6 mentiras que nos cuentan para vendernos el Yoga
Existen un sinfín de mitos alrededor del yoga. Mitos que han sido usados a lo largo de los años, para vendernos la idea de que el yoga es una disciplina mágica que nos ayudará a mejorar nuestra salud física y mental. Pero no creas que las y los maestros nos cuentan estas mentiras con malicia; nos las cuentan porque las aprendieron a través de los años, en las clases y certificaciones de yoga que han tomado, así como en muchos libros escritos por los grandes maestros del siglo XX. Por lo mismo, es importante que escuchemos a nuestras maestras y maestros con una mirada crítica, sin creerles necesariamente todo lo que nos dicen. Y, para que inicies a ver lo que te cuentan tus maestrxs con esa mirada crítica, te compartimos 6 mentiras que nos cuentan para vendernos el Yoga.
El Yoga mejora el metabolismo
Dicen que la práctica constante de yoga mejora el metabolismo, que algunas posturas de yoga aumentan el metabolismo, que los ejercicios de respiración (pranayamas) estimulan nuestro metabolismo, etc., etc., etc. Mitos que podrían estar relacionados ligeramente con la verdad, pero que son más cuestionables de lo que creemos.
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La verdad: Aunque practicar yoga sí podría llegar a ayudarte a mejorar tu metabolismo, esto dependerá realmente de la intensidad y el ritmo con el que practiques. Debes entender que, uno de los factores que más influyen en el aumento de la tasa metabólica basal es el índice de masa muscular y el de tejido graso. Debes tener en cuenta que, el tejido graso tiene una tasa basal metabólica muy baja, mientras que la tasa metabólica del músculo es más alta. Por lo que, se necesita aumentar el músculo y reducir la grasa para que el metabolismo aumente. Tomando esto en cuenta, debes entender que, solo algunos estilos de yoga físico podrían ayudarte a aumentar tu músculo y reducir tu grasa, mejorando tu metabolismo.
El yoga estimula la tiroides
Se dice que posturas como Sarvangasana (Vela), Halasana (Arado) y Sirsasana (Parado de Cabeza), entre muchas otras, comprimen la zona del cuello y esto, a su vez, comprime la tiroides. Al comprimir esta glándula la exprimimos y la estimulamos para que trabaje de manera correcta. Esto, ayuda a mejorar el metabolismo (otra vez el mentado metabolismo), aumenta las defensas y ayuda a regular el peso. Incluso, hay quienes aseguran que, estas posturas ayudan a corregir el hipo e hipertiroidismo.
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La verdad: Debes saber que, la producción de hormonas de la tiroides inicia en el cerebro, más específicamente en la glándula pituitaria. Cuando las hormonas de la pituitaria llegan a la tiroides, estas estimulan la producción de hormonas triyodotironina (T3) y tiroxina (T4). Por lo mismo, el exprimir la glándula tiroides no tiene necesariamente nada que ver con la producción de hormonas. Por otro lado, cabe destacar que, hasta la fecha, no se ha realizado ningún estudio que compruebe el mito de la estimulación de la tiroides dentro de las posturas de yoga.
El Yoga desintoxica el cuerpo
Por otro lado, se asegura que el Yoga desintoxica el cuerpo; que al realizar torsiones se exprimen los órganos internos abdominales sacando todas las toxinas; que las torsiones enjuagan los órganos y/o la columna, eliminando las toxinas; que al transpirar (especialmente en salones calientes) sudamos las toxinas del cuerpo; o que al realizar ciertas respiraciones quemamos las toxinas.
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La verdad: Es importante mencionar que, los órganos no son como esponjas; que la desintoxicación únicamente sucede a través del hígado y los riñones. Que el proceso de “detox” de estos órganos es un proceso constante. Por lo mismo, al momento de apretujar los órganos en las torsiones no estamos sacando las toxinas de ningún órgano; por otro lado, al momento de respirar de alguna manera especial, tampoco estás quemando ninguna toxina.
El Yoga mejora la oxigenación del cerebro
Durante toda la clase de yoga debemos de respirar lenta y profundamente (ya sea respiración lenta o la famosísima ujjayi), lo que, según nos cuentan mejora mucho la oxigenación del cerebro. Esto nos ayudará a que el cerebro funcione de manera más eficiente.
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La verdad: Ni el yoga, ni la respiración va a mejorar apreciablemente la oxigenación del cuerpo o del cerebro. Sin embargo, lo que sí hará es permitir que la respiración sea más eficiente, es decir, que uses menos fuerza/calorías al respirar.
Algunas posturas mejoran el sistema inmunológico
Basta poner el término “yoga sistema inmunológico” en Google para encontrarte con un sinfín de páginas y artículos que aseguran que el Yoga ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. En estos artículos, aseguran que, existen varias posturas específicas, como Balasana, Setu Bandha Sarvangasana, Halasana y Dhanurasana, entre otras, que exprimen órganos como el Bazo, el Timo y la Médula Ósea; órganos que forman parte del sistema linfático y que, por lo mismo, estimulan el sistema linfático.
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La verdad: Al igual que, la idea de que el yoga estimula la tiroides y que desintoxica el cuerpo, la idea de que, esta disciplina estimula los órganos linfáticos carece de verdaderos argumentos. Es cierto que, el yoga, al igual que cualquier otro ejercicio, puede provocar cambios en los anticuerpos y glóbulos blancos, las células del sistema inmunitario que combaten las enfermedades. Sin embargo, es completamente falsa la afirmación de que al exprimir los órganos y glándulas del cuerpo, estos se estimulan mejorando el sistema inmune.
El Hot Yoga ayuda a perder peso
Desde hace algunos años, se cree que el yoga con calor (Hot Yoga) ayuda a aumentar la pérdida de peso. A decir verdad, esto es completamente cierto… pero FALSO. ¿Cómo? Bueno, si te subes a una báscula antes y después de practicar Hot Yoga, probablemente podrás notar una ligera pérdida de peso. ¿Entonces sí se pierde peso?
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La verdad: Aunque al pesarte tras las clases de Hot Yoga podrías llegar a perder algunos gramos, esta pérdida de peso inmediata realmente es el resultado de la deshidratación. ¿Y a la larga? Bueno, el Hot Yoga sí podría ayudarte a modificar tu peso, pero eso no se debe realmente a la práctica en un ambiente caliente, sino a que, dependiendo la intensidad de la práctica, puede ayudar a generar masa muscular o quemar tejido graso, modificando el peso final del cuerpo… pero el calor no tuvo nada que ver con eso, realmente se debió al ejercicio.
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