¿Qué es Yin Yoga?

Yin Yoga es uno de mis estilos favoritos de yoga, porque es muy diferente a los demás estilos que ofrecen en los estudios de Yoga occidentales. Y es que, mientras que el Hatha Yoga, el Vinyasa, el Power o el Ashtanga fluyen con nuestro agitado estilo de vida, el Yin Yoga te pide que metas el freno de mano durante unos minutos, y te dediques de lleno a tu cuerpo, y sobre todo a tu mente. Yin Yoga es un estilo relajado, que no requiere de mucho esfuerzo físico, o muscular, pero que te requiere de un gran esfuerzo mental…

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El Origen del Yin Yoga

A diferencia de otros estilos de Yoga, se puede decir que el Yin Yoga es un estilo bastante moderno. Fue creado por Paulie Zink, un reconocido campeón de artes marciales, a finales de los años setenta. Desde pequeño, Zink empezó a practicar Yoga y Kung Fu; poco después, estudió a profundidad el Kung Fu y el Taoísmo, de la mano de Cho Chat Ling. A finales de los setenta empezó a competir en diferentes torneos de artes marciales. Al mismo tiempo que empezó a dar clases de yoga que combinaban el Hatha Yoga con el Yoga Taoísta, creando un estilo al que bautizó como Yin Yoga.

En 1981 conquistó el Campeonato Internacional de Karate de Long Beach, mismo que ganó durante tres años seguidos. Esto logró que un gran número de estudiantes fueran practicantes de Artes Marciales, quienes descubrieron que, con la técnica de Zink podían aliviar la rigidez de sus articulaciones, lo que les permitía mejorar su técnica de Karate. Poco a poco, el Yin Yoga empezó a popularizarse, y Paul Zink empezó a ofrecer certificaciones de este estilo de yoga, permitiendo que será cada vez más accesible para todo el mundo.

El taoísmo y el yin-yang

El taoísmo habla del principio de unidad absoluta, y al mismo tiempo mutable, que conforma la realidad Suprema. Uno de los principales conceptos del taoísmo es el Yin-Yang, mismo que es usado para representar la dualidad de todo lo que existe en el universo. Habla de dos fuerzas fundamentales que son opuestas, pero complementarias, creando un equilibrio en el universo. De esta forma, el Yang se refiere al principio masculino, el cielo, el día, el sol y la actividad, entre otros; mientras que el Yin es el principio femenino, la tierra, la luna, la noche y la pasividad.

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El Yin-Yang es un equilibrio dinámico, por lo que, cuando aumenta la energía de uno, disminuye la del otro; y cuando se da un desequilibrio uno crece con exceso de fuerza llevando a la transformación. Un ejemplo muy sencillo de esto es que, cuando se acumula mucho vapor en las nubes (yin) eventualmente se genera una tormenta (yang).

¿Qué es el Yin Yoga?

En occidente llevamos un estilo de vida inclinado al Yang. Desde que nos despertamos nos enfrentamos al tráfico y caos de la Ciudad, al estrés del trabajo y al bombardeo de información de las Redes Sociales. Pareciera que las horas se convierten en minutos, y nunca nos damos un verdadero tiempo para descansar. Un estilo de vida desequilibrado que nos puede llevar a transformaciones en nuestra salud. Desde una pequeña parálisis facial, hasta un infarto cerebral, pasando por tics nerviosos, ataques de ansiedad y problemas digestivos, entre muchos otros síntomas que lo único que nos piden es que cambiemos nuestro estilo de vida.

El Yin Yoga busca equilibrar nuestra dualidad. Para ello, ofrece una práctica totalmente pasiva, o Yin; ofrece una práctica en la que los músculos se mantienen pasivos, mientras estiramos nuestras articulaciones. En otras palabras, ofrece una clase en la que se realizan diferentes posturas, todas ellas enfocadas en la flexibilidad del cuerpo, y se mantienen durante varios minutos.

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Pero, aunque la práctica de Yin Yoga se enfoca en mantener los músculos relajados, debes saber que no es una práctica sencilla; ya que, al mantener las posturas por suficiente tiempo, el cuerpo empieza a ceder poco a poco, estirándose cada vez más, y generando diferentes incomodidades. Ante esta situación, como practicantes debemos aprender a estar cómodos ante la incomodidad, y ayudarnos a mantener la postura con ayuda de la mente y la respiración.

Además, el hecho de estar sentados “disfrutando” de la postura, nos deja mucho tiempo a solas con nuestra propia mente, y siempre será un gran reto el mantenerla tranquila. Es una práctica de apertura y aceptación, en la que debemos librarnos de las metas del futuro y de los problemas del pasado, y rendirnos a la realidad del presente.

Beneficios del Yin Yoga

A diferencia de los estilos de Yoga enfocados en el Yang, es decir los que son más activos, el Yin Yoga no busca ayudar al practicante a generar fuerza y resistencia muscular; sin embargo, este estilo de yoga ofrece una gran variedad de beneficios entre los que se encuentran:

• Mejora la flexibilidad del cuerpo
• Estabiliza las articulaciones
• Relaja los músculos y la mente
• Fortalece la mente
• Suelta emociones
• Favorece la meditación

Ahora lo sabes, si lo que buscas es detenerte durante unas horas y dedicarte a disfrutar del momento, al mismo tiempo que relajas tu cuerpo y tu mente, Yin Yoga es la opción ideal. Pero, debes saber que, aunque parece ser un estilo muy fácil, puede ser muy difícil enfrentarte a tu propia mente y a la incomodidad, por lo que debes de practicarlo con toda la dedicación posible.