho.

Nota: Es importante mencionar que, aunque las y los maestros de yoga recomiendan siempre mantener los bandhas cerrados, esto no aplica a todas las posturas y en todos los momentos; lo que sí, es que debes mantener siempre tu atención en estos tres puntos y experimentar cómo afecta el cierre de cada bandha en cada asana.

Nivel 4: Meditación en la Postura

Este es, obviamente, el nivel más difícil de la postura. Y es que, para poder alcanzarlo, debes de haber logrado una atención integral y plena en cuerpo físico y sutil y en la respiración, así como en tu Sankalpa (o intención). Desde el momento en el que aplicas tu atención plena en cualquiera de los tres primeros niveles, estarás entrando en un ligero estado de meditación, mismos que te ayudará a relajar la mente durante y al terminar la práctica; pero, si mantienes la atención plena en los tres primeros niveles y llevar tu atención plena a todo lo que está pasando dentro y fuera de tu cuerpo, alcanzarás un alto grado de concentración y meditación, permitiéndote alcanzar estados más elevados de conciencia y fomentando las bases para que logres entrar en Samadhi.

Sankalpa significa imaginar o construir las cosas para crear unidad. – Richard Freeman (El Espejo del Yoga)

Como verás, la postura es mucho más que el acomodar tu cuerpo de una forma u otra. La verdadera postura correcta no es aquella en la que alcanzas tocar tus pies con las manos, sino aquella en la que, sin importar qué tan complicada o avanzada sea la postura o tu versión de la misma, puedes mantener tu atención plena en todos los niveles de tu cuerpo y conciencia.

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