Pierre Bernard y el origen del Sexo Tántrico

En las últimas décadas, la práctica del Sexo Tántrico o Yoga Sexual se ha popularizado enormemente. Según los y las instructoras de Tantra a lo largo y ancho del mundo, el Tantra es una técnica antigua de la India con la que se busca llevar a las parejas a enfocar la energía sexual a través de todo el cuerpo, incrementando las sensaciones y llevándolas a disfrutar de todo el acto sexual, y no solo del orgasmo. Es una forma de sanar, transformar e iluminar el cuerpo y la mente a través del flujo de energía sexual.

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Pero Tantra es mucho más que una práctica sexual, es toda una doctrina religiosa/filosófica que rompía, por decirlo así, con toda la tradición brahmánica, incluyendo sus normas morales. Muy a grandes rasgos, lo que busca la doctrina del Tantra es integrar las energías masculinas y femeninas para poder alcanzar la iluminación[1]; todo, tomando en cuenta el cuerpo y el mundo físico. Y, aunque sí hay algunas prácticas tántricas relacionadas con el sexo, el verdadero Tantra no se enfoca en lo sexual, sino en lo corporal y energético. Entonces… ¿Por qué en Occidente relacionamos el Tantra con el Sexo?

Dicho esto, muchos aspectos de la práctica tántrica son casi indistinguibles del ritual brahmánico ortodoxo, es decir, el tantra es exigente, complicado, muy formalizado y, a veces, tedioso. Como el sacerdote católico que dirige la gran misa, el tántrico generalmente no improvisa; sigue guiones terriblemente detallados. – Stefanie Syman, The Subtle Body: The Story of Yoga in America

A finales del siglo XIX, un gran número de personas empezaron a buscar nuevas formas de comprender el mundo. Esto les llevó a voltear la mirada a la cultura y tradiciones orientales, especialmente a la del Yoga. Diferentes grupos o logias de intelectuales y pensadorxs empezaron a estudiar las traducciones de textos tradicionales y después patrocinaron a diferentes monjes hinduistas, para que viajaran por EE.UU. difundiendo la filosofía oriental. El primer monje en volverse un rockstar en continente americano fue Vivekananda; este Swami sembró la semilla del Yoga en América, pero el yoga de Vivekananda se enfocaba únicamente en el Rajayoga patañjálico (basado en los Yoga-Sutras de Patañjali).

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En aquél entonces, el Hatha Yoga y toda la doctrina del Tantra, era mal vista por gran parte de la población de la India y lxs extranjerxs que vivían en el Subcontinente, Vivekananda no era la excepción. Era mal visto, porque el Tantra desafiaba las creencias éticas y morales brahamánicas e hinduistas (en general), y porque varias de las “sectas” o grupos tántricos se dedicaron a luchar contra los ingleses que llegaron a colonizar la India. Por lo mismo, Vivekananda se enfocó únicamente en el Rajayoga y dejó a un lado toda la doctrina del Tantra, a pesar de que el Hatha Yoga (que hoy en día es el “estilo” más popular) fue influenciado directamente por esta.

En ese entonces llegó una pequeña ola de inmigrantes indios a los Estados Unidos. Hombres que llegaron a América en busca de nuevas oportunidades[2], trabajando como obreros y marineros. Nadie sabe realmente por qué, pero entre los inmigrantes se encontraba también Sylvais Hamati, un yogui que dedicó su vida al tantrismo.

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Por causas del destino, Hamati conoció a Pierre Bernard cuando este era joven, y se volvió su maestro. Fue así que Bernard se adentró en la doctrina del Tantra y aprendió “todo” sobre el Hatha Yoga[3]. Tras años de estudio y práctica, Bernard realizó una exhibición de “Kali Mudra” ante un grupo de médicos de San Francisco en 1898. ¿Kali Mudra? Es un estado de trance (autohipnosis) que simula la muerte al reducir los latidos del corazón y la respiración[4]. Esto lo llevó a aparecer en la página principal del New York Times, llamando la atención de todo el mundo.

En 1905, Bernard se asoció con Martimer K. Hargis para abrir la Bacchante Academy, una escuela especializada en hipnotismo y prácticas sexuales; pero el terremoto de 1906 de San Francisco los llevó a disolver la sociedad y la escuela cerró rápidamente. En ese tiempo también fundó la Tantrik Order of America, en 1910 también fundó la New York Sanskrit College y poco después el Clarkstown Country Club. A través de sus instituciones, Berdard se dedicó a difundir el conocimiento, filosofía y práctica del Yoga y del Tantra, siendo el primer americano en “enseñar” yoga.

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A través de la Tantrik Order of America, el Dr. Bernard o El Gran Oom (The Great Oom), como llamaban a Pierre Bernard[5], se dedicó a compartir las enseñanzas del tantra en un ambiente en una especie de logia, misma que funcionaba a través de diferentes niveles. La entrada a la orden costaba $100 dólares y, conforme ibas avanzando en tu aprendizaje, ascendías de nivel y develando el conocimiento secreto que guardaba la misma. Sin embargo, Bernard terminó aprovechándose de la asociación del Tantra con el sexo y terminó formando una especie de culto sexual.

Bernard anunció lo que llamó “ritos Kaula” en un periódico de San Francisco, y alquiló habitaciones privadas para su propósito expreso. Siendo uno de los pocos que habían pasado al séptimo grado, Bernard seleccionaría a su propia consorte espiritual-sexual o emparejaría a los discípulos de su elección. Después de algunas invocaciones rituales teatrales (con toda probabilidad habría elegido entre las horas de los ritos preparatorios que tradicionalmente preceden a tales ceremonias), la pareja seleccionada tendría relaciones sexuales en un estrado elevado. – Stefanie Syman, The Subtle Body: The Story of Yoga in America

De hecho, para 1910, dos adolescentes, Zella Hopp y Gertrude Leo, acusaron al gurú de secuestrarlas y aprovecharse sexualmente de ellas. Hopp informó que, Bernard hizo que se desnudara y colocó su mano sobre su seno izquierdo, explicando que estaba probando los latidos de su corazón. “No puedo decirte cómo Bernard consiguió su control sobre mí o cómo lo consigue sobre otras personas. Es el hombre más maravilloso del mundo. Ninguna mujer parece capaz de resistirse a él… Él había prometido casarse conmigo muchas veces. Pero cuando empezó lo mismo con mi hermana pequeña [Mary, dieciséis años] decidí que expondría todo el asunto. Si hubiera sido solo yo, no lo habría hecho por todo el mundo “. Tres meses después, se retiraron los cargos.

Bernard fue el responsable de plantar la semilla del Tantra en América, específicamente en los EE.UU. Pero, al igual que con el yoga, el conocimiento de El Gran Oom se basaba en traducciones al inglés de textos tradicionales, interpretándolos de forma que pudiera adaptarse al pensamiento occidental, recortando toda la filosofía y religión, y dejando únicamente los rituales e ideas más atractivas para una nación en decadencia. De esta forma, Bernard fue creando una visión occidental de lo que es el Tantra, misma que después fue retomada por el Nuevo Pensamiento (precursores del New Age) para ser retransformado en el Tantra sexual que conocemos hoy en día.

The Tantric’s very education combined equal parts Indian Tantrism as filtered through Bernard and Hamati and a host of Western occult and metaphysical practices. According to the journal, the Tantric initiate would be required to learn “Tantrik Ethics,” Yoga, and Postures, and also Word Conjuring (magic), Techniques of Operative Hypnology (mind control), and Phallic Principles (sex worship), among other topics. – Stefanie Syman, The Subtle Body: The Story of Yoga in America

La deformación de la doctrina del Tantra a una práctica sexual/energética se debe a las diferencias culturales entre ambas culturas; en Occidente nos hemos dedicado por años a reinterpretar las escrituras sagradas orientales basándonos en nuestro contexto y en las enseñanzas que nos dejaron los grupos ocultistas, como los Teosofos[6], el Nuevo Pensamiento, la Tantrik Order o los Trascendentalistas, entre otras. Por cierto, estos mismos grupos (especialmente los teósofos) presionaron, de una u otra forma, para que el conocimiento también se interpretara de manera occidental en la India[7]. Por lo mismo, muchxs maestrxs contemporánexs de yoga y tantra nos venden ideas poco profundas (y a veces erradas) de lo que son estas prácticas/doctrinas; como ejemplo Osho, el gurú del sexo.

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Abhedananda fue aún más claro en este punto: consideró a los teósofos responsables de la mayoría de los conceptos erróneos sobre el yoga y un peligro para la disciplina. – Stefanie Syman, The Subtle Body: The Story of Yoga in America

Al final, siempre es importante que nos cuestionemos el conocimiento que nos transmiten en las escuelas y libros de yoga y tantra; y es que, aunque estos hayan sido escritos o dictados por alguien nacido en la India, nacieron en una India colonizada (o quizá ya independiente, pero influenciada por la colonia) y se adaptaron a las creencias occidentales.

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[1] En este punto, es muy importante mencionar que, la doctrina tantra se ha desarrollado a lo largo de los siglos y en diferentes sectas tántricas (o religiones), por lo que buscar dar una definición sencilla de la misma sería imposible.

[2] Pues en la India ya se gestaba la lucha de independencia.

[3] Como dato curioso, siempre se dice que el primer (monje) Indio en llegar a América fue Vivekananda en 1892, pero Bernard asegura que conoció a Hamati en la década de 1880.

[4] Hoy en día, solemos llamar Kali Mudra al sello que se realiza con las manos.

[5] Aunque nunca tuvo ningún doctorado, ni fue médico de ningún tipo.

[6] En este caso, es importante mencionar que Bernard iba en contra de las enseñanzas orientalistas de los Teosofos (y, por ende de Vivekananda), lo que lo llevó a enfocarse más en la parte física del yoga y el Tantra, y no tanto en lo espiritual/meditativo.

[7] A fin de cuentas, ellxs patrocinaron a un gran número de gurús y swamis que viajaron por todo el mundo compartiendo su conocimiento, adaptado de acuerdo a las normas occidentales (e interpretaciones de estos grupos).