Blog YoguiPosturas

Halasana, la mitología detrás de la Postura del Arado

Halasana, o Postura del Arado, es una del as posturas que más disfruto y también una de las que más odio. La disfruto por la manera en la que ayuda a estirar los hombros y la columna vertebral, así como porque es muy útil para calmar la mente; pero la odio porque, por lo menos para mí, implica un gran reto, pues me cuesta mucho trabajo respirar de forma natural mientras estoy en la postura y, si no me concentro lo suficiente, puedo empezar a estresarme bastante. Es una postura muy retadora, pues involucra mucha concentración para poder mantenerla de forma correcta y evitar lesiones.

Más allá de los beneficios físicos y mentales de Halasana, esta postura es una invitación a olvidarte de todos los problemas del pasado y el estrés que conlleva el futuro, y entregarte a Atman, o la esencia del ser. En otras palabras, te invita a poner la mente en blanco y permitirte entrar en contacto con tu esencia o alma, dejándote envolver por tu lado espiritual. Esto lo digo, en parte por la concentración que requiere la postura y la otra es por la leyenda que se encuentra detrás de Halasana.

El nacimiento de Sita

Dentro de la Trimurti (trinidad) hindú, Vinsú es el dios preservador. Su trabajo es ayudar a que el mundo continúe existiendo y mantener la paz. Fue así que, cuando la India se encontraba bajo el yugo del demonio Rávana, rey de los demonios raksasas, decidió encarnar como su séptimo avatar[1] Rama. Sin embargo, Vinsú no podía encarnar en la tierra su Sakti, o energía; en otras palabras, el dios no podía venir a la tierra sin su consorte eterna, la diosa Laksmí. De esta forma, Visnú se convertiría en el rey Rama y Laksmí nacería como Sita, y sería su poder.

Como podrás imaginar, Sita, o Lakshmi, es un personaje que está profundamente asociado con la realeza, el liderazgo, la autoridad espiritual, la inteligencia, la abundancia y la capacidad de trascender las limitaciones. Ella siempre se encarna como la compañera de Visnú en la defensa del mundo y la protección del dharma (orden universal).

Sita fue la hija del rey Janaka, un karma yogui (que sigue el camino del servicio); sin embargo, la diosa no nació de la unión del rey con su mujer, sino que llegó como el fruto del servicio del mismo Janaka. Cuenta la leyenda que, al seguir el camino del servicio, el rey Janaka solía dedicarse a cuidar la tierra y los campos de su reino. Un día, mientras araba el campo con devoción, ofreciendo sus acciones a Visnú, vio algo que se movía en un surco que tenía delante. Se acercó con curiosidad, y con miedo de haber alterado el hábitat de algún animal. Janaka se asomó sobre el surco y se inclinó para ver mejor. Asombrado, descubrió que no había ningún animal, sino una pequeña niña que había surgido del seet (surco) que su hala (arado) había creado.

El rey levantó a la niña en brazos. La observó con curiosidad, mientras ella lo miraba con calma. De pronto, el rey dijo “Hola hjia” y la niña le respondió con una gran sonrisa. “Te llamarás Sita, porque naciste en un seet” complemento el rey. Sita fue la hija de la Madre Tierra, por lo que ella representa la dimensión física del universo o Prakriti (materia básica de la que se compone el universo, formada por las tres gunas); mientras que, Rama, su esposo, representa la Purusha o la divinidad. Y es así que, el juego amoroso entre Rama y Sita, Visnú y Lakshmi, surge toda la creación.

Cuando realizamos la Postura del Arado, o Halasana, estamos recreando, de alguna forma, la historia del nacimiento de Sita. La diosa nació de un surco en la tierra, representa la materia básica del universo y es el vínculo entre nuestro mundo y el Ser. Por lo mismo, esta postura también es una invitación a meditar en este vínculo físico-espiritual, una invitación para olvidarnos de todo y buscar conectar con nuestro Ser o el Universo.

_____________________


[1] Es importante mencionar que, Rama es el séptimo avatar de Visnú según el Garuda-purana (siglo IV d.) mientras que, en el Bhagavata-purana (siglo XI) se afirma que es el decimoctavo avatar.

One thought on “Halasana, la mitología detrás de la Postura del Arado

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *