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Yoga Tattva Upanishad: Parte 1 de 3

El Yoga Tattva Upanishad (Yoga-tattva-upaniṣad) es uno de los Upanishads menores, y está clasificado como uno de los 20 Yoga Upanishads. En este se habla de una plática entre Brahma y Vishnu, en la que, el Señor del Universo (Vishnu) aborda el yoga-tattva (la verdad del yoga). Habla de la necesidad de practicar yoga para poder alcanzar la liberación (del ciclo de renacimientos) o moksha, menciona las 8 ramas del yoga (las mismas que propone Patañjali), y continúa explicando la práctica de yoga (más enfocada en el Raja Yoga).

A continuación, encontrarás los 142 versos que conforman el Yoga Tattva Upanishad, separados en tres partes. Esta traducción al español del Varaha Upanishad está basada en el la traducción de K. Narayanaswami Aiyar, incluída en Thirty Minor Upanishads (1974) y fue recopilada por oshogulaab.com. Si quieres consultar el texto íntegro, con su versión AITS (Alfabeto internacional de transliteración sánscrita) y en español, puedes descargar el PDF original dando clic aquí.

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¡Om! Que a los dos nos proteja, Que a los dos nos nutra Que podamos trabajar juntos con gran energía, Que nuestro estudio sea vigoroso y efectivo Que no disputemos (u odiemos a nadie) ¡Om! ¡Paz en mí, paz alrededor mío, paz en las fuerzas que actúan sobre mí!

1.1 Voy ahora a describir el yoga-tattva (la verdad del yoga), para beneficio de los yogis que al oírlo y estudiarlo quedan libres de todo pecado.

1.2 El supremo purusha al que se llama Vishnu, que es el gran yogi, el gran ser y el gran tapasvin, resplandece como una lámpara en el sendero de la verdad.

1.3 El Abuelo (Brahma), luego de haber saludado al Señor del Universo (Vishnu), y de rendirle el debido respeto, lo interrogó (de esta manera): – Por favor, explícame la verdad del yoga, que incluye a los ocho auxiliares ─ angas.

1.4 A lo que respondió Hrishikesha (el Señor de los Sentidos, o sea Vishnu): – Escucha, pues te explicaré su verdad. Todas las almas están sumergidas en la alegría y el dolor por obra de la red de maya.

1.5 y 1.6 Kaivalya, el estado supremo, es el camino que les da la emancipación, que corta el lazo de maya, que acaba con los nacimientos, la vejez y la enfermedad y que nos permite vencer a la muerte. No hay otros caminos a la salvación. A los que van dando vueltas en la red de los shastras, ese conocimiento los engaña.

1.7 Hasta para los devas es imposible describir ese estado indescriptible. ¿Cómo van a iluminar los shastras a eso que brilla con luz propia?

1.8 Eso que carece de partes y de máculas, y que es quietud allende toda cosa, libre de deterioro, se convierte en jiva (alma encarnada) como resultado de pasadas virtudes y pecados.

1.9 ¿Cómo alcanzó la condición de jiva aquello que es la sede de Paramatman, que es eterno y por encima del estado de todas las cosas existentes, y cuya forma es sabiduría y que carece de tachas?

1.10 En él surgió una burbuja, como en el agua, y en esta (burbuja) surgió ahamkara. A este le surgió una masa (el cuerpo) hecha de los cinco (elementos) y ligada por los dhatus.

1.11 Debes saber que jiva es eso que está asociado con la dicha y la desdicha, y que así es como se le aplica el nombre de jiva a Paramatman, que es puro.

1.12 y 1.13 Se considera que ese jiva es el kevala (solo), que está libre de las máculas de la pasión, la cólera, el miedo, la ilusión, la angurria, el orgullo, la lujuria, el nacer, el morir, la mezquindad, el sopor, el mareo, el hambre, la sed, la ambición, la vergüenza, el terror, la quemazón del corazón, la tristeza y la alegría.

1.14 Por lo tanto te diré el medio de acabar con (estos) pecados. ¿Cómo será posible que surja ese jñana capaz de otorgar moksha sin el yoga?

1.15 Y también el yoga es impotente para (producir) moksha cuando carece de jñana, por eso el aspirante a la emancipación debe practicar (firmemente) tanto el yoga como el jñana.

1.16 El ciclo de nacimientos y muertes sólo se origina en ajñana, y sólo por jñana perece. Sólo jñana existía en el principio. Hay que reconocerlo como el único medio (de salvación).

1.17 Es jñana aquel con que reconocemos (en nosotros) la naturaleza real de kaivalya en tanto estado supremo, inmaculado, sin partes, de la naturaleza de Sat-Chit-Ananda, sin nacimiento, existencia ni muerte, y sin movimiento ni jñana.

1.18 Ahora voy a describirte el yoga. El yoga se divide en varias clases según sus acciones, a saber: Mantra yoga, Laya yoga, Hatha yoga y Raja yoga.

1.20 ärambhaàca ghaúaàcaiva tathä paricayaù smýtaù En todos ellos hay cuatro fases que son comunes: arambha, ghata, parichaya y nishpatti.

1.21 Te las describiré, Brahma; escucha con atención. Hay que practicar el mantra con sus matrikas (entonación adecuada de los sonidos) y demás, por un período de doce años.

1.22 Entonces se obtienen gradualmente la sabiduría, siddhis tales como anima, etcétera. Las personas de intelecto débil que son las menos cualificadas para el yoga hacen esta práctica.

1.23 El (segundo o) Laya yoga procura la absorción del chitta y se lo ha descrito de mil maneras; (una de ellas es) “Hay que contemplar al Señor que no tiene partes al andar, al sentarse, al dormir y al comer”. A esto se llama Laya yoga.

1.24 y 1.25 Escucha ahora (la descripción de) el Hatha yoga. Se dice que este yoga posee (los siguientes) ocho auxiliares: yama (contenciones), niyama (prácticas religiosas), asana (postura), pranayama (regulación del aliento), pratyahara (subyugación de los sentidos), dharana (concentración), dhyana, que es la contemplación de Hari en el medio del entrecejo, y samadhi, que es el estado de ecuanimidad.

1.26 y 1.27 Te daré una descripción separada y verdadera de cada una de estas cosas: Mahamudra, Mahabandha, Khechari, Jalandhara, Uddiyana y Mulabandha, la emisión ininterrumpida del pranava (Om) por largo tiempo y cómo escuchar la exposición de las verdades supremas, Vajroli, Amaroli y Sahajoli, que forman una tríada.

1.28 De (los deberes que constituyen) los yamas, el factor principal es la dieta moderada, y no dañar es el más importante de los niyamas, Ser Cuatrifáceo (Brahma)

1.29 (Las posturas principales son cuatro:) Siddha, Padma, Simha y Bhadra.

1.30 y 1.31 En las primeras etapas de la práctica se encuentran los siguientes obstáculos: pereza, charla ociosa, malas compañías, adquisición de mantras, etc., juego con metales (alquimia) y mujeres, y espejismos. Al descubrirlos, el hombre sabio los debe abandonar gracias a la fuerza de sus virtudes.

1.32 Luego se sentará en la postura Padma y practicará pranayama. Debe construir una ermita bella, con una abertura muy pequeña y sin hendijas.

1.33 Debe estar bien revocada con estiércol de vaca o con argamasa blanca; hay que librarla cuidadosamente de insectos, mosquitos y piojos

1.34 Hay que barrerla todos los días con una escoba y se la debe perfumar con buenos aromas, y quemar dentro resinas perfumadas.

1.35 Después de tomar asiento ni muy alto ni muy bajo sobre un almohadón de piel de ciervo sobre hieba kusha, el hombre sagaz debe adoptar la postura Padma y manteniendo erguido el cuerpo y las manos plegadas en actitud respetuosa y saludará a su deidad tutelar

1.36, 1.37, 1.38, 1.39 y 1. 40 Tapará luego la fosa nasal derecha con el pulgar derecho, inhalará gradualmente el aire por la fosa nasal izquierda. Luego de contenerlo lo más que pueda, lo volverá a expulsar por la fosa nasal derecha, lentamente y no muy rápido. Luego llenará el abdomen a través de la fosa nasal derecha y lo retendrá lo más que pueda, para expulsarlo por la fosa nasal izquierda. Inhalará el aire por la misma fosa nasal por la que lo exhaló y continuará con esto en sucesión ininterrumpida. El tiempo que se tarda en dar vuelta con la palma de la mano a la rodilla, ni muy despacio ni muy rápido y luego chasquear los dedos, se llama un matra.

1.41, 1.42, 1.43 y 1.44 Hay que inhalar el aire por la fosa nasal izquierda en unos dieciséis matras, contenerlo en el interior durante unos sesenta y cuatro matras y volverlo a exhalar por la fosa nasal derecha por unos treinta y dos matras. Luego se llenará la fosa nasal derecha como antes se dijo (y se continuará con el resto). Hay que practicar la retención del aliento cuatro veces al día, al amanecer, al mediodía, al atardecer y a medianoche, hasta (llegar a) ochenta (series). Con una práctica continua de tres meses, se logra la purificación de los nadis. Cuando han quedado purificados los nadis, aparecen en el cuerpo ciertas señales exteriores.

1.45 Procederé a describírtelas: ligereza del cuerpo, tez brillante, incremento del fuego gástrico, cuerpo magro y junto con estas cosas, ausencia de inquietud corporal.

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