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Yogapaṭṭa, el cinturón de yoga ancestral

Durante décadas, se nos vendió la idea de que, el Yoga Postural Contemporáneo es una continuación directa del Yoga Clásico (Ancestral o Precolonial); sin embargo, en los últimos años, un gran número de académicas y académicos se han dedicado a estudiar los diferentes textos e imágenes del Yoga Clásico, para entender la verdadera evolución del Yoga, desmintiendo el linaje directo entre ambos Yogas. Aunque, el Yoga Postural ha retomado varios elementos de la literatura clásica de la India, nadie puede negar que, en la actualidad, nuestro Yoga se enfoca principalmente en el desarrollo del cuerpo a través de las posturas, o Asanas; mientras que el Yoga de antaño se enfocaba principalmente en la búsqueda de la liberación o la iluminación[1] a través de la meditación.

De BKS Iyengar “Body is My First Prop” (2012).

Todos estos estudios críticos sobre el Yoga han demostrado que, muchos de los aspectos del Yoga Postural Contemporáneo son innovaciones modernas. Por ejemplo, la idea de una clase de yoga en grupos grandes, la manera en la que se “fluye” mezclando la respiración y el movimiento en las clases de Vinyasa Yoga, un gran número de posturas (inspiradas en la gimnasia sueca de Henrik Ling) o el uso de todos los props o accesorios de yoga como los bloques, los bolsters o el Back Mitra, entre otros. Pero las investigaciones académicas no buscan demostrar la falsedad del nuevo yoga, únicamente buscan entender cómo era el yoga en la actualidad, cómo fue su evolución y cuáles son las similitudes entre ambas disciplinas/filosofías.

Entre las similitudes que han encontrado, una que llama mucho la atención es el uso de las Correas/Cintas/Cinturones de Yoga. ¿Se usaban correas en la antigüedad? Sí y no. ¿Cómo? Bueno, debes saber que, la invención de la Correa de Yoga como la conocemos se le atribuye a BKS Iyengar, pues él la introdujo en su práctica de Iyengar Yoga, como un auxiliar para entrar y mantener las posturas; sin embargo, a raíz de los estudios que se han realizado en los últimos años, se ha descubierto que, desde hace más de dos mil años se ha usado un accesorio muy similar, al que llamaban: Yogapaṭṭa.

En la literatura sánscrita, este antiguo accesorio se conocía como yogapaṭṭa. Monier-Williams define yogapaṭṭa en su diccionario sánscrito-inglés como “la tela que se arroja sobre la espalda y las rodillas de un devoto durante la meditación” (2005: 857). De manera similar, en su Indian Epigraphical Glossary, Dineschandra Sircar (1966: 386) define el yogapaṭṭa como una “banda usada por los ascetas para mantener sus extremidades en una posición de rigidez” y el término relacionado yogapaṭṭaka como “una prenda usada durante la contemplación”. – Seth Powell

Desde antes de la llegada de Cristo, los artesanos indios han representado el Yogapaṭṭa como un accesorio emblemático de los ascetas, convirtiéndolo en un ícono que representa la destreza espiritual y la trascendencia sobre las limitaciones del cuerpo físico. Por ejemplo, una de las primeras evidencias que se tienen de la representación del Yogapaṭṭa se encuentra en una de la tercera Gran Estupa de Sanchi, un edificio budista construido entre el año entre el siglo I a.C. y d.C. En la puerta norte de este recinto, se pueden ver dos figuras ascéticas “sin cabeza” sentadas en sus respectivas cabañas; uno de esos ascetas (esquina superior derecha) está usando un Yogapaṭṭa para ayudarse a mantener la postura de meditación.

La gran Estupa de Sanchi. (c. 50 a.C – 50 d.C). Imagen de Debra Diamond

Continuando con la evidencia visual del uso del Yogapaṭṭa podemos ir a la costa de Tamil Nadu, estado al sur de la India, específicamente en Mamallapuram. En esta ciudad se puede encontrar un relieve, esculpido al rededor del siglo VII d.C., en el que se puede apreciar al rey Bhagīratha, como una asceta, sentado con las piernas cruzadas, usando un Yogapaṭṭa. En la localidad de Ellorā, en el estado de Maharashtra, también se encuentran unos relieves (también del siglo VII), en los que se puede apreciar a un grupo de devotos shivaítas sentados alrededor de una figura de Shiva, todos ellos usando un Yogapaṭṭa. De hecho, una vez que se conoce la existencia de este accesorio, es muy fácil encontrarlo en todo tipo de esculturas y pinturas a lo largo y ancho del subcontinente indio.

Devotos shivaítas. Ellorā(c. siglo XVII). Imagen de Seth Powell

Pero las evidencias del Yogapaṭṭa no solo se encuentran en las representaciones visuales, también es fácil encontrar referencia a este accesorio en los textos clásicos de Yoga; esto demuestra que, el Yogapaṭṭa no solo se usaba como una forma de representar a las personas santas y los dioses (como lo que sería el halo en la pictografía católica[2]). Uno de los primeros textos en los que se menciona el Yogapaṭṭa es el Kṣudrakavastu, dentro del Mūlasarvāstivādavinaya (escrito en los primeros años de nuestra época); en este texto, se narra cómo es que un monje budista confeccionó una “correa de yoga” con su propia túnica monástica para poder meditar.

Más adelante se pueden encontrar referencias al Yogapaṭṭa en el Pātañjalayoga  o Patañjalayogasastra, el cuerpo teórico-filosófico que surge de los Yoga Sutras de Patañjali (y de los comentarios de Vyasa a los mismos)[3].

Yoga Narasiṃha. Hampi, Karnataka (c. siglo XIV). Imagen de Seth Powell

A raíz del Sutra 2.46, en el que se dice que la postura (asana) debe ser estable (sthira) y cómoda (sukham), en la tradición de Bhashya (comentarios) se mencionan doce posturas. Entre todos los asanas que se menciona el término el sopāśraya (mismo que se traduce literalmente como “con soporte”), dando una posible referencia al Yogapaṭṭa; pero no fue hasta que se escribió el Tattvavaiśāradī de Vācaspatimiśra, en el siglo X d.C., que se ahonda en el significado de sopāśraya diciendo que:

yogapaṭṭakayogāt sopāśrayam
[Esta postura es] con soporte (sopāśrayam) porque requiere el uso de una correa de yoga.

A pesar de que, existe una enorme evidencia del uso de un cinturón o correa dentro de la práctica del yoga ascético, hoy en día se le atribuye la invención de esta a BKS Iyengar. Y es que, Iyengar decidió incorporar el uso de cinturones dentro de su práctica, con la finalidad de darle sentido de dirección a los músculos. En palabras del mismo Iyengar, la invención del cinturón de yoga fue la siguiente:

 En la década de 1960, cuando estaba en Francia, vi que la gente usaba cinturones para llevar o atar su equipaje. Llevaban sus maletas junto con ellos. Mi bolso también estaba atado con él y regresé a casa. Entonces pensé, este cinturón de equipaje también es bueno para yoga. Si las bolsas están atadas con tanta firmeza, también puedo usarlas para mis piernas. Lo probé de inmediato. Con ese agarre, sostuvo mis piernas y pude golpearlas en un espacio confinado. Eso es acción con resistencia.

Primer plano del campamento de Nāth yogīs. Visita de Bābur a Gorkhatri en 1519. Por Kesu Khurd. India, dinastía mogol, 1590–93. © Junta de la Biblioteca Británica.

 El año que viene, cuando volví a Francia para comprar esos cinturones, supe que esos cinturones en particular estaban “pasados ​​de moda” y retirados del mercado. Afortunadamente, ya que tenía ese cinturón, después de regresar a casa, obtuve cinturones con esas hebillas fabricadas aquí en Pune.

 Más tarde, comencé a usar el cinturón para dar a mis músculos un sentido de dirección.

 Todo lo que puede contribuir al yoga es mi ferviente convicción. No es el tamaño del objeto o la complejidad de su disposición o el contenido lo que es importante, sino la intención y la actitud que convierten un simple gadget en un accesorio (Iyengar, 2012).

Yogapaṭṭāsana ilustrado en el Śrītattvanidhi (c. Siglo XIX).
Imagen en Sjoman (1996).

¿BKS Iyengar se adjudicó un accesorio milenario? No. Aunque el uso del Yogapaṭṭa se encuentra muy bien documentado hoy en día, es muy probable que BKS Iyengar no conociera la existencia del mismo[4]. Lo más seguro es que, Iyengar haya revolucionado una creación ancestral, sin saberlo. Él simplemente tuvo la idea de usar un cinturón para ayudarlo a alinear sus posturas, sin saber que ya se hablaba de una correa muy similar desde tiempos inmemoriales; además, la Correa de BKS Iyengar se enfocaba en trabajar el cuerpo y darle dirección a los músculos, mientras que, el Yogapaṭṭa ancestral era una accesorio que ayudaba a los ascetas a mantener una postura firme durante largos periodos de tiempo, ayudándolos a meditar de manera correcta.

Nota: Para esta nota se usó la información y las imágenes de The Ancient Yoga Strap, texto de Seth Powell para The Luminiscent. Puedes consultar el texto completo en: theluminescent.org/2018/06/the-ancient-yoga-strap-yogapatta.html

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[1] Dependiendo del texto que se consulte, la finalidad del yoga puede ser alcanzar el Samadhi (iluminación), el Yoga (estado de unión, mismo que suele definirse como Samadhi) o la Moksha (liberación, normalmente entendido como liberación del círculo de las vidas. Ya no renacer)

[2] Tradición que, por cierto, proviene de la tradición de la India, pero ese es tema para otro texto.

[3] Es importante mencionar que, más allá de los Sutras, lo que le ha dado tanta influencia a este texto son los diferentes comentarios (textos complementarios) que se han escrito sobre los mismos, iniciando por el Yoga-Bhashya (Discusión sobre le Yoga) del sabio Vyasa.

[4] Por un lado, los estudios sobre el yoga no se enfocaban en estos temas, y por el otro, el cuerpo filosófico del yoga que aprendió Iyengar está basado en las enseñanzas de Krishnamacharya, quien únicamente analizó los Yoga Sutras desde el Yoga-Bhashya.

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