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Yoga Kundalini Upanishad: Tercer Adhyaya

En el primer Adhyaya o Capítulo del Kundalini Yoga Upanishad (sánscrito: योगकुण्डलिनी उपनिषत्, Yogakuṇḍalini Upaniṣad), habla sobre el estado de Samadhi, mismo que conduce al Jivanmukta (liberación en vida); y explica la manera en la que se puede buscar este estado, explicando un sistema de seis Chakras, y otros elementos del cuerpo sutil..

A continuación, encontrarás los 35 versos que conforman el Primer Adhyaya del Kundalini Yoga Upanishad. Esta traducción al español del Kundalini Yoga está basada en el la traducción de K. Narayanaswami Aiyar, incluida en Thirty Minor Upanishads (1974) y fue recopilada por oshogulaab.com. Si quieres consultar el texto íntegro, con su versión AITS (Alfabeto internacional de transliteración sánscrita) y en español, puedes descargar el PDF original dando clic aquí.

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Tercer Adhyaya

3.1 [He aquí el] melana mantra: Hrim-bham-sam-pam-pham-sam-ksham. Dijo (Brahma,) el nacido en el loto: – Shankara, ¿a cuál se lo llama signo (del mantra) entre la luna nueva (primer día de la quincena lunar) y la luna llena?

3.2 [Shiva repuso:] – Hay que ponerlo firme el día primero de la quincena lunar y durante los días de la luna nueva y la luna llena, y no hay otro camino (o momento).

3.3 Los hombres ansían objetos por la pasión, y los invade la pasión por los objetos. Hay que abandonar permanentemente estas dos cosas y buscar lo niranjana (inmaculado).

3.4 y 3.5 Ha de abandonar todo lo que considere favorable para sí. Ha de poner manas en el centro de sakti, y a sakti en el centro de manas, y mirar con manas hacia dentro de manas. Entonces deja incluso el estado supremo. La sola manas es el bindu, la causa de la creación y la preservación.

3.6 Sólo a través de manas se produce el bindu, como de la leche la cuajada. El órgano de manas no es el que se halla situado en el camino del bandhana.

3.7 Bandhana se encuentra donde está la sakti,entre el sol y la luna. Después de haber conocido a Sushumna y a su bheda (perforación), hay que hacer pasar a vayu por el centro y quedarse en la sede del bindu, cerrando las fosas nasales.

3.8 y 3.9 Luego de conocer a vayu, al ya mencionado bindu y a la sattva-prakriti, así como a los seis chakras, hay que entrar al sukha-mandala (es decir el sahasrara o glándula pineal, la esfera de la felicidad)

3.10 y 3.11 Hay seis chakras. Muladhara está en el ano; svadhisthana está cercano a los órganos genitales; manipuraka está en el ombligo; anahata está en el corazón; vishuddhi está en la raíz del cuello, y ajña está en la cabeza (en el entrecejo)

3.12 Luego de haber conocido estos seis mandalas (esferas), hay que entrar en el sukha-mandala (glándula pineal) aspirando el vayu y enviándolo hacia arriba.

3.13 El que así practique (el control de) el vayu, se unifica con el brahmanda (o universo). Debe practicar (o dominar) vayu, bindu, chitta y chakra.

3.14 y 3.15 Los yogis logran el néctar de la igualdad sólo a través de samadhi. Igual que el fuego latente en la madera (del sacrificio) no aparece sin frotación, la lámpara de la sabiduría no surge sin el abhyasa yoga (o la práctica de yoga). El fuego puesto en un recipiente no da luz hacia fuera.

3.16 Cuando se rompe el recipiente, su luz se manifiesta al exterior. A nuestro cuerpo se lo llama el recipiente, y la sede de “Aquello” es el fuego (o luz) interior.

3.17 Y cuando este cuerpo se rompe gracias a las palabras del guru, la luz de Brahma-jñana resplandece. Tomando por timonel al guru se cruza más allá del cuerpo sutil y del océano del samsara mediante las afinidades de la práctica.

3.18 y 3.19 Ese vak (potencia del habla) que brota en para, produce dos hojas en pashyanti, echa yemas en madhyama y florece en vaikhari. El vak que se ha descripto anteriormente alcanza el estado de absorción del sonido al invertirse el orden anterior (o sea comenzando por vaikhari, etcétera).

3.20 El que piensa que Ese que es el gran Señor de vak, que es indiferenciado e iluminador de dicho vak es la Mismidad, el que así reflexiona, nunca se verá afectado por palabras altas o bajas (o buenas y malas).

3.21 y 3.22 Los tres del universo, Virat, Hiranyagarbha e Ishvara, el huevo del universo, el huevo del hombre y los siete mundos, todos ellos a su vez se absorben en el pratyagatman con la absorción de sus respectivos upadhis (vehículos).

3.23 Cuando el huevo es calentado por el fuego de jñana, se absorbe junto con su karana (causa) en Paramatman (la Mismidad Universal). Entonces se vuelve uno con Parabrahman.

3.24 y 3.25 Entonces no hay ni quietud ni profundidad, ni luz ni oscuridad, ni cosa descriptible o distinguible. Sólo permanece Sat (seidad). Hay que pensar que Atman está dentro del cuerpo como una lámpara adentro de un recipiente.

3.26 Atman tiene el tamaño de un pulgar, es como una luz sin humo y sin forma; brilla dentro (del cuerpo), es indiferenciado e inmutable.

3.27 El vijñana Atman que reside en este cuerpo queda engañado por maya durante los estados de vigilia, ensueño y sueño profundo, pero luego de muchos nacimientos y debido al efecto del buen karma, desea alcanzar su estado propio.

3.28, 3.29 “¿Quién soy? ¿Cómo se me adhirió esta mancha que es la existencia mundana? Yo que me encuentro activo en los estados de vigilia y de ensueño, ¿Qué es de mí durante el sueño profundo?”

3.30 Como una bala de algodón es consumida por el fuego, así el chidabhasa que es resultado de la nesciencia queda consumido por pensamientos (sabios) como los anteriores, y por su propia iluminación suprema. La combustión exterior (del cuerpo, según la costumbre) no quema nada en absoluto.

3.31 y 3.32 Cuando se destruye la sabiduría mundana, Pratyagatman, que reside en el dahara (- akasha, el éter del corazón), alcanza el vijñana, se difunde por doquier y en un instante quema (las envolturas) jñanamaya y manomaya. Después, él mismo brilla permanentemente desde adentro, como la luz dentro del recipiente.

3.33 El muni que contempla de este modo aún en sueños, y hasta la muerte, debe ser reconocido como jivanmukta. Tras haber realizado lo que había que hacer, es una persona afortunada.

3.34 Y luego de abandonar (incluso) el estado de jivanmukta, alcanza el de videhamukta (emancipación en estado incorpóreo) cuando se desgasta su cuerpo. Alcanza el estado de moverse por los aires.

3.35 Entonces sólo permanece lo que es insonoro, intangible, sin forma y sin muerte, que es el rasa (eterno), inodoro, que no tiene principio ni fin, que es más grande que lo grande y que es permanente, inmaculado e imperecedero.

Así dice el upanishad.

Así finaliza el tercer adhyaya.

¡Om! Que a los dos nos proteja,
Que a los dos nos nutra,
Que podamos trabajar juntos con gran energía,
Que nuestro estudio sea vigoroso y efectivo, Que no disputemos (u odiemos a nadie).
¡Om! ¡Paz en mí, paz alrededor mío, paz en las fuerzas que operan sobre mí!
¡Hari om!

Así finaliza el Yoga Kundali Upanishad, perteneciente al Krishna-Yajur Veda.

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