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El Yoga de los Vedas: Las Ramas Yóguicas del Yajurveda

  • Este texto es parte de una breve serie dedicada a El Yoga de los Vedas. Si quieres continuar leyendo los otros dos textos, puedes hacerlo en los siguientes links:

Dentro de los versos del Yajurveda, el texto, además de darnos una definición de lo que es el yoga, también empieza a hablarnos sobre cómo es la práctica del yoga de una forma desestructurada, y muchas veces refiriéndose principalmente a las cualidades de los yoguis o de la disciplina. Sin embargo, en el verso 14.18 nos da la pista más importante de sobre la práctica de yoga:

La sabiduría da placer. El intelecto otorga fuerza. El discernimiento da libertad. La comida da fuerza física. El yoga con cinco componentes da luz. El cariño da fama. La materia ofrece refugio. El apego intenso al placer crea disfrute sexual. La manifestación de diferentes ciencias da conocimiento. El adorador de Dios lo conoce. La dependencia de los placeres físicos, mentales y espirituales produce felicidad. La fuerza que gobierna el universo es la fuente de fuerza y placer. La gente debería aprovecharlos y aumentar su reserva de felicidad. 14.18

En este verso, se puede leer de una u otra forma, gran parte de la cosmovisión que se enseñaba en las gurukulas[1], pero más allá de eso, nos aclara que existe un yoga de cinco componentes (El yoga con cinco componentes da luz), pero, al estar hablando de diferentes conceptos, no ahonda en estos componentes. Esto es interesante, pues rompe con la idea que tenemos en occidente, de que el yoga es de ocho ramas o componentes; idea que se popularizó gracias a la difusión que le dio Vivekananda a los Yoga Sutras de Patañjali[2].

Y… ¿Cuáles son esos cinco componentes que propone el Yajurveda?

El texto nunca afirma cuáles son estos componentes de manera directa; sin embargo, a lo largo de los versos repite varios conceptos que podríamos llegar a entender como los cinco componentes del yoga védico. Yamas, niyamas, pranayama, dhyana y samadhi son los cinco términos o ideas que retoma el Yajurveda o que podemos pensar que componen los cinco componentes del yoga.

Yamas y Niyamas

Los primeros dos pasos dentro del sistema de yoga patañjálico son los yamas y los niyamas, es decir el control ético y el control personal respectivamente[3]; y muy probablemente estos también eran los primeros dos componentes o ramas dentro del sistema yajurvédico. Esto lo podemos empezar a intuir en el verso 7.4, donde asegura que el aspirante a yoga es maestro de los yamas y los niyamas. En otros tres versos, también nos deja entender que los yamas y los niyamas son de suma importancia dentro de la práctica de yoga:

¡Oh, aspirante al yoga!, tú eres el maestro de yamas y niyamas. Controla los alientos vitales internos, la mente y los órganos. Oh señor rico, guarda la supremacía que emana del yoga. Elimina mediante el poder del yoga todos los males que surjan de la ignorancia, mediante los cuales podrás obtener poder sobrenatural y la satisfacción de los deseos. 7.4

Oh estudiante y maestro de yoga, estos objetos creados agradables como el agua, etc., anhelan a ambos. Ven con ellos. Oh aspirante después del yoga, has sido aceptado con yamas y niyamas yóguicos, por el maestro de yoga, para adquirir el conocimiento de los objetos animados e inanimados a través del poder del yoga. Oh maestro de yoga, este yoga es como tu casa que disipa el dolor. Te anhelo a ti, bien versado en la práctica de la concentración yóguica, y al estudiante de yoga, lleno de cualidades necesarias para el yoga. 7.8

Oh Dios, Tú eres alcanzado a través de yamas y Niyamas. Tienes el esplendor del sol y la luna, el vigor de los textos védicos y el poder del relámpago. Mi corazón es Tu hogar, todos Te tomamos para disfrutar. Todos te consideramos deleite y te consideramos grandeza. 19.8

La persona erudita, que posee una vasta sabiduría y conocimiento de los Vedas, come aquí y bebe el jugo de las medicinas maduradas por las nubes. Has controlado tus sentidos a través de yamas y niyamas. Te aceptamos como el amo de la realeza mundana y la gran supremacía. Esta es tu casa del conocimiento. Te aceptamos como protector del habla védica y lleno de gloria. 26.4

De acuerdo al verso 7.8 nos dice que el aspirante a yoga es aceptado por un maestro después de que aprende los Yamas y los Niyamas, por lo que también nos deja entender que estos son la base de la práctica de yoga, justamente igual que el yoga patañjálico. Mientras que, en el verso 19.8 y en el 26.4 también nos deja entender que, a través de estas restricciones o controles podemos controlar nuestros sentidos (lo que podríamos entender como Pratyahara[4]) y también nos explica que estos nos permitirán entrar conocer a Dios. Todo esto, nos lleva a pensar que los Yamas y Niyamas son los dos componentes básicos dentro de la práctica yóguica.

Pranayama

Oh hombres, llevad una vida de penitencia controlando vuestra respiración y siguiendo a los sabios, a los científicos y a los eruditos. 1.18

En los primeros versos del Yajurveda, el texto empieza hablando, por decirlo así, de la importancia de la respiración. Después de una larga alabanza al Señor (dios), afirma que el hombre debe de llevar vida de penitencia controlando la respiración, pero no dice nada más. Básicamente es una afirmación sencilla que va dirigida a todo el mundo. Esto es interesante, pues, a lo largo de los versos, el texto nos deja ver la importancia que tenía el control de la prana o de la respiración para todo el mundo. Siguiendo esta idea, el verso 6.25 no dice:

Oh vírgenes, os pongo en la asamblea de los solteros eruditos.

Sois conscientes de las diversas cualidades del sol y de la iluminación, conocéis bien la ciencia del control de la respiración, podéis seleccionar maridos eruditos.

Aquellos de ustedes que después del matrimonio viven con maridos brillantes como el sol, y aquellos que viven con maridos brillantes, deberían promover nuestros asuntos domésticos. 6.25

Pero más allá de los hombres y de las vírgenes, el Yajurveda también habla de la importancia de la respiración dentro de la práctica del yoga. De hecho, en el verso 6.22 nos deja entender que, el control de la respiración deriva de la práctica del yoga:

Oh discípulo, estudiante de la ciencia del gobierno, navega por océanos en vapores, vuela por el aire, conoce a Dios el Creador a través de los vedas, controla tu respiración a través del yoga, a través de la astronomía, conoce las funciones del día y de la noche, conoce todos los Vedas, Rig, Yajur, Sama y Atharva, por medio de sus partes constituyentes. 6.22

También podemos ver un ejemplo similar en el verso 8.41:

Los eruditos como videntes, en verdad se dilatan en Dios, el Creador de los vedas, la Encarnación de la pureza y la refulgencia; por el bien de la humanidad. Que nos demos cuenta de que Dios. Te aceptamos para el control de la respiración altamente activa, a través del yoga y las leyes de austeridad. 8.41

Como verás, el control de la respiración o Pranayama, es una técnica yóguica de suma importancia dentro del Yajurveda; por lo mismo, podemos pensar que, esta técnica también es una de las ramas o componentes del yoga. Componente que, de acuerdo a los sabios que compusieron el veda, es indispensable en el yoga y en la vida cotidiana. Pero… ¿Por qué es tan importante el control de la respiración? El verso 9.6 nos da la respuesta de esto:

En el control de la respiración reside la longevidad, en las aguas reside la medicina curativa. Habiendo realizado las loables cualidades del aliento y del agua, hazte veloz y fuerte. 9.6

El verso 12.87 también nos habla de esto:

¡Oh médico!, trata de extirpar la tuberculosis mediante una dieta nutritiva bien regulada, mediante el control de la respiración (Pranayam) y mediante medicamentos que alivien completamente al paciente de su dolor. 12.87

Recordemos que el término para referirse a la respiración es Pranayama, mismo que se compone de Prana y de Yama. Yama, como lo mencioné anteriormente, se suele traducir como control o retención y Prana se suele traducir como aliento. Pero debes saber que, en la cosmovisión yóguica y védica, Prana no es únicamente el aliento como el aire que respiramos, sino que lo entienden también como una energía vital. Una energía sutil que nos da vida y que entra a nuestro cuerpo cuando respiramos, por lo que, si controlamos nuestra respiración podremos regular la cantidad de energía que entra en nuestro cuerpo, brindándonos salud y longevidad.

Dharana o Dhyana

La cuarta rama dentro del sistema yajurvédico de yoga sería Dharana o Dhyana[5], mismas que se traducen como concentración[6]. Esto lo podemos concluir, porque a lo largo del texto, el veda hace énfasis en la importancia del control de la mente, y usa el término concentración constantemente cuando habla del yoga. Y, en vista de que, el texto habla específicamente de una concentración yóguica, podríamos llegar a pensar que se refiere a un estado de Dhyana o meditación, más allá del simple acto de concentrar la mente. Podemos encontrar ejemplos de esto en los versos 7.6 y 7.8:

Oh yogui supremo, tu alma es autocreada y eterna. Eres competente para cultivar todas las fuerzas espirituales, mundanas y físicas. Te instruyo a seguir los usos lustrolis del yoga, para exhibir las prácticas del yoga como el sol y para llevar una vida pura y noble controlando la respiración.

Que tú, un aspirante a yoga, alcance una mente llena de concentración yóguica y conozca el mejor camino para la observancia de la verdad. 7.6

Oh estudiante y maestro de yoga, estos objetos creados agradables como el agua, etc., anhelan a ambos. Ven con ellos. Oh aspirante después del yoga, has sido aceptado con yamas y niyamas yóguicos, por el maestro de yoga, para adquirir el conocimiento de los objetos animados e inanimados a través del poder del yoga. Oh maestro de yoga, este yoga es como tu casa que disipa el dolor. Te anhelo a ti, bien versado en la práctica de la concentración yóguica, y al estudiante de yoga, lleno de cualidades necesarias para el yoga. 7.8

El Dios inigualable, la Encarnación del conocimiento, crea todos los seres. Ésta es la gran alabanza de Aquel que es Omnipresente y Creador del Universo. Los yoguis nobles y sabios concentran su mente y dedican su acción al Dios Omnipresente, el Conocedor Supremo. Todos deberían adorarlo. 37.2

Al igual que con el yoga patañjálico e incluso el Hatha Yoga medieval, el Yajurveda nos da a entender que, al concentrar la mente podremos adquirir la luz divina… en otras palabras, podremos entrar en contacto con Dios o la divinidad:

Nosotros, los yoguis, con plena concentración de la mente, según nuestros recursos, en este mundo creado por el Señor supremo, debemos esforzarnos por adquirir Su Luz, para nuestra felicidad. 11.2

Quienes, el Sol y la Tierra, sostenedores de todo, moviéndose en sus órbitas, dignos de alabanza por sus virtudes, dando cobijo a la humanidad, dando conocimiento; en Quien el Sol brilla en plenitud. Quien brilla después de manifestar grandes aguas y vasto espacio; A quien el maestro y predicador visualizan a través del intelecto; que a través de la concentración podamos realizarlo a Él, que está lleno de brillo y felicidad. 32.7

Por lo tanto, podemos llegar a pensar en que el cuarto paso del yoga yajurvédico es la concentración, y que en ella se comprenderían las ramas de Dharana y Dhyana, a fin de cuentas, usa ambas palabras en repetidas ocasiones.

Oh yogui, tienes el conocimiento de innumerables usos, un inmenso poder de meditación, cientos de logros en la vida y miles de modos de actividad. Tú eres el Señor de mil posesiones. A ti lleno de conocimiento podemos ofrecerle nuestra reverencia con palabras veraces. 17.71

Nirbija Samadhi

Como podrás ver, de acuerdo al Yajurveda, por lo menos en la traducción realizada por Devi Chand, podemos ver que se propone un yoga de cinco componentes que asemeja mucho al yoga que popularizó Patañjali. A fin de cuentas, a lo largo del texto, el veda nos habla de Yamas, Niyamas, Pranayama y Dharana; e incluso, llega a mencionar, pero de forma más sencilla, acciones que pueden equipararse con Pratyahara y con Dhyana.

Si seguimos con esta lógica patañjálica, podríamos llegar a pensar que el último paso del pañcāṅga[7] yoga yajurvédico sería el de Samadhi, llamado también como iluminación. En lo personal, me gusta pensar que, por la manera en la que Patañjali habla del Samadhi, existen (por lo menos) dos tipos de Samadhi, el Samadhi y el Nirbija Samadhi. El primero sería más bien una especie de catarsis que se alcanza cuando el estado de Dhyana o meditación alcanza su máximo esplendor, y el segundo (cuyo nombre se traduce como Samadhi sin Semilla) es el estado final o la meta del yoga, el momento en el que la mente está tan libre de perturbaciones y estímulos, que podemos observar o conocer a lo divino (en otras palabras, a Dios).

Como es costumbre de este texto, realmente no nos especifica si este es uno de los pasos como tal. Pero, a lo largo de los versos, hace hincapié en que los yoguis conocen a Dios, o que, a través del yoga se puede alcanzar ese conocimiento, empezando por el verso 19.92:

Cuando un yogui visualiza a Dios en su alma en el momento del Samadhi sus cabellos crecen largos como los del lobo. Su barba y bigote crecen como el pelo de un tigre. El pelo de su cabeza y la tonsura crecen como los de un león. Sus órganos están dotados de lustre, gloria y poder real. 19.92

Siguiendo con esta idea, el Yajurveda nos da otros versos afirmando que el yoga conduce a Dios, ya sea de forma directa, afirmando que el yoga nos permite conocer a Dios, o de forma indirecta, explicando que el yogui puede conocer u observar la verdad[8]:

Que tú, un aspirante a yoga, alcance una mente llena de concentración yóguica y conozca el mejor camino para la observancia de la verdad. 7.6.B

Oh maestro de yoga y conocedor de Dios, revela tu fuerza del alma para mi alma. Oh dador de conocimiento, enséñame yoga para el mejoramiento de mi alma. Oh dador de fuerza, para mi larga vida, dame la medicina que mata las enfermedades. Oh, aprendiz y maestro de yoga, ambos os esforzáis por impartir nobles cualidades a mis descendientes. 7.28

Oh Dios, eres alcanzable a través del yoga. Tu adoración contribuye a nuestro bien y avance. Te servimos para llegar a ser grandes. Tú eres Supremo, ven como un líder justo. Tú impartes placer a la humanidad. Estás acoplado con el conocimiento temporal y espiritual. 7.39


[1] Uno de los sistemas educativos de la India, en el que un grupo de alumnos o discípulos vivían con un gurú para ser educados por el mismo.

[2] Recordemos que existen otras

[3] Tomemos en cuenta que existen un sinfín de traducciones de estos términos, pero básicamente se refieren a normas éticas y personales que se deben seguir.

[4]Aunque lo menciona como una consecuencia del control ético y personal, por lo que no podríamos llegar a considerarlo un componente del yoga como tal; además de que no profundiza tanto en este concepto.
Y curiosamente, menciona al Rey con la cualidad del control de los sentidos y no tanto al Yogui.

[5] No he encontrado una versión solo en transliteración (AITS) para saber el término exacto que usan; pero, por la forma en la que el texto habla podríamos pensar en cualquiera de estos dos conceptos. En lo personal, elegiría el término Dharana.

[6] Dharana sería la traducción literal de concentración; sin embargo, en otros textos clásicos (como los Yoga Sutras), el término Dhyana, mismo que traducimos en occidente como meditación, se refiere a una concentración profunda y prolongada. De esta forma, la meditación yóguica no es una acción como la que conocemos en Occidente, sino que es más bien un estado que se alcanza al concentrar la mente.

[7] El término viene de las palabras sánscritas pañca (cinco) y anga (rama o componente) y se traduce literalmente como “que tiene 5 partes o subdivisiones” e incluso como “de cinco ramas o miembros”.

[8] Recordemos que, en muchas cosmovisiones se usa la palabra verdad o Verdad para referirse a Dios o lo divino.

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