Yoga-bīja, las enseñanzas de Shiva sobre el Yoga
Dentro de las enseñanzas que recibimos las y los instructores de Yoga (en las miles de certificaciones que existen) se dice el Haṭhapradīpikā (Hatha-yoga-pradípika o Hatha Yoga Pradípika) es el manual más antiguo de Hatha Yoga que se conoce; y, aunque no es el más antiguo, ni el más completo, sí es el más popular de los manuales medievales que se conocen. Por suerte, gracias al trabajo de indólogxs y académicxs hoy en día se conocen más manuales de Hatha Yoga, con los que podemos ahondar en el entendimiento de cómo era el verdadero Hatha Yoga y la manera en la que “este[1]” evolucionó hasta convertirse en el Yoga que practicamos en Occidente.
El Yoga-bīja es uno de esos manuales que, a la fecha, son poco conocidos y, por lo mismo, siguen siendo poco estudiados. Este texto presenta una plática entre Viśvanātha (Shiva[2]) y Devī (en este caso Parvati)[3]. En la conversación, la diosa le pregunta a su esposo por el camino que otorga la liberación (Moksha)[4]. Ante la pregunta, el Señor empieza a hablar sobre la red de Māyā (Ilusión) y el cómo es que todxs estamos sujetos a ella, explicando que, la única forma de liberarse de la Ilusión es el camino de los nāthas[5], mismo que lleva a la inmortalidad obteniendo el Lugar Supremo de la Unidad Absoluta. ¿Cuál es el camino de los nāthas? El Yoga.
Shiva empieza a explicar un camino cuádruple en los que se incluye el Raja Yoga, el Mantra Yoga, el Laya Yoga y el Hatha Yoga, excluyendo al Jñana Yoga[6], pues el conocimiento por sí solo no es suficiente para alcanzar la Liberación, así como el Yoga sin conocimiento. Y, a partir de ahí, el dios destructor empieza a describir, de forma muy sencilla, las diferentes técnicas de Yoga que ayudarán, a quien las realice de forma correcta, a eliminar la enfermedad, vencer la muerte y alcanzar la libertad. Es así, que Shiva habla sobre los tres Bhandas y los Mantras, habla sobre Kundalini y cómo despertarlo a través del Pranayama, permitiendo que recorra los Nadis, y sobre cómo se logra controlar la mente a través de la respiración, entre otros temas.
Aunque se desconoce la época en la que fue escrito el Yoga-bīja, se cree que el autor fue Gorakhnāth, considerado el fundador del Nāth Panth y, según muchos seguidores, una encarnación de Shiva; por lo tanto, se el texto debió ser escrito entre los siglos XII y XV de la era común, junto a otros textos como el Amanaskayoga, el Viveka-mārtanda y el Siddha-siddhānta-paddhat. El Hatha-pradīpikā, el Gherānda-samhitā y el Śiva-samhitā, los tres manuales más estudiados y difundidos en Occidente, fueron escritos entre los siglos XV y XVII, y el Yoga-bīja es citado en el Hatha-pradīpikā.
Como ya se mencionó, el Yoga-bīja es uno de los textos de Hatha Yoga medieval menos estudiados; por lo mismo, prácticamente no existen traducciones de este libro a idiomas occidentales. Tomando esto en cuenta, el el Dr. Adrián Muñóz, indólogo e historiador de las religiones, decidió realizar una traducción al español[7]. El texto se encuentra de forma pública en la base de datos académica de academia.edu, y puedes consultarla directamente en el perfil del investigador: colmex.academia.edu/Adri%C3%A1nMu%C3%B1oz
También puedes acceder a la traducción a través del siguiente botón:
P.D. Recomiendo mucho leer Radiografía del Hatha Yoga, así como Historia Mínima del Yoga, ambos libros de Adrián Muñóz (el último en equipo con Gabriel Martino) para conocer más sobre la historia del Yoga, y en específico del Hatha Yoga.
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[1] Lo pongo entre comillas, porque, aunque en Occidente decimos que practicamos Hatha Yoga, este tiene poco o nada que ver con lo que practicamos hoy en día. Ante esta ruptura en fondo, forma e historia, James Mallison propone el uso del término Yoga Postural Angloparlante.
[2] En algunas fuentes se refieren a esta forma de Shiva como Īśvara, un concepto que se usa de manera genérica (por decirlo así) para referirse Dios en general, el Ser Supremo, la Esencia, Rey o Reina, entre otros.
[3] Devī es una palabra que se traduce como diosa, pero no necesariamente especifica qué diosa.
[4] En este caso, se refiere a la liberación del ciclo de renacimientos para poder unirse a la esencia divina.
[5] Sub-tradición shivaista y tántrica, que desarrolló (o fue una fuerte influencia) la práctica del Hatha Yoga medieval.
[6] Jñana se traduce como conocimiento.
La exlusión del Jñana Yoga de la lista es improtante, porque en el Bhagavad Gita, Krishna habla de los cuatro Yogas y el Jñana es uno de llos.
[7] En la introducción a su traducción afirma que solo existía una traducción al inglés, misma que es difícil (o casi imposible) de consultar.
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