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Escoge el mejor bloque de yoga para tu práctica

Los ladrillos o bloques de yoga son uno de los accesorios (o props) más utilizados en las clases de yoga. Unos pequeños cubos rectangulares, fabricados normalmente de algún material suave, que se encuentran en prácticamente todos los estudios de yoga. Un accesorio popularizado por BKS Iyengar, como una herramienta que ayuda a adaptar las posturas a todos los cuerpos y capacidades, permitiendo una correcta alineación de la Asana en caso de que no tengas fuerza, equilibrio o flexibilidad. Pero los bloques de yoga no solo son útiles para las personas que inician con su práctica, de hecho, son accesorios que pueden ayudarnos a descansar o a profundizar en las posturas, todo dependerá de cómo los usemos.

¿Cómo se usan los bloques de yoga?

Si has ido a diferentes estudios de yoga, o si has visitado alguna tienda especializada en el tema, seguramente habrás visto que existen bloques de yoga de diferentes tamaños y materiales. ¿Cuál es el mejor? La verdad es que no podemos decir que exista un bloque mejor que otro; y es que, la funcionabilidad del mismo dependerá del uso que le quieras dar al mismo, así como de tu tamaño. Para poder explicar esto, explicaré algunos de los usos que le puedes dar a los ladrillos o bloques de yoga.

Cuando tienes poco equilibrio

Si vas iniciando con tu práctica y falla tu equilibrio, podrías utilizar los bloques de yoga como apoyo para mantener una postura. Puedes colocarlo en el piso y apoyar tu mano en el bloque para mejorar el equilibrio y no caerte mientras realizas la postura. Por ejemplo, cuando realizas la Postura de la Media Luna (Ardha Chandrasana); en el caso de que no logres bajar la mano al piso y te cueste mucho trabajo mantener el equilibrio, puedes recargarte en el bloque para que la postura sea más cómoda.

Cuando eres poco flexible

Por otro lado, existen posturas de yoga que requieren de un poco de flexibilidad para poder realizarlas de manera correcta; en este caso, el bloque puede ayudar a lxs practicantes a entrar o mantener esa postura sin arriesgarse a alguna lesión. Por ejemplo, la Pinza de Pie o Uttanasana. La manera más correcta de realizar esta postura sería llevando las manos al tapete y dejando caer la coronilla al piso. Pero, no todo el mundo ha desarrollado la flexibilidad necesaria para bajar con la cadera, de forma que no se lastimen. En este caso, pueden colocar el bloque en el piso y las manos sobre el mismo, para servirles de apoyo y no bajar demasiado.

Cuando quieres profundizar tu práctica

Un ejemplo un poco más avanzado de cómo los bloques nos ayudan a mejorar nuestra flexibilidad son las posturas que requieren de una fuerte extensión de la columna (arcos). En este caso, los bloques pueden ayudarnos a profundizar o corregir la extensión de la espalda, permitiéndonos aumentar, poco a poco, nuestra flexibilidad. El mejor ejemplo de esto es Matsyasana o Postura del Pez. Cuando realizamos este pequeño arco, podemos colocar un bloque debajo de la espalda, ayudándonos a profundizar la extensión, al mismo tiempo que le damos un soporte a la espalda.

Mi ejemplo favorito de esto es Paschimottanasana, una “sencilla” flexión al frente. La ventaja de esta postura es que no requiere que te agarres de los pies con las manos para realizarla, basta con que baje el torso un poco para poder beneficiarte de la postura. Pero, cuando ya tienes una práctica un poco más avanzada sueles querer progresar más con la flexión. Y, si ya logras agarrarte los pies, pero no entrelazar las manos por delante de los mismos, puedes colocar uno o dos bloques frente a los pies y tomarlo con las manos para profundizar el estiramiento, permitiéndote progresar poco a poco y entrelazar eventualmente las manos por delante. O, podrías colocar el bloque debajo de los talones para profundizar el estiramiento.

Otra forma de usar los bloques para profundizar tu práctica es usándolos para retar más tu equilibrio. ¿Cómo? Muy sencillo, en las posturas de equilibrios de brazo, como Bakasana o Koundinyasana, puedes colocar los bloques debajo de las manos para que, cuando entres en tu equilibrio, tengas que usar más fuerza y concentración. También podrías usar el bloque en ciertas posturas, o progresiones para ayudarte a fortalecer el cuerpo; por ejemplo, si lo colocas entre los muslos, pies o pantorrillas (o puede ir en las manos también) en algunas posturas, manteniéndolo siempre pegado al cuerpo (aplica en posturas como Uttanasana o Navasana) fortalecerás diferentes músculos.

Cuando quieres relajar o descansar el cuerpo

Los ladrillos o bloques de yoga también son ideales para cuando quieres relajar el cuerpo, por lo mismo son muy usados en las prácticas de yoga restaurativo. Aunque el bloque como tal no te permitirá relajar el cuerpo, existen un sinfín de posturas que te ayudan a relajar el cuerpo cuando las sostienes por tiempo prolongado. De esta forma, puedes colocar los bloques en diferentes partes o zonas para que te ayuden a mantener la postura durante mucho tiempo, sin que se canse el cuerpo o sin tener que soportar las incomodidades que surgen cuando los músculos se empiezan a estirar.

Mi ejemplo favorito de esto es Supta Baddha Konasana o Postura de la Mariposa Reclinada. Esta cuando nos acostamos con las plantas de los pies juntos, la gravedad puede estirar mucho los músculos de la cadera, generando dolores innecesarios. Pero, al colocar bloques debajo de las rodillas, reducimos las incomodidades y permitimos que nuestro cuerpo descanse y se relaje de manera natural.

¿Qué tipo de bloque de yoga es el mejor?

Existen bloques rígidos de madera y otros suaves de fomi o EVA, existen bloques grandes y bloques pequeños y de todos los colores posibles. Entonces… ¿Cuál es el mejor bloque? La verdad es que no existe una respuesta correcta a esta pregunta. Sin embargo, el mejor bloque para nuestra práctica dependerá del uso que le queramos dar al mismo.

Material o rigidez del bloque de yoga

Empecemos por el material. El material ideal para tu bloque de yoga dependerá del uso que le darás. En este caso, si lo que buscas es usarlos para mantener posturas de relajación durante mucho tiempo, y en especial si colocarás todo tu peso sobre el bloque (como cuando te acuestas sobre el mismo), lo ideal será usar un bloque que no sea muy rígido, por ejemplo los de EVA, para no sentir ninguna molestia y para no lastimarte mientras mantienes la postura; lo mismo ocurriría si planeas sentarte sobre el bloque para ayudarte a meditar, pues un bloque más suave podría resultarte más cómodo (aunque algunas personas preferimos un bloque rígido para esto). Por otro lado, si lo que buscas es ayudarte con los bloques para mantener el equilibrio, es probable que un bloque rígido, de corcho o de madera, te sea más útil pues no se doblará cuando apliques tu peso sobre el mismo (esto aplica especialmente para las personas que somos pesadas).

Tamaño del bloque de yoga

En cuanto al tamaño del bloque de yoga, debes saber que, según BKS Iyengar, el tabique debe medir 22,8 centímetros de largo, 11,44 de alto y 7,6 de ancho; sin embargo, en los últimos años, diferentes compañías han desarrollado bloques de todos los tamaños imaginables. En este caso, lo ideal es elegir un bloque que se adapte a tu cuerpo y al uso que le darás. ¿Cómo? Es muy sencillo. En general, si eres una persona alta, lo ideal será que compres un bloque grande, mientras que, si eres una persona pequeña, puedes comprar un bloque más pequeño.

Como verás, los bloques de yoga pueden ser de gran ayuda para empezar o para profundizar tu práctica de yoga. No importa si eres principiante, o una persona con una práctica avanzada, siempre te pueden resultar útiles los bloques de yoga para ayudarte con tu práctica; es cuestión de entender las variaciones con bloques de las posturas que realizarás.

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